Las fortalezas y debilidades se refieren a aquellas cualidades positivas y negativas que caracterizan a una persona. Estas pueden constituir oportunidades o amenazas respectivamente para alcanzar objetivos personales, laborales o académicos.

Para que una cualidad sea considerada fortaleza tiene que ser un rasgo dominante en la persona, ser valorada como algo especial en una cultura y tener un opuesto indeseado. Ese opuesto indeseado es lo que llamamos debilidad. Las debilidades, a la inversa de las fortalezas, son defectos rechazados por una cultura. Es decir, son rasgos indeseables.

A continuación presentamos una lista explicada de fortalezas y debilidades contrapuestas. Esto nos permitirá hacer consciencia de su importancia y valor social.

1. Integridad vs. Corrupción

La integridad es una fortaleza que consiste en la capacidad de ser honesto y transparente en nuestras relaciones con las personas y en nuestras actividades, sean laborales o académicas. Una persona íntegra es aquella que hace prevalecer el bien en toda circunstancia.

La corrupción es lo contrario a la integridad y, por ende, es una debilidad. Una persona que no antepone el bien común y los valores en sus relaciones personales y en sus actividades es una persona corrupta y, en consecuencia, indeseable.

2. Afán de superación vs. Conformismo

El afán de superación no es otra cosa que ambición, pero en su sentido positivo. Se trata de un deseo vivo y manifiesto por mejorar, crecer y desarrollarse plenamente hacia la mejor versión de sí mismo. El afán de superación de una persona puede animar a otros a superarse y crea bienestar a su alrededor. La gente con un saludable afán de superación siempre es motivo de inspiración.

El conformismo, en cambio, es una debilidad que consiste en conformarse con la propia realidad e instalarse en ella, mostrando desinterés absoluto por mejorar las cosas y progresar. Las personas conformistas son muy propensas a instalarse en lo que hoy se llama "zona de confort". Esto es contrario al valor de la superación.

3. Empatía vs. Indiferencia

La empatía es la capacidad de ponerse en la situación del otro. Es una fortaleza porque facilita el diálogo, la comprensión y la búsqueda de soluciones conjuntas. La empatía se complementa con la ecpatía, que permite poner límites a la propia sensibilidad frente a los excesos o abusos.

La indiferencia es lo contrario a la empatía y, como tal, es una debilidad, ya que la persona no logra conectar con las necesidades y puntos de vista de otros seres humanos. Con el tiempo, la indiferencia puede generar un comportamiento tiránico pero también aislamiento.

4. Compañerismo vs. Individualismo

El compañerismo es manifestar una actitud cordial y colaborativa con los compañeros de estudio o trabajo, por lo cual es fundamental en el trabajo en equipo.

El individualismo es una debilidad porque, por un lado, implica alienarse respecto del equipo de trabajo y, por el otro, la incapacidad de pedir ayuda cuando es necesario.

5. Solidaridad vs. Egoísmo

La solidaridad es una fortaleza. Ser solidario es brindar apoyo a alguien en un caso de necesidad, incluso fuera del ámbito del grupo inmediato. Por ello, la solidadridad es un valor muy preciado en la sociedad.

El egoísmo consiste en centrar la atención solo en los propios intereses, lo que no solo conduce a la falta de solidaridad sino a prácticas potencialmente dañinas contra los demás.

6. Disciplina vs. Indisciplina

La disciplina es la capacidad de trabajar de manera ordenada y constante por el logro de los objetivos. Es una fortaleza porque permite el mejoramiento constante de la persona, y a la vez es estímulo entre quienes le rodean.

La indisciplina es un comportamiento desordenado tanto en lo que a normas de convivencia se refiere, como en las rutinas de estudio o trabajo. Es una debilidad porque atenta contra la relación armónica de los equipos de trabajo y contra el mejoramiento personal.

7. Responsabilidad vs. Irresponsabilidad

La responsabilidad es ser capaz de responder ante los deberes por voluntad propia. Por ello, es una fortaleza muy valorada.

La irresponsabilidad es la falta de voluntad para cumplir con una obligación. Las personas irresponsables no solo no hacen su trabajo, sino que se resisten a dar una satisfacción por ello a las personas afectadas.

8. Dedicación vs. Perfeccionismo

La dedicación es una fortaleza porque garantiza los mejores esfuerzos de la persona para lograr un trabajo de la mejor calidad posible. Esto redunda siempre en el bien común y en el crecimiento personal. Ser dedicado y esmerado no se riñe con las dificultades cotidianas ni con los errores.

El perfeccionismo suele confundirse erróneamente con la excelencia. El perfeccionista tiene miedo a equivocarse y es inflexible. Dado que la perfección no existe, los perfeccionistas expresan altos niveles de frustración y de intolerancia, lo cual constituye una debilidad.

9. Tolerancia vs. Intolerancia

La tolerancia es la capacidad de aceptar la libre expresión de los demás, independientemente de los desacuerdos. Implica, por ende, un margen valioso de respeto y actitud democrática.

