¿Qué fue la Revolución francesa?
Revolución francesa designa un conjunto de eventos desarrollados entre el 5 de mayo de 1789 y el 9 de noviembre de 1799 en Francia, los cuales condujeron a la caída del régimen absolutista, mejor conocido como Antiguo Régimen.
Puso fin al absolutismo francés y los privilegios feudales; promovió el ascenso político de la burguesía, proclamó los Derechos del Hombre; asentó las bases del republicanismo, la democracia moderna y la soberanía popular, e inspiró los movimientos libertarios del siglo XIX. Todo ello bajo la consigna «libertad, igualdad y fraternidad».
Comenzó tras una reunión de los Estados Generales del reino para dar solución a la crisis económica de Francia. Pero pronto se desató la lucha por transformar el Antiguo Régimen en una monarquía constitucional y, poco después, por establecer una república.
La revolución francesa se considera el punto de inicio de la Edad Contemporánea junto con la primera revolución industrial. Algunos investigadores se refieren a este proceso como “la doble revolución”.
Causas de la Revolución francesa
- Propagación de las ideas de la Ilustración. Entre las ideas más influyentes, estaba el liberalismo, que proponía la separación de poderes, la igualdad ante la ley y la libertad individual.
- Creciente desigualdad socioeconómica. Marcada por la caída de la producción y el consumo, la escasez, la inflación y el desempleo.
- Desigual carga tributaria. Tanto la nobleza como el clero gozaban de privilegios que les exoneraban de los tributos. Por lo tanto, la carga fiscal cañida fundamentalmente sobre burgueses y campesinos.
- Crecimiento acelerado de la población. Entre los años 1700 y 1789 la población creció en un 44%, lo cual supuso un reto en plena crisis económica.
- Incapacidad del Estado para cubrir la deuda pública. Fue consecuencia de la mala gestión de la monarquía absolutista y su elevadísimo nivel de gasto. Entre ellos, la participación de Francia en la financiación de la guerra de independencia de Estados Unidos.
- Crisis política. Mientras en Europa crecía el depotismo ilustrado, que había modernizado las sociedades y regímenes, el rey de Francia se resistía a una reforma del Estado y mantenía el absolutismo. Se produce entonces una disputa en torno a la representación política.
Resumen de la Revolución Francesa
Durante el reinado de Luis XVI, Francia pasaba por una profunda crisis económica y política. Sin recursos para cubrir la deuda pública, el monarca convocó a los Estados Generales de Francia, una reunión de diversos cuerpos representativos del reino, que solo se reunía en situaciones de emergencia nacional. Los Estados Generales estaban formados por tres estamentos o estados:
- Primer Estado o la nobleza (con 270 representantes).
- Segundo Estado o el clero (con 291 representantes).
- Tercer Estado o el pueblo (con 578 representantes de las ciudades, llamados burgueses).
A partir de ese momento, comenzaría un giro revolucionario en la historia de Francia que solo culminaría en 1799.
Etapas de la Revolución francesa
La Revolución francesa abarcó diez años, los cuales fueron muy tumultuosos. Por ello, para comprenderla es mejor separar cada una de sus etapas.
1789: los Estados Generales
Aguste Couder: Inauguración de los Estados Generales de Francia el 5 de mayo de 1789, óleo sobre tela, 400 x 715 cm, Musée national du château et des Trianons, Versalles.
Las sesiones de los Estados Generales comenzaron el 5 de mayo de 1789. El Tercer Estado proponía limitar el poder real y reformar la monarquía, en cuanto que las opiniones del Primer y el Segundo Estado estaban divididas. El Tercer Estado pidió que todos los miembros votaran individualmente y no por estamento, como era costumbre. Al verse en minoría, los conservadores se negaron.
El sacerdote Emmanuel-Joseph Sieyès sugirió al bajo clero y a la pequeña nobleza desconocer los estamentos y sumarse al Tercer Estado, al que consideraban representante de la nación. 149 religiosos y dos nobles aceptaron. Entonces, el Tercer Estado declaró la Asamblea Nacional, cuya primera sesión fue el 17 de junio de 1789.
