Qué es Infidelidad:
La infidelidad es la falta de fidelidad que alguien manifiesta a algo o a alguien, a una fe o a una doctrina. La palabra, como tal, proviene del latín infidelĭtas, infidelĭtātis.
La infidelidad implica falta de constancia o firmeza, bien sea en los afectos, las ideas, las obligaciones o los compromisos.
Podemos hablar, por ejemplo, de infidelidad en las relaciones amorosas cuando uno de los dos involucrados quebranta el compromiso de exclusividad de la pareja, establecido de mutuo acuerdo (informalmente) o por matrimonio (formalmente), al mantener una relación con una persona externa a la pareja de forma ocasional o continua.
Ser infiel a la pareja, pues, significa romper con el pacto afectivo en el cual se basa la relación de pareja, y es considerada una falta grave; acusada de traición, deslealtad, engaño e, incluso, humillación. Lo opuesto a la infidelidad es la fidelidad.
Vea también Fidelidad.
La infidelidad es una convención cultural que se establece en función de un conjunto de valores y creencias que definen aquello que se considera una “conducta infiel” en una sociedad, y que incluso puede variar en función de si quien lo hace es un hombre o una mujer.
En la cultura occidental, regida por lo general bajo un esquema de valores judeocristianos, se establece como normal la conducta monógama, fuera de la cual se estaría incurriendo en una falta a la infidelidad.
En culturas orientales, sin embargo, como la islámica o algunas culturas africanas, la poligamia es permitida a los hombres, de modo que el hecho de tener varias esposas es admitido por la sociedad y es consentimiento por las otras esposas.
De cualquier forma, en nuestra cultura la infidelidad es considerada una falta a los fundamentos mismos de la relación amorosa o conyugal. Se considera que atenta contra la institución de la familia, y es un hecho repudiado abiertamente, razón por la cual la infidelidad siempre se intenta mantener en secreto.
La infidelidad puede presentarse, fundamentalmente, de dos formas:
- Infidelidad sexual, que se basa en la atracción física y las relaciones sexuales, e
- Infidelidad emocional, donde hay sentimientos involucrados, pero no necesariamente se produce el contacto sexual.
Las causas de la infidelidad son variadas. Pueden relacionarse con insatisfacción sexual, con aburrimiento, necesidad de experimentar nuevas emociones, búsqueda de novedad, narcisismo, venganza, desenamoramiento, insatisfacción emocional, problemas de comunicación con la pareja, como respuesta a una crisis, etc.
La infidelidad es una de las principales causas de divorcio en nuestras sociedades contemporáneas. Puede tener consecuencias devastadoras a nivel emocional y psicológico para las personas involucradas, especialmente para quien ha sido víctima de engaño.
Vea también Divorcio e Infiel.
Conviene apuntar, también, que la infidelidad puede presentarse en distintos ámbitos de la vida, no solamente en el plano amoroso, sino también en el compromiso moral que se profesa hacia una creencia religiosa, como el catolicismo o el islam.
Infidelidad según la Biblia
La infidelidad, denominada en la Biblia como adulterio, es aquel acto en el cual un hombre o una mujer tienen relaciones con una persona distinta a aquella con quien están casados.
La Biblia lo presenta como un acto vergonzoso, que obliga a ocultarse: “El ojo del adúltero espera el anochecer, diciendo: ‘Ningún ojo me verá, y disfraza su rostro’” (Job, 24: 15).
La Biblia condena la infidelidad cuando en Levítico (18: 20-22) dice expresamente que acostarse con una persona distinta al cónyuge supone una abominación a los ojos de Dios.
Y advierte el castigo impuesto al adúltero en la ley que dio el Señor al pueblo de Israel: “Porque todo el que haga cualquiera de estas abominaciones, aquellas personas que las hagan, serán cortadas de entre su pueblo (Levítico, 18: 29)
La infidelidad, pues, supone, desde el punto de vista de la religión cristiana, una ruptura de la promesa que se ha hecho ante Dios al momento de contraer matrimonio.
Vea también Antivalores.