Qué es un laberinto
Un laberinto es una construcción hecha con uno o varios caminos que engañan a quien lo recorre para dificultar el encuentro de la única salida.
Existen dos tipos de laberintos, los laberintos de un único y complejo camino llamados unicursales y los laberintos multicursales compuestos por varios caminos característicos de los laberintos de parques y jardines.
En inglés, la palabra laberinto unicursal se traduce como labyrinth y laberinto multicursal como maze.
Laberinto del Minotauro
En la mitología griega, el laberinto del Minotauro o laberinto de Creta fue construido por Dédalo para contener al Minotauro, hijo de la reina cretense Pasífae y un toro blanco.
Cuenta el mito que el rey Minos, esposo de Pasífae e hijo de Zeus, no cumple su promesa de sacrificar al toro blanco que Poseidón había hecho emerger del agua para ser el tributo que aseguraría la victoria deseada por el propio Minos.
El rey Minos fue castigado con la posesión de Pasífae por una atracción incontrolable por el toro blanco de cuya relación nace el Minotauro, que solo se alimentaba de humanos. En el laberinto del Minotauro se ofrecía anualmente a catorce jóvenes de las familias nobles de la ciudad como alimento al monstruo.
Finalmente, Teseo decide ofrecerse como tributo un año para matar al Minotauro y terminar con este castigo. Antes de partir, Teseo y la hija del rey Minos, Ariadna se enamoran. Ariadna, sabiendo que uno de los desafíos del laberinto es el encuentro de la salida, regala a Teseo un ovillo de hilo de oro que lo ayudará en esa tarea después de haber matado al monstruo cabeza de toro y cuerpo de humano.
Laberinto de Chartres
El laberinto de la catedral de Chartres, ubicado en Francia, fue construido en la nave mayor de la catedral en el año 1220. El identificado laberinto es uno de los más famosos, y de los pocos que perduraron con el paso del tiempo, visitado y admirado por peregrinos e historiadores.
En el siglo III, los cristianos de Europa acostumbraban peregrinar hasta la Tierra Santa. Debido a las dificultades de la época de las cruzadas, surgió el laberinto como recurso simbólico y místico en algunas catedrales, cuyo recorrido reemplazaba la peregrinación.