Qué es Reciclar:
Reciclar es someter un material usado o un desperdicio a un proceso en el cual se recupera, total o parcialmente, la materia prima o los componentes que fueron utilizados para su elaboración, de modo que puedan volver a ser aprovechados.
En este sentido, reciclar supone el aprovechamiento de los desechos que producimos, bien para reutilizarlos, bien para transformarlos en nuevos productos, o bien para darles un nuevo uso, diferente de aquel para el cual fueron concebidos.
Como tal, reciclar es una alternativa sustentable al consumismo, pues evita la extracción de nueva materia prima y reduce el uso de energía para la producción de nuevos productos, todo lo cual trae como consecuencia una disminución de la contaminación generada por el ser humano. Así, reciclar es una manera de contribuir con el medio ambiente.
No obstante, reciclar no supone un proceso sencillo, sino que consta de varias etapas en una cadena que va desde la recolección de los desechos y su trasporte, hasta las plantas donde estos son clasificados y su reciclaje final.
Una forma de colaborar con el reciclaje es realizar en el propio hogar la separación de los desechos para luego colocarlos en los contenedores dispuestos para tal fin, e identificados y diferenciados según el tipo de desechos que reciban.
Algunos de los materiales que podemos reciclar son vidrio, papel, metal, plástico, telas y algunos componentes electrónicos.
Reciclar, por otro lado, también supone dar información a profesionales y técnicos, bien para que amplíen y actualicen sus conocimientos, o bien para formarlos para desempeñarse en especialidades distintas a las suyas.
Reducir, reutilizar y reciclar
Como reducir, reutilizar y reciclar se conoce una estrategia de tratamiento para los desechos cuya finalidad principal es la disminución de la producción de residuos a partir de hábitos de consumo responsable. Como tal, se desarrolla en tres etapas que consisten en 1) reducir la producción de objetos que, después de ser utilizados, deban ser desechados; 2) reutilizar los productos de modo que puedan aprovecharse para su mismo fin o uno diferente, y 3) reciclar los residuos para ser empleados nuevamente para la elaboración de nuevos productos. También se le conoce como la regla de las 3R.