La intolerancia es la incapacidad para aceptar a los demás como son o de aceptar sus ideas cuando estas son contrarias a las nuestras. El intolerante no respeta a los demás y manifiesta un carácter autoritario.

10. Generosidad vs. Mezquindad

La generosidad es la capacidad de compartir aquello que se tiene con los demás. No solo se refiere a las cosas materiales. Ser generoso es también compartir conocimientos y dones, y disponer de nuestro tiempo para ayudar. Esto redunda en el crecimiento mutuo y el espíritu de equipo.

La mezquindad es reservar para sí mismo tanto los bienes materiales como los dones y conocimientos, muchas veces por miedo a ser superados por otros o por un espíritu de rivalidad. La mezquindad impide el crecimiento mutuo y genera resentimiento.

11. Autoconfianza vs. Inseguridad

La autoconfianza implica confiar en las propias potencialidades y rasgos de carácter y darlas a conocer. Esta seguridad y transparencia despierta en los demás la actitud de apertura y confianza en nosotros.

La inseguridad nace de la poca confianza en nuestro carácter o en la calidad de nuestros dones, lo que inhibe la conducta y conduce al aislamiento. Las personas inseguras tienen mucha dificultad en darse a conocer, lo que trae como consecuencia la incapacidad para atraer la atención positiva de los demás.

12. Paciencia vs. Impaciencia

La paciencia es el don de saber esperar y respetar los procesos y sus resultados. Es una fortaleza relacionada con la tolerancia, la disciplina, la flexibilidad y el crecimiento mutuo.

La impaciencia consiste en la incapacidad para esperar el debido tiempo que toma obtener resultados. Es una debilidad porque expresa intolerancia, incapacidad de lidiar con la frustración y abandono de los procesos cuando los resultados no son inmediatos (inconstancia).

13. Resiliencia vs. Rigidez

La resiliencia es la capacidad de procesar y transformar las malas experiencias en aprendizajes para el crecimiento personal. Incluye la capacidad de proteger la propia integridad y la resistencia frente a la presión de las circunstancias.

La rigidez es la actitud contraria a la resiliencia. Las personas rígidas no aceptan la frustración como una posibilidad. Por ende, tienen gran dificultad en evaluar las situaciones y autoevaluarse para adaptarse, aprender y superar la adversidad.

14. Perseverancia vs. Inconstancia

La perseverancia es la cualidad de mantener en alto los objetivos y los esfuerzos necesarios para alcanzar las metas personales, laborales o académicas.

La inconstancia consiste en abandonar los esfuerzos y rutinas para alcanzar las metas, conforme los estados de ánimo del sujeto.

15. Versatilidad vs. Inflexibilidad

La versatilidad es la capacidad de adaptarse con rapidez y eficiencia a diferentes funciones y tareas. Se trata de una fortaleza fundamental para el trabajo, especialmente en una época que demanda cambios constantes tanto del conocimiento como de las estructuras de organización.

La inflexibilidad es la incapacidad para adaptarse a los cambios y a nuevas funciones, según lo ameriten las circunstancias.

16. Motivación vs. Apatía

La motivación es la expresión genuina de interés y alegría en el desarrollo de proyectos y actividades, especialmente cuando estos requieren de empeño y disciplina a mediano o largo plazo. Ayuda en el proceso de animar a los miembros de un equipo para el logro de los objetivos.

La apatía impide sentir interés, pasión o afecto frente a las demandas de la vida y las responsabilidades. Una persona apática no muestra signos de interés ni es capaz de comprometerse en el logro de los objetivos propios o comunes.

17. Proactividad vs. Reactividad

La proactividad es la capacidad de iniciativa que consta en tomar acciones diligentes, necesarias y oportunas, aunque no hayan sido ordenadas. Demuestra integración, espíritu de equipo y responsabilidad.

La reactividad consiste en una actitud pasiva de las personas que solo hacen aquello que se les manda cuando se les manda, es decir, que solo reaccionan. Es una debilidad porque supone la incapacidad de actuar con responsabilidad.

18. Comprensión vs. Severidad

La comprensión es la capacidad de percibir, entender y valorar el punto de vista de los otros, sus circunstancias o posibilidades antes de emitir un juicio. Es fundamental a la hora de brindar una retroalimentación o feedback.

La severidad es juzgar a los demás de manera rígida, haciendo prevalecer el cumplimiento de las normas por encima de los procesos humanos. Quienes así actúan, intimidan a las personas, minan su autoconfianza y atentan contra los procesos de aprendizaje y adaptación.

19. Determinación vs. Indecisión

La determinación es la capacidad de tomar decisiones y tomar acciones coherentes con las mismas. Es una cualidad muy valorada en el trabajo y los estudios, pues demuestra claridad y foco.

La indecisión como rasgo de personalidad es una señal de inseguridad y ambivalencia, que puede afectar no solo a la persona sino al equipo con el cual emrepden algún proyecto.

20. Eficiencia vs. Ineficiencia

La eficiencia es realizar y cumplir con una labor con la mayor calidad posible en el tiempo justo, por lo cual es muy valorada laboralmente.

