Qué es Liberalismo económico:
Como liberalismo económico se conoce la doctrina económica que fundamentalmente propone limitar la intervención del Estado en los asuntos económicos.
Surge en el siglo XVIII, durante la Ilustración, como consecuencia de la pugna contra el sistema político-económico absolutista. En este contexto, las revoluciones burguesas europeas, producidas en el periodo que va de 1789 a 1848, dan lugar a un nuevo tipo de Estado, conocido como Estado liberal.
El liberalismo económico fue inicialmente formulado por Adam Smith en su libro Causas y consecuencias de la riqueza de las naciones (1776), donde sostiene que las relaciones comerciales deben hacerse en un marco de libertad e igualdad de condiciones, de modo que sean las propias fuerzas del mercado y las dinámicas propias del juego de la oferta y la demanda las que regulen y equilibren la economía. En este escenario, el papel del Estado se reduciría, pues, a la defensa de la libertad de la actividad económica.
Para Smith, en libertad, la conducta humana llevaría naturalmente al hombre a buscar su propio beneficio, y, en ese proceso, motorizaría el proceso productivo de la nación, el cual debería conducir a la riqueza y el progreso y, por lo tanto, al bien común de toda la sociedad.
En este sentido, algunos de los principios fundamentales del liberalismo económico son la libertad de acción, la defensa de la iniciativa privada como forma de progreso, el rechazo a la injerencia estatal en materia económica, y la idea del trabajo como fuente de riqueza.
Durante el siglo XIX, el liberalismo económico ganó terreno. El crecimiento de los mercados y de los factores de producción impulsó a que los gobiernos, influenciados por los industriales, comerciantes e inversionistas, adoptaran una serie de medidas económicas de corte liberal, como la libre circulación de productos, de capital y de trabajadores. Así, se aceleró el proceso de industrialización, la creación de mercados mundiales y el surgimiento de grandes empresas.
El liberalismo en un principio trajo una cierta igualdad política que, sin embargo, no se vio reflejada en el campo económico y social. De esta grieta, surge el pensamiento marxista, profundamente crítico del sistema liberal.
Hoy en día, suele afirmarse que el liberalismo económico camina de la mano con los principios del liberalismo político, entre los cuales están el respeto a la ley, a las libertades, el estado de derecho, la separación de poderes y el orden democrático.
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