Qué es La avaricia rompe el saco:
El refrán "La avaricia rompe el saco" nos advierte en contra los peligros de la avaricia y de la codicia, prácticas negativas que, de tanto pretender el control sobre los bienes o las ganancias, acaban por ser causa de la temida pérdida.
El dicho proviene de una antigua imagen o leyenda popular en la cual un ladrón iba llenando un saco con las monedas que robaba. Cuando llenó el saco, lo apretó para abrir espacio para más y este se rompió, perdiendo todo el dinero recolectado.
Existe una forma más antigua de este dicho en la que la palabra "avaricia" era sustituida por la palabra "codicia", pero ambas versiones ofrecen significados semejantes. Esta variante antigua sigue vigente en algunas sociedades hispanas de la actualidad.
Al lado de esta, otros dichos populares se relacionan con este y con su significado. Por ejemplo: "Abad avariento, por un bodigo pierde ciento" o "El hombre avariento, por uno pierde ciento".
En este sentido, vivir en función del temor por perder lo que se tiene se concierte en causa de la pérdida, un principio que en psicología se denomina "profecía auto-cumplida".
Para la sabiduría popular, quienes se desesperan por concentrar los bienes y la riqueza, pierden la perspectiva y se arriesgan a sufrir el efecto contrario al deseado. De esta manera, la sabiduría popular condena moralmente las actitudes de avaricia, codicia, ambición desmedida, desorden, apego a los bienes y falta de sentido común.
Hay que recordar que la avaricia es uno de los pecados capitales, razón por la cual es condenada en las diferentes culturas. Es justamente la naturaleza de la avaricia la causa del mal.
Vea también Avaricia y Pecados capitales.