Qué es Pienso, luego existo:
“Pienso, luego existo”, “cogito ergo sum” en latín o "I think, therefore I am" en inglés, es una frase del filósofo y matemático francés René Descartes (1596-1650), la cual resume su proceso intelectual y filosófico que afirma que la única forma de encontrar la verdad es mediante la razón.
Explicación del proceso intelectual y filosófico de "Pienso, luego existo"
Descartes procuraba establecer una verdad absolutamente evidente mediante un sistema deductivo sosteniendo que el cogito o pensamiento, que son todos los actos conscientes del espíritu, implica siempre duda.
Dudar de todo, según Descartes, es sólo un procedimiento metodológico para encontrar una verdad indubitable, por lo tanto es una duda metódica y no una postura mental definitiva.
Gracias al criterio de la duda se comienza a dudar sobre todo pero no se pudo escapar a la duda recurrente de que “está dudando”, por lo tanto la única duda que no puede eliminar es la duda misma.
Descartes luego llega a la conclusión que si no es posible eliminar la duda, por lo menos no puede dudar de que piensa que está dudando. Por lo tanto “yo pienso” derivaría a dos únicas conclusiones: primero que pienso y luego que existo.
La evidencia de Descartes sobre la indubitabilidad de que dudo porque pienso y porque soy, resultaría en la célebre frase “Pienso, luego existo” acuñada en su libro “Discurso del Método” escrita en el año 1637 en Leiden, Holanda.
René Descartes estaba convencido de que la opinión y experiencia común de la humanidad no eran confiables para buscar la verdad, así que resolvió idear un nuevo sistema que pudiese librarse de ellas.
Descartes crea entonces un método que implicaba un instrumento matemático de deducción pura que deriva de una razón absoluta proyectando así la idea de un universo mecanístico, todo funciona como un mecanismo.
René Descartes fue aún más lejos con sus indagaciones filosóficas de la razón afirmando que, a pesar de que todos tenemos una mente y un cuerpo, la única certeza es la existencia de la mente (pensamiento, razón) pues no se puede estar seguro ni que nuestro cuerpo existe.