Qué es Energía eléctrica:

La energía eléctrica es un tipo de energía que se genera por la atracción y repulsión entre cargas eléctricas. Tiene la capacidad de transformarse en otros tipos de energía, tales como la energía lumínica, la energía térmica o la energía mecánica.

Como ejemplos de energía eléctrica podemos mencionar los siguientes: la corriente alterna, la corriente directa, las baterías (que transforman la energía química en eléctrica) y la transmisión del impulso nervioso por los axones de las neuronas.

Existen dos tipos de electricidad: la electricidad estática y la electricidad corriente. Veamos en qué consisten cada una de ellas.

Tipos de energía eléctrica

Electricidad estática

La electricidad estática es aquella que se produce mediante la fricción de dos cuerpos que tienen la capacidad de cargarse eléctricamente. Durante el roce, uno de los cuerpos es propenso a perder algunos electrones y el otro a ganarlos, lo cual produce un exceso de carga. Esa acumulación de carga es llamada electricidad estática, y se caracteriza por ser temporal.

Por ejemplo, se produce electricidad estática cuando frotamos un globo con el cabello. Después del roce constante, el cabello tenderá a adherirse al globo.

La electricidad estática suele usarse, por ejemplo, en la xerografía, un tipo de técnica de impresión en seco. También es útil en la agricultura para el control de plagas. Se usa asimismo en los procesos de desinfección con aspersoras electrostáticas, en dispositivos médicos, en pinturas en polvo, etc.

Electricidad corriente

La electricidad corriente es la que se usa habitualmente en los hogares. La eletricidad corriente se produce como consecuencia del movimiento de cargas, es decir, por el flujo de cargas que resulta del movimiento libre de electrones a través de un conductor apropiado. Los materiales que mejor conducen la energía eléctrica corriente son los metales cobre, plata y aluminio.

Fuentes de energía eléctrica

La energía eléctrica se obtiene de la naturaleza de varias formas. Podemos enumerar las siguientes:

  • Centrales termoeléctricas: son las que usan combustibles fósiles como fuente de energía. Son altamente contaminantes debido a la emanación de gases tóxicos.
  • Centrales nucleares: la energía se obtiene por medio de una reacción nuclear específica. Sus residuos son tóxicos. Eventuales accidentes provocarían radiación nuclear sumamente nociva para la salud.
  • Centrales hidroeléctricas: son aquellas que aprovechan el movimiento del agua para crear energía.
  • Centrales solares: obtienen energía de la luz solar a través de paneles que contienen un líquido conductor del calor.
  • Centrales eólicas: obtienen energía de la fuerza del viento por medio de un sistema de hélices.
  • Centrales geotermoeléctricas: obtienen energía de la corteza terrestre donde se almacena calor.

Vea también Combustible fósil.

Impacto ambiental de la energía eléctrica

En cualquiera de los casos, el consumo indiscriminado de energía eléctrica por parte del usuario final tiene un impacto ambiental que no debe ser desestimado. Se suma, por lo tanto, a algunas de las causas del calentamiento global.

La energía eléctrica obtenida por centrales solares, eólicas e hidroeléctricas tienen a su favor el hecho de que aprovechan energías renovables, como la luz del sol, la fuerza del viento o el movimiento del agua respectivamente. En este sentido se dice que son fuente de energía sostenible.

Sin embargo, aunque son menos contaminantes que otro tipo de centrales como las nucleares o las termoeléctricas, la instalación de las mismas y el proceso de obtención genera siempre un impacto en el ecosistema.

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