Qué es Temor:
Como temor se denomina el sentimiento de inquietud o angustia que impulsa a huir o evitar aquello que se considera dañoso, arriesgado o peligroso. La palabra, como tal, proviene del latín timor, timōris, que significa ‘miedo’ o ‘espanto’.
En este sentido, el temor también puede asociarse a las sospechas o recelo que nos despiertan aquellas cosas en las que reconocemos un potencial daño o perjuicio: “Tengo temor de que este régimen político se convierta en una dictadura cruel”.
Por otro lado, el temor también puede referirse a la idea o creencia de que se podría sufrir un daño o correr algún peligro en el futuro: “No hicieron la fiesta en el jardín porque tenían temor de que lloviera”.
Temor, asimismo, es la manera de referirse en jerga de rufianes a la cárcel de presos.
Temor de Dios
Como temor de Dios se denomina, en la Biblia, el miedo reverencial y el respeto que, según doctrinas como el cristianismo y el judaísmo, debe guardarse a Dios. Además, el temor de Dios es uno de los dones del Espíritu Santo que mueve a practicar el bien y aparta del camino del mal. En este sentido, hay dos tipos de temor: el filial y el servil. El temor filial es aquel según el cual se repudia el pecado porque se es consciente de que es una ofensa a Dios, mientras que el temor servil es aquel según el cual se evita el pecado por miedo a los castigos que este conlleva. El temor de Dios, de esta manera, supone el miedo que los mortales deben tener del Creador, Todopoderoso y Juez Supremo, consciente de su capacidad de castigar y destruir a los desobedientes.
Temor fundado
En Derecho, como temor fundado se denomina aquel bajo el cual actúa una persona que ha sido amenazada y que se siente en peligro de ser gravemente agredida, y que, debido a este temor, actúa en consecuencia para defenderse. En este sentido, el temor fundado es causa de inculpabilidad, pues se considera que quien actúa por temor fundado ha sido coaccionado.