Qué es Ímpetu:
Como ímpetu denominamos el impulso, la fuerza o la violencia de alguien o algo, el movimiento violento y acelerado de una cosa, o la vehemencia o ardor con que alguien se conduce en determinadas situaciones. La palabra, como tal, proviene del latín impĕtus.
Así, podremos decir, por ejemplo, que alguien sintió el ímpetu de hacer o decir alguna cosa: “Tuve el ímpetu de saltar”; que hicimos o ejecutamos alguna acción o movimiento con ímpetu: “El jugador golpeó con ímpetu el balón”; que algo o alguien se ha movido con ímpetu: “El perro corrió con ímpetu a saludar a su dueño”, o que nos comportamos con ímpetu en alguna situación: “Tuve que actuar con ímpetu para lograr mis objetivos”.
Sinónimos de ímpetu son impulso, fuerza, violencia, vehemencia, brío, ardor, arrebato o arranque.
En inglés, ímpetu puede traducirse como impetus (en física), energy, vigor o force. Por ejemplo: “The force of the waves” (el ímpetu de las olas).
Vea también:
Ímpetu en física
En física, se conoce como ímpetu, o también como cantidad de movimiento, una magnitud vectorial que se obtiene del producto de multiplicar la masa de un móvil por su velocidad en un momento determinado.
Como tal, el ímpetu puede describir el movimiento de un cuerpo en cualquier teoría mecánica. Su fórmula es p=m.v. Para distinguir el ímpetu del momento angular se lo llama también momento lineal.
Por otra parte, se dice que la conservación del ímpetu es posible en sistemas aislados sobre los cuales no actúan fuerzas externas, de allí que en dichos casos el ímpetu total del sistema permanece constante.
Vea también ¿Qué es el Movimiento?
Ímpetu demográfico
Se conoce como ímpetu demográfico la tendencia de una población de continuar creciendo después de haber alcanzado su fecundidad a nivel de reemplazo, es decir, después incluso de que los padres tengan un número suficiente de hijos (es decir, dos) para ser reemplazados. El ímpetu demográfico es un factor muy importante para el crecimiento demográfico.
Una primera consecuencia del ímpetu demográfico es que en los años próximos habrá una cantidad enorme de población joven que entrará en edad reproductiva, lo que implicará que en los años subsiguientes se mantendrá el nivel de crecimiento demográfico gracias a la gran cantidad de personas que estarán teniendo hijos. Cuando esta generación empiece a envejecer y a morir, la población empezará a estabilizarse, puesto que se equilibrarán los nacimientos y las muertes.