El rey Luis XVI quiso disolver los Estados Generales, pero la Asamblea pudo reunirse en otra sala del palacio de Versalles, llamada Sala del Juego de la Pelota. Allí los asambleístas prometieron no separarse hasta redactar una constitución y proclamaron la Asamblea Constituyente. Este episodio e conoció como el Juramento del Juego de la Pelota.
1789-1791: la toma de la Bastilla y la Asamblea Constituyente
Charles Thévenin: Toma de la Bastilla el 14 de julio de 1789, 1793, óleo sobre lienzo, 41 x 58,5 cm, Museo Carnavalet, París.
Luis XVI envió a sus soldados contra la asamblea y destituyó al ministro Jacques Necker, que gozaba de gran popularidad. La medida solo alentó la toma de la Bastilla por parte del pueblo el 14 de julio de 1789, acción que liberó a los presos de aquella fortaleza. Este evento representa a la vez la aparición del pueblo llano de París como un actor de la revolución y su primer triunfo.
El rey tuvo que ceder y, más tarde, la Asamblea Constituyente proclamó los Derechos del Hombre y del Ciudadano el 26 de agosto de 1789. Pero la crisis continuaba, y los días 5 y 6 de octubre de ese año el pueblo se sublevó y llevó a cabo la marcha de Versalles, en la cual reclamaban alimento y reformas sociales. Los monarcas fueron trasladados al Palacio de las Tullerías en París, donde permanecieron bajo custodia.
El 3 de septiembre de 1791 se aprobó la primera Constitución de Francia. En ella se estableció una monarquía constitucional y la separación de los poderes (judicial, ejecutivo y legislativo). También se aprobó la confiscación de bienes del clero y la nobleza, se suprimió la nobleza hereditaria y se eliminaron los privilegios feudales.
1791-1792: la Asamblea Legislativa
Thomas Falcon Marshall: El arresto de Luis XVI y su familia en la casa del registrador de pasaportes, en Varennes en junio de 1791, 1854, óleo sobre lienzo, 105 x 142,5 cm.
Cumplida su misión, la Constituyente se disolvió el 30 de septiembre de 1791 y dio inicio a la nueva Asamblea Legislativa el 1 de octubre de 1791. Esta reunió diferentes tendencias políticas, organizadas en clubes o sociedades de pensamiento (antecedente de los partidos políticos). Entre los progresistas, destacaron los siguientes:
- Club de la Gironda o girondinos: favorable a la monarquía constitucional y al sufragio censitario, es decir, solo para personas con ciertas características. Destacó el liderazgo de Jacques Pierre Brissot.
- Club de los Jacobinos o Club de los Amigos de la Constitución: favorable a la república. Destacó el liderazgo de Maximilien Robespierre.
- Club de Cordeliers o franciscanos: favorable a la república y al sufragio universal masculino, bajo el liderazgo de Jean-Paul Marat y Georges-Jacques Danton.
Los monarcas intentaron huir en la llamada Fuga de Varennes, entre el 20 y 21 de junio de 1791. Al ser descubiertos, decayó aún más su autoridad y las facciones republicanas de la asamblea se radicalizaron, temerosas de una reacción absolutista.
En la llamada Jornada del 10 de agosto de 1792 se produjo una insurrección, esta vez en el Palacio de las Tullerías. La insurrección provocó la suspensión de las funciones constitucionales del monarca y su detención, e impulsó elecciones para un nuevo parlamento, llamado Convención Nacional.
1792-1795: la Convención Nacional y el reinado del Terror
Ejecución de Luis XVI el 21 de enero de 1793. Grabado en color.
Austria y Prusia intentaron contener la Revolución francesa por la fuerza. Para ello formaron una coalición. Eventualmente, contaron con el apoyo de las monarquías de Rusia, Gran Bretaña y España, entre otras.
La crisis continuaba, pero finalmente, se aprobó la nueva Constitución de 1793. Con esta constitución nacía oficialmente la Primera República.
La Convención Nacional se radicalizó durante la guerra. Entre el 5 y 6 de abril de 1793 se creó el Comité de Salvación Pública bajo el liderazgo de Robespierre, al cual se le otorgaron plenos poderes para la defensa de la república.
