La autoestima es el conjunto de percepciones y valoraciones, positivas o negativas, que tenemos sobre nosotros. Por ello, cuando se habla de autoestima, se hace referencia a la aceptación y reconocimiento de nuestras cualidades y defectos físicos (imagen) y personales (actitud).

Tener una alta o baja autoestima dependerá de los valores y el amor recibido en el hogar, así como de la educación que cada individuo posea, lo que en conjunto genera nuestro autoconcepto.

Vea también el significado de Autoestima.

Autoestima alta es estar seguro de sí mismo

Las personas que se sienten seguras de sus capacidades y fortalezas se proponen metas que a futuro les generarán mayores beneficios en su vida. Por ejemplo, conseguir un mejor empleo.

Autoestima alta es tener equilibrio mental

El equilibrio mental es el reflejo de la aceptación de ser quienes somos, lo que implica tener una alta autoestima al reconocer las capacidades, cualidades, dificultades y defectos que tenemos.

Autoestima baja es tener sentimientos de tristeza y soledad

Sentirse triste, desconsolado y con ganas de llorar es sinónimo de baja autoestima y de que se está experimentando una o más situaciones que generan depresión, soledad y lamento. Por ejemplo, cuando un niño no quiere ir para la escuela porque le hacen bullying.

Autoestima alta es saber recibir y dar cariño

Las personas que poseen una alta autoestima saben recibir y ser gratos cuando otros le ofrecen cumplidos o elogios y, de la misma manera, son capaces de reconocer cariño, elogios y cumplidos.

Autoestima baja es castigarnos por ser buenos y no excelentes

Ser exigentes y organizados con las responsabilidades personales, escolares o laborales es importante. Sin embargo, exigirnos más de lo necesario y castigarnos por no alcanzar la máxima puntuación o por no ser los primeros en una competición no es sinónimo de derrota sino de baja autoestima.

Autoestima alta es tener relaciones armoniosas

Tener alta autoestima es reconocer la importancia de estar dispuesto a vivir y disfrutar de relaciones armoniosas en las cuales se respete la individualidad y los buenos tratos.

Autoestima alta es saber tomar de decisiones

Tomar decisiones sin necesidad de consultar a otras personas y asumiendo las responsabilidades de nuestros actos es ejemplo de tener un alto nivel de autoestima. Por el contrario, cuando las personas necesitan consultar a los demás su opinión, eso refleja poca autoestima y seguridad.

Autoestima baja es pensar que se carece de suerte

Envidiar la situación o suerte de otros es un ejemplo de baja autoestima. Lo correcto es no ser envidioso y reconocer que todas las personas tenemos caminos y suertes diferentes por experimentar.