Qué es Olfato:

Se conoce como olfato a uno de los cinco sentidos que permite percibir y distinguir los olores. La palabra olfato es de origen latín “olfactus”.

El órgano principal que se encarga de descubrir y diferenciar los olores varía de acuerdo a las especies; con respecto a los seres humanos, es la nariz que percibe los olores, mientras que en los insectos, es una función desempeñada por las células sensoriales localizadas cerca de la boca o antenas.

La fisiología del olfato comienza cuando el aire junto con las moléculas entra por las fosas nasales. En el interior de la nariz, existen 3 cornetes, rodeados de una membrana con nombre pituitaria, que se encarga de calentar el aire antes de que llegue a los pulmones. La membrana pituitaria contiene receptores olfativos, los encargados de recoger las sustancias químicas que se enviara al bulbo olfativo a través de las fibras nerviosas, y a su vez al cerebro para identificar los olores descubiertos.

Por otro lado, en sentido figurado, la palabra olfato es utilizada para señalar a los individuos que presentan perspicacia para descubrir un asunto que no es evidente o que posee grado de dificultad para resolverlo. Por ejemplo; Carlota tiene un buen olfato para las negociaciones.

En relación a lo anterior, olfato jurídico entendido como el individuo que permite descubrir diferentes alternativas para ofrecer en corto tiempo la mejor solución al problema planteado por el cliente.

En inglés, la palabra olfato es “smell”. Ahora bien, en el caso de referirse a la segunda definición señalada anteriormente, es convertida en “instinct”.

Olfato y gusto

El gusto y el olfato están estrechamente relacionados. Las papilas gustativas localizadas en la lengua son responsable por la identificación de los sabores, para distinguir entre lo dulce, salado, amargo y agrio.

Muchas veces los olores son fundamentales para identificar sabores más complejos o iguales, por ejemplo, es posible distinguir el sabor de una manzana y pera que ambos son dulces. Es por ello, que cuando no funciona correctamente la capacidad olfativa, el paladar queda comprometido y en ocasiones el individuo siente que todo aquello que ingesta no posee sabor.

Estructura del olfato

Constituido por las siguientes partes:

  • Nariz: ubicada en el medio de la cara, de forma más o menos piramidal. Dividida interiormente por un tabique vertical y dos cavidades llamadas fosas nasales.
  • Fosas nasales: en la parte de arriba contiene una lámina cribosa del etmoides y una parte del esfenoides, a los lados se ubican las masas laterales del etmoides que forman los cornetes superior, medio e inferior.
  • Cornetes: encargados de humidificar y calentar el aire que llega a los pulmones y filtrar el aire que respira el individuo.
  • Vellosidades: su función es limpiar el aire que entra por las fosas nasales.
  • Bulbo olfatorio: región del sistema nervioso central que procesa la información procedente del epitelio olfatorio, capaz de detectar los olores, y a su vez la dirige a estructuras superiores del cerebro.
  • Nervio olfativo: encargado de transmitir el impulso nervioso hacia el cerebro para elaborar una respuesta al estímulo olfativo.
  • Pituitaria: membrana mucosa que se divide en dos parte:
  1. Pituitaria amarilla: localizada en el alto de la cavidad nasal, es rica en terminaciones nerviosas y sus células olfativas envían al cerebro impulsos, que luego de ser interpretados producen sensaciones que permiten que los olores sean sentidos.
  2. Pituitaria roja: se ubica en la parte inferior de la cavidad nasal, está compuesta por diversos vasos sanguíneos y por glándulas secretoras, responsables por mantener la región humedad para calentar el aire que lleguen a los pulmones y evitar que las vías respiratorias se resequen.
  • Ramificaciones nerviosas: también conocidas como receptores olfatorios. Se encargan de transmitir impulsos de las células olfatorias al bulbo olfatorio.

Olfato de los animales

El olfato de los individuos es mucho menos desarrollado que el de los animales. Esto es, en los seres humanos, las células olfativas cubren 10 cm2 de la nariz, en los cachorros 25 cm2 y en los tiburones 60 cm2. Asimismo, una persona posee cerca de 20 millones de células sensoriales, y los caninos gozan de 100 millones de células sensoriales.

Un animal puede sentir un determinado olor con 200 mil moléculas de una sustancia por metro cúbico de aire, en cambio, un ser humano necesita de 500 millones de moléculas de la sustancia por metro cúbico de aire para conseguir percibir el olor. Es por ello, que los animales poseen la capacidad de sentir olores imperceptibles por los seres humanos, por lo que son usados por el ser humano para obtener beneficios, como detectar materias ilegales y/o peligrosas, escapes de gas y fallos eléctricos, encontrar personas desaparecidas por desastres naturales u otra causa.

También, el olfato del animal permite detectar células cancerígenas, entre otras enfermedades.

Enfermedades olfativas

  • Anosmia, pérdida del olfato.
  • Hiposmia, aumento de la sensibilidad a los olores.
  • Sinusitis, la mucosa de los senos paranasales se inflama, acompañado de fuertes dolores de cabeza.
  • Rinitis, afecta a la mucosa nasal, acompañada de estornudos, obstrucción, secreciones nasales, falta de olfato.
  • Polipos, tumores que aparecen en las membranas de las mucosas irritadas.

No obstante, existen ciertas enfermedades que pueden afectar el olfato como:

  • Parkinson.
  • Alzheimer.
  • Enfermedades endocrinólogas.
  • Disturbios nutricionales.
  • Problemas respiratorios.
  • Tumores en la nariz o cerebro.
  • Traqueotomía.