Qué es el Sentido literal:
Como sentido literal denominamos aquel que una palabra o expresión tiene en sí misma, que se ajusta a su sentido original, a aquel que se le asigna por convención.
El sentido literal no varía en función del contexto, la intención o la situación, por lo tanto, no da pie a segundas interpretaciones o dobles sentidos. En este sentido, se contrapone al sentido figurado. Por ejemplo: “Luis vio las estrellas con Marta”, es decir, ambos contemplaron el firmamento.
El lenguaje en sentido literal es más propio de discursos o textos que buscan comunicar ideas, informaciones o mensajes de manera directa, clara, concisa, como, por ejemplo, los textos de carácter científico o informativo.
Como tal, cuando usamos el lenguaje en un sentido literal lo estamos haciendo con un carácter denotativo, es decir, que usamos las palabras como referencia para indicar algo que significa exactamente aquello a que se refiere la palabra, sin dobles sentidos, ironías o metáforas.
Vea también:
Sentido literal y sentido figurado
El sentido literal es lo opuesto al sentido figurado. El sentido figurado es aquel que se le puede atribuir a una palabra o expresión en virtud de la situación, el contexto o la intención con que se use. Por ejemplo: “Se le salía el corazón por la boca de la emoción”. El sentido figurado es más propio de la literatura, la poesía o el humor, es decir, formas de expresión que se enriquecen en la ambigüedad.
Vea también Sentido figurado.
En cambio, el sentido literal es aquel que una palabra o expresión tiene en sí, que se ciñe a su sentido original, que no está sujeto a interpretaciones, contextos o intenciones. Por ejemplo: “El sujeto entró al salón y se ubicó en una mesa junto a la puerta”. El sentido literal es común en textos de carácter informativo o científico.