Qué es Gentilicio:
Un gentilicio es aquel adjetivo o sustantivo que indica relación con un lugar geográfico, bien sea un barrio, una localidad, una ciudad, un estado, una provincia, una región, una entidad política, un país, un continente, etc.
La palabra, como tal, proviene del latín gentilicius, derivado de gentīlis, que significa ‘que pertenece a una misma nación o a un mismo linaje’, de allí que también pueda hacer referencia a gentes o naciones, linajes o familias.
Además, el gentilicio se puede sustantivar, es decir, en lugar de decir “el individuo mexicano”, podemos decir “el mexicano”.
En el idioma español, los gentilicios por lo general se forman con una vasta variedad de sufijos que se añaden a la raíz del topónimo o nombre del lugar de pertenencia, como, por ejemplo: -a, -aco, -aíno, -án, -ano, -ar, -ario, -asco, -eco, -ego, -enco, -eno, -ense, -eño, -eo, -ero, -és, -esco, -í, -iego, -ino, -isco, -ita, -o, -ol, -ota, -uco y -uz, y sus respectivas variantes femeninas.
Asimismo, hay gentilicios particulares, que están relacionados con aspectos históricos, culturales o tradicionales, y que no responden precisamente a la normal formación de gentilicios. Por ejemplo, la gente de Alcalá de Henares, en España, es conocida como complutense, pues deriva de Complutum, nombre con el que era conocida la ciudad en los tiempos de los romanos.
Por otro lado, el gentilicio de cada quien por lo general corresponde con el del lugar de nacimiento o de procedencia, de la persona. Sin embargo, también existe el gentilicio por adopción, que es aquel que se adopta cuando se ha vivido mucho tiempo en un lugar o cuando se ha desarrollado un apego al sitio en que se reside: “Soy limeño de corazón”.
Gentilicio e hipocorístico
El gentilicio es la forma por la que designamos a las personas pertenecientes o naturales de un lugar determinado. Por su lado, el hipocorístico es la designación por la cual se llama a las personas de determinado lugar por cariño, y que con el tiempo adquirieron cierto valor de tratamiento cariñoso, amistoso y hasta jocoso, como los chilangos en Ciudad de México, los cachacos en Bogotá, los porteños en Buenos Aires, los boricuas en Puerto Rico o ticos en Costa Rica. En su inicio, algunos los hipocorísticos fueron peyorativos, pero con el tiempo adquirieron cierto valor cariñoso, amistoso o jocoso.