Qué es la Homeopatía:

Se conoce como homeopatía al método terapéutico que trata las enfermedades con sustancias similares a las que provocan en el hombre sano la misma enfermedad.

La homeopatía fue fundada en el año 1805 por Samuel Hahneman, fundamentada en la “ley de los semejantes”, citada por Hipócrates en el año 450 a.C. De acuerdo con esta ley, a los pacientes se les debe de suministrar la misma sustancia que provoca el mal en pequeñas dosis para evitar intoxicaciones y estimular la reacción orgánica.

Con la homeopatía se puede tratar enfermedades agudas (gripe, contusiones, migraña), crónicas (alergia, asma, dermatitis, ansiedad), infecciones (garganta, oídos, urinarias), de cuidados paulatinos, obesidad, trastorno del sueño, dejar de fumar, problemas sexuales, entre otras.

La homeopatía es una medicina holística, ya que trata al hombre como un todo, y no solo la suma de sus partes, ya que la misma apunta que para un correcto tratamiento terapéutico se debe de tomar en cuenta los diferentes aspectos de la persona, y el entorno como su energía y equilibrio.

El homeópata es el médico que se dedica al estudio y a la profesión de la homeopatía, lo cual debe de tener como requisito título universitario de medicina, medicina veterinaria, odontología, o farmacia.

Homeopatía unicista

La homeopatía unicista es una terapia médica natural que consiste en analizar al paciente completo para procurar la causa que origina la dolencia en el mismo.

En virtud de que cada paciente es diferente, el estudio del mismo permite elaborar la medicina propia para él, la cual es elaborada de una en una para así obtener conocimiento de cuál es el el medicamento que actúo en el desequilibrio interno que genera el padecimiento del paciente, para devolverle armonía al organismo.

Existen casos especiales en el cual se deben de suministrar varios medicamentos para activar la acción curativa, generando un poco de confusión al no saber cuál de los medicamentos hizo efecto en el individuo.

Medicamentos homeopáticos

Los medicamentos son realizados a base de sustancias extraídas en la naturaleza (minerales, vegetales o animales), de las cuales existe un conocimiento previo de su potencialidad curativa mediante la experimentación del hombre saludable.

Los medicamentos son pasados por las técnicas de "dinamización" y "potenciación", donde la sustancia es diluida con alcohol o agua destilada, y luego es agitada fuertemente por 10 golpes duros contra un cuerpo elástico, dicho proceso es conocido como "sucusión".

El médico Hahnemann, en el inicio de sus experiencias en la homeopatía, comenzó diluyendo los medicamentos, y en la trayectoria verifico que cuanto más eran diluidos más minimizaban las reacciones indeseables que sentía el paciente.

También noto que diluyendo sucesivamente y agitando las sustancias con fuerzas, y varias veces conseguía mejores resultados, llegando así a las dosis mínimas para evitar las toxicidades de las sustancias, y aumentando el potencial curativo.

Los homeópatas usan tratamientos llamados "nosodes", tomado del material infectado o productos patológicos como secreciones fecales, urinarias y respiratorias, sangre y tejidos. Por su parte los remedios homeopáticos preparados a partir de especímenes sanos son llamados "sarcodes".

Homeopatía en México

México fue el primer país del mundo en reconocer la práctica de la homeopatía, publicado en gaceta por el ex presidente General Porfirio Díaz, el día 31 de julio de 1895.

La homeopatía, en México, fue introducida entre los años 1849 y 1856 por médicos españoles, la mayoría de ellos catalanes. No obstante, dicha práctica surge una inestabilidad a principios de 1918, la cual surge una lucha entre diversas escuelas y persecución de homeópatas.

Luego de 10 años, en el año 1951 se creó "Asociación de Médicos Homeópatas Cirujanos y Parteros del Centro A.C.", y en el año 1960 se crea la “Organización Homeopática de México A.C”, permitiendo a México posicionarse nuevamente a nivel internacional en el campo de la homeopatía.