Pero el Comité impulsó una violenta represión, dando inicio al llamado Reinado del Terror o El Terror. El Reinado del Terror tuvo dos momentos: el más conocido fue el Terror Rojo, bajo el liderazgo de los jacobinos, y el Terror Blanco, impulsado por una coalición altijacobina.
El Terror Rojo se desarrolló entre 1739 y 1794. Los jacobinos ejecutaron a Luis XVI y a María Antonieta de Austria; persiguieron a los disidentes, y guillotinaron también a más de diez mil personas sospechosas de «traición», entre ellas a los girondinos. Esto provocó la reacción de los antijacobinos, quienes formaron una coalición y asumieron el blanco como su símbolo.
Los antijacobinos detuvieron a Robespierre y lo guillotinaron en julio de 1794. Al día siguiente, formaron la Convención termidoriana, mejor conocida como la Reacción de Termidor. Así empezó otra etapa de persecución y terrorismo de Estado, esta vez contra los jacobinos. El Terror Blanco se extendió desde julio de 1794 hasta noviembre de 1795.
1795-1799: el Directorio y el ascenso de Napoleón Bonaparte
François Bouchot: El General Bonaparte y el Consejo de los Quinientos, en Saint-Cloud. 10 de noviembre de 1799, 1840, óleo sobre lienzo, 401 × 421 cm, Palacio de Versalles.
En el año 1795 se aprobó una nueva Constitución, la cual establecía el voto censitario y la reforma del poder ejecutivo. Este pasaría a estar conformado por cinco miembros, y se llamaría el Directorio. Pero a lo largo de su administración hubo diversos levantamientos populares.
La constante inestabilidad provocó el ascenso de Napoleón Bonaparte al poder el 9 de noviembre de 1799, a través del golpe de Estado conocido como el 18 de Brumario. Este período se llamó el Consulado y marcó el fin de la Revolución francesa y el advenimiento de una nueva etapa para el país galo.
Ver también:
Consecuencias de la Revolución francesa
Eugène Delacroix: La libertad guiando al pueblo o El 28 de julio, 1831, óleo sobre lienzo, 260 x 325 cm, Museo del Louvre, París. Nótese el gorro frigio sobre la personificación de la Libertad y la República francesa.
Consecuencias políticas e ideológicas
- Fin del Antiguo Régimen.
- Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano.
- Creación de la República francesa y separación de los poderes públicos.
- Sustitución de los estamentos sociales por la noción de ciudadanía.
- Fortalecimiento de la burguesía como clase dominante.
- Separación del Estado y la Iglesia.
- Transformación del sistema de justicia, ahora guiado por el derecho.
- Despertar de una ola de agitación revolucionaria en Europa y América.
- Nuevos enfrentamientos bélicos por la restauración del Antiguo Régimen.
- Ascenso de Napoleón Bonaparte al poder.
Consecuencias económicas
- Crecimiento del número de pequeños propietarios.
- Eliminación de los privilegios fiscales basados en criterios estamentales.
Consecuencias militares
- Formación del primer ejército nacional de Europa.
- Establecimiento de la recluta obligatoria.
Consecuencias socioculturales
- Reforma educativa y establecimiento de la educación gratuita y obligatoria.
- Aparición de los museos públicos modernos y exhibición de las colecciones artísticas confiscadas.
- Impulso del arte neoclásico, comprometido con los valores revolucionarios.
- Establecimiento de los símbolos patrios:
- Nombramiento de la Marsellesa como himno nacional.
- Personificación de Francia como la Marianne, una mujer que porta gorro frigio.
Ver también:
Referencias
Gombrich, Ernst: Breve historia del mundo. Barcelona: Ediciones Península, 2007.
Hobsbawn, Eric: Las Revoluciones burguesas 1789-1848. Barcelona: Crítica, 1964.
Rhenan Segura, Jorge: Las sociedades de pensamiento y la revolución francesa. Contribución al estudio de las ideas filosóficas entre 1750-1800. Revista de Filosofía de la Universidad de Costa Rica. Nº. 66, 1989.