La ineficiencia es una debilidad porque implica pérdida de tiempo, así como pérdida de recursos económicos que no se ven compensados ni por la calidad de la producción ni por su cantidad.

21. Diligencia vs. Procrastinación

La diligencia como fortaleza se refiere a la solución rápida y oportuna de las demandas cotidianas que, aunque no sean urgentes, son necesarias. En palabras simples, "no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy". Actuar con diligencia brinda la tranquilidad de saber que todo marcha en orden y evita que pequeñas tareas se acumulen hasta crear grandes problemas.

La procrastinación es lo opuesto a la diligencia. Consiste en el hábito adquirido de postergar o posponer la respuesta o la solución a las demandas del día a día, para ocupar el tiempo en cosas insignificantes. Las demandas no atendidas se acumulan o magnifican hasta crear problemas que pueden llegar a ser irresolubles.

22. Asertividad vs. Pasividad

La asertividad es la capacidad de comunicarse en la defensa de nuestros valores, ideas, criterios o sanos intereses de manera firme, empática, respetuosa y, sobre todo, oportuna. Las personas asertivas manifiestan y defienden sus ideas siempre que es necesario, a sabiendas de los costes.

La pasividad, al contrario, consiste en callar o autocensurarse por medio al conflicto y a sus consecuencias. Las personas pasivas, aunque sean empáticas con otros, se sienten inferiores e incapaces de generar un cambio, y asumen actitudes de sumisión. Por eso, la pasividad no solo afecta al pasivo, sino a sus seres queridos o a su equipo de trabajo o estudio. Puede ser, incluso, una violencia silenciosa.

23. Sociabilidad vs. Timidez

La sociabilidad es una actitud que favorece el cultivo de las relaciones sociales respetuosas y dinámicas, lo que resulta fundamental para establecer nexos y negociaciones.

La timidez es un rasgo de personalidad que dificulta a la persona la socialización, lo que demora la posibilidad de crear una red de relaciones valiosas y dificulta los procesos de negociación.

24. Deseo de aprender vs. Desinterés por aprender

El deseo de aprender y la curiosidad son expresión de un propósito de mejoramiento constante, tanto personal como profesional.

El desinterés por aprender pone en evidencia la falta de motivación para el crecimiento personal y profesional, lo cual es percibido como una debilidad.

25. Formación vs. Falta de formación

La formación es una fortaleza a la hora de aplicar en trabajos o instituciones académicas. Esta revela que la persona está capacitada para retos específicos relacionados con su área de formación.

La falta de formación juega en contra de la persona en lo que a oportunidades laborales se refiere. Una persona sin formación ve limitadas sus opciones de trabajo y de mejor remuneración.

26. Experiencia vs. Inexperiencia

La experiencia adquirida es fundamental para cierto tipo de escenarios, ya que es en la realidad donde se ponen en práctica los conocimientos, donde se validan y se perfeccionan.

La inexperiencia puede ser un factor en contra para aspirar a ciertos cargos laborales, ya que cierto tipo de situaciones solo pueden ser comprendidas desde la práctica misma.

27. Gratitud vs. Ingratitud

La gratitud es una fortaleza porque pone de manifiesto que el sujeto reconoce que no se debe a sí mismo, sino al intercambio de dones entre las personas. Por ello, valora y respeta a todos los individuos de su entorno y tiene más facilidad para trabajar en equipo.

La ingratitud es una debilidad porque aliena a la persona y la deshumaniza. Las personas ingratas, además de ser soberbias, utilizan a los demás como instrumentos para su promoción y no dan crédito a sus aportes.

28. Humildad vs. Soberbia

La humildad es una fortaleza porque expresa la disposición de la persona a percibirse igualitariamente respecto a los miembros de un equipo y a admitir su vulnerabilidad cuando es necesario.

La soberbia es una debilidad porque, por un lado, implica que la persona se siente superior a los demás. Por el otro, ya que la persona soberbia no admite sus vulnerabilidades, no puede mejorar ni ayudar a mejorar a otros.

29. Concentración vs. Dispersión

La concentración es una fortaleza porque permite ocupar toda la energía mental en las tareas en desarrollo, lo que favorece un uso eficiente del tiempo y de los recursos.

La dispersión es una debilidad debido a que impide dedicar todos los esfuerzos mentales a las tareas en desarrollo. Una persona cuyo rasgo de carácter es la dispersión, demuestra falta de compromiso, disciplina y madurez para enfrentar los retos cotidianos.

30. Prudencia vs. Imprudencia

La prudencia es la capacidad de pensar y actuar tomando en cuenta los riesgos que pueden acarrear nuestras palabras o acciones antes de su ejecución. Por ello, una persona prudente también es discreta. Ambas condiciones generan confianza y respeto en cualquier ámbito.

La imprudencia es hablar o actuar en situaciones comprometidas sin pensar primero en los riesgos y las consecuencias. Las personas imprudentes suelen ser indiscretas con la información que manejan y, con frecuencia, son percibidas como irrespetuosas. Por ello, la imprudencia es una debilidad.

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