Se denomina como relieve a las irregularidades y desniveles que se forman en la corteza terrestre continental y oceánica debido a los procesos geológicos que constantemente ocurren en la Tierra. Los relieves son el objeto de estudio de la geomorfología.
Existen diferentes tipos de relieve cuyas formaciones abarcan un proceso de cambio de millones de años, de allí que se puedan diferenciar relieves más recientes de aquellos que son más antiguos.
Por otra parte, también existen relieves cuyos orígenes se deben al desarrollo de diversas actividades del ser humano como, por ejemplo, la minería.
Relieve continental o emergido
El relieve continental es aquel que se encuentra en las zonas emergidas, abarcando cerca del 30% de la corteza terrestre.
El relieve continental presenta diversas irregularidades en la superficie de la Tierra como consecuencia de la erosión, las lluvias, los terremotos y demás acciones terrestres que ocurren a lo largo del tiempo.
Montañas
Las montañas son uno de los relieves más conocidos y fáciles de identificar por las personas. Son elevaciones que pueden alcanzar varios kilómetros de altura sobre el nivel del mar.
Gran parte de las montañas se han formado como consecuencia del plegamiento de la corteza terrestre debido al coche de las placas tectónicas. Incluso, algunas montañas derivan de la actividad volcánica y sus erupciones.
Entre sus partes se pueden diferenciar las siguientes: la cima, la ladera y el valle, que es el terreno que se encuentra entre dos montañas. Sus líneas y superficies se deben a los efectos de la erosión a través del tiempo.
Las montañas se pueden agrupar en cordilleras (grupo continuo de montañas de gran tamaño), sierras (serie de montañas de tamaño regular), y sistema montañoso (conjunto de cordilleras o sierras).
Colinas
Las colinas son elevaciones de menor tamaño que las montañas y pendientes suaves. Generalmente, las colinas miden un máximo de cien metros de altura. Se pueden formar debido a la erosión de grandes montañas o por una falla en el terreno.
Valles
Los valles se forman entre las depresiones o partes bajas de las montañas que se encuentran próximas. Son terrenos planos muchas veces atravesados por ríos, cuya erosión también participa en la formación de los valles.
Algunos de estos ríos, según la zona geográfica en la que se encuentre, se originan del deshielo de los glaciares.
Asimismo, los valles pueden tener forma de “U” o de “V”. Los valles en forma de “U” son los formados tras la erosión glaciar, tienen un fondo cóncavo y paredes desiguales. Los valles en forma de “V” se forman tras la erosión de un río.
Mesetas
Las mesetas o altiplanos son relieves altos y antiguos con superficies planas debido a los efectos de la erosión y desgaste de las montañas. Pueden encontrarse entre los 600 y 5000 metros sobre el nivel del mar. Las mesetas más altas se ubican en el Tíbet, Asia.
Llanuras
Las llanuras son grandes extensiones de tierra que se encuentran a pocos metros sobre el nivel del mar y pueden estar rodeadas de montañas o colinas. Estas extensiones de tierra tienen suaves elevaciones y pueden variar de tamaño según su extensión.
Depresiones
Las depresiones son aquellas zonas que se encuentran por debajo del nivel del terreno que las rodea. Su origen es variado, en algunos casos se debe a la erosión, al impacto de meteoritos, entre otros.
Relieve oceánico o sumergido
El relieve oceánico o sumergido está constituido por el suelo de los océanos, que se caracteriza por ser menos irregular en comparación con el relieve continental, esto se debe a que se encuentra protegido por el agua y no está en contacto con los diversos agentes erosivos.
El relieve oceánico también puede ser denominado como relieve marino o lecho oceánico y ocupa, aproximadamente, el 70% de la superficie terrestre. Entre los tipos de relieve oceánico se pueden mencionar los siguientes:
Plataforma continental
Abarca el espacio desde la línea costera hasta los 200 metros de profundidad. Se caracteriza por tener una amplia diversidad de vegetación y especies marinas.
Talud continental
La plataforma continental es continuada por el talud continental o región batial, donde el nivel del suelo desciende de manera violenta. Se encuentra a una profundidad entre los 2500 y 3500 metros de profundidad. En esta zona es común encontrar sedimentos y restos de diversas especies marinas.
Fosa oceánica
La fosa oceánica se caracteriza por alcanzar las mayores profundidades del relieve oceánico. Es una cavidad estrecha que puede tener, partiendo del talud, más de 5000 metros de profundidad.
Generalmente, se ubica cerca de una falla geológica y la temperatura del agua es bastante baja debido a que no está expuesta a los rayos del Sol.
Fosa abisal
Se ubica en el fondo oceánico en forma de llanura y posee una gran profundidad calculada entre los 3000 y 6000 metros. Por tanto, es uno de los relieves menos explorados y estudiados. En el suelo yacen sedimentos de origen animal y vegetal.
Vea también Relieve.