Qué es Fábrica:
Fábrica es un establecimiento con máquinas especializadas para el tratamiento de materias primas o para la producción de productos de consumo.
La palabra fábrica viene del latín fabrica, que indicaba el arte u oficio y el producto que resulta de ello como, por ejemplo, un edificio o el trabajo de un artesano.
Hoy en día, las fábricas forman parte importante de las industrias, o sea, toda actividad económica que transforma materias primas o productos intermedios en productos manufacturados para el consumidor.
Vea también Industria.
Fábrica se traduce al inglés como factory, por ejemplo, “this factory produces spare parts for cars”, que se traduce al español como "esta fábrica produce repuestos para carros".
Tipos de fábricas
Existen diferentes tipos de fábrica dependiendo de los productos que tratan y sus productos finales. Se dividen en dos grandes clases: fábrica pesada y fábrica ligera.
Fábrica pesada
La fábrica pesada es aquella que se dedica al tratamiento de materias primas para convertirlas, generalmente en productos semielaborados y pocas veces en productos finales para consumo directo. Las fábricas pesadas se caracterizan por ser de gran tamaño y albergar una gran cantidad de máquinas. Estas fábricas también se conocen como plantas industriales. Algunos ejemplos de fábricas pesadas son:
- Químicas: producen químicos como fertilizantes, pintura y componentes sintéticos.
- Metalúrgica: se especializan en el tratamiento de metales.
- Siderúrgica: se dedican a convertir el acero en hierro.
- Cementera: transforman las rocas en cemento y cal.
Fábrica ligera
La fábrica ligera es aquella que procesa la materia prima o materiales intermedios en productos de consumo directo. Las fábricas ligeras se caracterizan por ser de menor tamaño e incluyen tanto máquinas como recursos humanos. Algunos ejemplos de este tipo de fábricas son:
- Textiles: fabrican prendas de vestir.
- Alimentaria: generan alimentos.
- Farmacéutica: producen medicamentos.
Fábricas por sistemas de producción
Las fábricas también se clasifican según su funcionamiento dividiéndose en los siguientes tipos de procesos:
- Continuo: no existe descanso y mantiene una producción de 24 horas, por ejemplo, las refinerías de petróleo.
- Repetitivo: la línea de producción se gestiona por lotes, por ejemplo, fábricas textiles y automotrices.
- Intermitente: los productos que elabora son a pedido del cliente después de la emisión de una orden de compra, por ejemplo, fábricas de turbinas, buques o aviones.