Qué es la Meritocracia:

La meritocracia es un sistema basado en el mérito. Esto es, las posiciones jerarquizadas son conquistadas con base al merecimiento, en virtud, del talento, educación, competencia o aptitud específica para un determinado puesto de trabajo.

La sociedad meritocrática suele integrar el concepto de talento con esfuerzo. Como tal, es un concepto relacionado a la prevalencia proporcionada entre la capacidad intelectual que posee el individuo con el conjunto de actividades enlazadas al puesto de trabajo.

El término es muy utilizado especialmente en el área de administración, específicamente en administración pública, e inclusive se originó los concursos públicos, con el objetivo de combatir la sucesión de cargos y el nepotismo, prevaleciendo las competencias sin estar relacionadas con los enchufes o favores, relaciones sanguíneas, entre otras causas.

Vea también Nepotismo

En relación a lo anterior, también la meritocracia es utilizada en organizaciones privadas, lo que llevo a las mismas adoptar criterios de valorización para sus empleados, y así poder desempeñar las funciones de acuerdo a sus capacidades y habilidades.

La meritocracia permite crear una sociedad justa, ya que todo lo logrado por los individuos es por sus esfuerzos y méritos a lo largo de su vida, y no por otras causas como su apellido, riqueza, sexo, religión, política, entre otras.

En referencia a este punto, existen opiniones de sociólogos e investigadores que indican que la meritocracia es una ideología que sirve para justificar a los que ocupan posiciones de privilegios, y responsabilizar aquellos que no realizaron el esfuerzo necesario para poseer los conocimientos para ganar.

Existen según el área en que desenvuelve diferentes tipos de meritocracias. Por ejemplo, la meritocracia educativa es aquella que valora los esfuerzos y la trayectoria de un docente; la meritocracia laboral es aquella que valora a los empleados que han conseguido cumplir constantemente con los objetivos fijados; la meritocracia en una empresa puede ser considerada laboral pero privilegia la trayectoria de un empleado en la posición que ejerce.

A pesar de lo anterior, se puede deducir que la meritocracia no es tal como se presenta. Por ejemplo, para obtener una matrícula en las mejores universidades de un país, se necesita mucha capacidad intelectual lo cual los individuos con un gran poder adquisitivo se prepara con excelentes profesores particulares, que en ocasiones ya posee conocimientos de cómo serán las evaluaciones, evidenciándose una diferencia con quienes no poseen poder económico para prepararse de tal manera. Tomando en consideración, a todos aquellos que sin poder económico, y por sus propios méritos logran el objetivo.

Por otro lado, meritocracia ha sido usada en sentido peyorativo para indicar que los puestos principales son ocupados por los individuos que pertenecen a una clase dominante o privilegiada. No obstante, la práctica antimeritocrática, conlleva a que el sistema, específicamente las instituciones públicas y privadas reduzcan sus resultados y efectividad.

En inglés, meritocracia es meritocracy.

Vea también Mérito.

Origen etimológico

El término meritocracia es de origen latín merĭtum que significa "debida recompensa", a su vez de mereri que expresa "ganar", "merecer"; el sufijo -cracia del griego krátos, o κράτος que simboliza “poder", "fuerza”, y el sufijo -ia de "cualidad".

El término apareció por primer vez en el libro Rise of the meritocracy, del sociólogo Michael Young, siendo desarrollado en sentido negativo ya que establece que la clase social dominante viene desarrollada por la fórmula: "Coeficiente Intelectual + Esfuerzo = Mérito".