Qué es Suerte:

La suerte, favorable o adversa, está asociada a la casualidad. En este sentido, no depende de la voluntad humana o divina, sino del azar o de las circunstancias fortuitas que la determinen.

Como tal, es una palabra que proviene del latín sors, sortis, que originalmente hacía referencia a la división de una tierra destinada al trabajo, esto debido al factor fortuna que hay siempre en que una tierra sea o no lo suficientemente productiva.

La suerte no tiene explicación; se encuentra más allá de toda comprensión humana, de sistemas lógicos, racionales o estadísticos, de allí que siempre haya gozado de una naturaleza enigmática que ha propiciado el desencuentro entre sus partidarios y detractores, es decir, quienes creen en su existencia pese a no poder explicarla, y aquellos que la consideran simplemente una superstición fundamentada en la necesidad humana de darle explicaciones mágicas a aquello que se ignora.

La suerte puede aludir sucesos venturosos o favorables inesperados, sin otra explicación posible más que la casualidad, así como puede referirse a hechos adversos, accidentales, que ocurren asimismo de manera imprevista: “Qué mala suerte: cada vez que me animo a sacar el carro hay tráfico”; “La buena suerte de Luis es increíble: adonde llega le va bien”.

En este sentido, hay quien decide confiar a la suerte una decisión o la resolución de algún problema o asunto, lo cual implica que no va a forzar las cosas sino dejar que fluyan naturalmente hacia su solución: “Dejemos esto a la suerte”.

La suerte también puede ser, simplemente, el estado o condición de algo: “Juan es un hombre de suerte”; “Ni el mejor político va a mejorar la suerte de este pueblo”

La suerte es también la manera que tiene alguien de hacer algo: “Si hacemos la cama de esta suerte quedará mejor tendida”.

La palabra suerte también se puede emplear para significar género, clase o especie de una cosa. Por ejemplo: “¿Qué suerte de ganado es aquel?” “En esta tienda hay toda suerte de muebles para la casa”.

Vea también Azar.

Suerte en tauromaquia

En la tauromaquia, como suerte se denomina cada uno de los lances de la lidia, es decir, cada uno de los actos ejecutados por el torero. También, específicamente, suerte es cada uno de los tercios en que se divide la lidia. Por otro lado, la expresión “cargar la suerte” designa un tipo de movimiento donde el torero desvía al toro, con el fin de salir del lance sin ser atropellado. En este sentido, el diestro induce al toro a embestir el engaño o capa, siendo que el toro sigue el camino indicado por la capa, evitando atropellar al torero.

Suerte principal

Suerte principal hace referencia al monto o valor de una deuda, sin considerar ningún otro tipo género de recargos, gastos o costos, como intereses normales o moratorios. Básicamente, se aplica a juicios civiles o mercantiles, cuyo objeto es el cobro del monto adeudado sin incluir recargos adicionales.

Suerte en la adivinación

En las artes adivinatorias, la palabra suerte suele emplearse como sinónimo de lo porvenir, lo futuro o el destino. Entre personas creyentes de este tipo de métodos, la suerte constituye el conjunto de hechos o acontecimientos que podrían ser definitorios para la trayectoria vital en un tiempo futuro.

Suerte y superstición

Según las creencias supersticiosas, existen innumerables símbolos, amuletos o ritos asociados a la buena suerte: el trébol de cuatro hojas, la herradura, el pez dorado, el sapo de tres patas, el dragón, el ave fénix, las monedas chinas y las piedras, como cuarzos blancos, rosados o amatistas. Incluso, objetos personales a los cuales atribuimos energías positivas pueden ser usados como amuletos para atraer la buena suerte. El uso de este tipo de objetos para llamar a la buena fortuna está extendido en muchas culturas del mundo desde hace siglos y es bastante común.