Qué es Empleo:
La palabra empleo se refiere tanto a un trabajo, como a una ocupación o un oficio. Sin embargo, el uso más extendido de empleo es el que indica toda aquella actividad donde una persona es contratada para ejecutar una serie de tareas específicas, por lo cual percibe una remuneración económica.
La palabra empleo deriva del verbo “emplear”, que a su vez proviene del francés employer, y significa ‘acción y efecto de emplear’. De allí que también pueda referirse al uso que se hace de algo, por ejemplo, “El empleo de recursos renovables en la construcción de casas atenúa el impacto ambiental”.
Por otra parte, lo opuesto al empleo es el desempleo, es decir, personas en edad de trabajar que se encuentran en paro forzoso, al margen de cualquier actividad productiva y, en consecuencia, sin posibilidad de generar ingresos propios.
Ahora bien, un empleo puede ejercerse amparado en la celebración de un contrato formal o de hecho con una entidad empleadora, la cual se compromete a pagar, a cambio de los servicios del trabajador, un salario o contraprestación en dinero y a cumplir con los requisitos exigidos por la ley.
No obstante, existen otros tipos de empleos como los autónomos, independientes o por honorarios, en los cuales las personas pueden ser empleadas por una empresa a fin de desarrollar un proyecto en específico o, incluso, trabajar para su propia compañía.
En estos casos, se cobra por los servicios cumplidos a otras empresas o personas, y si la compañía es propia, no se rinden cuentas a un supervisor o jefe.
Por esta razón existen diferentes tipos de análisis que se realizan a fin de evaluar y analizar cuál es el comportamiento económico de un país o región partiendo de los datos relacionados con el empleo.
Por ello, según los medidores económicos los individuos que posee un empleo conforman lo que se denomina población ocupada o activa, ya que están desempeñando un trabajo y recibiendo beneficios económicos.
Mientras que, la tasa de empleo, por su parte, determina cuál es la cantidad de personas que se encuentran en el rango de edad laboral y el número total de los que realmente están empleados.
Vea también:
Empleo temporal y empleo fijo
Los empleos se pueden clasificar por el tiempo por cual es formulado el contrato de trabajo, el cual puede ser temporal o fijo.
Se denomina como empleo temporal aquel puesto de trabajo para el cual se contratan los servicios de una persona durante un período determinado, que puede ser, por ejemplo, por tres meses, seis meses o un año.
En algunos países, de hecho, existen empresas dedicadas exclusivamente a contratar trabajadores para empleos temporales, en dicho caso, el trabajo temporal supone la celebración de un contrato entre las tres partes: trabajador, agencia de trabajo temporal y empleador.
El empleo fijo, por su parte, es aquel para el cual se contrata a una persona de manera indeterminada a fin de ejercer un conjunto de funciones específicas dentro de una empresa.
Vea también Desempleo.
Empleo de medio tiempo y de tiempo completo
Generalmente los empleos tienen una jornada laboral de ocho horas por día. Sin embargo, las personas pueden optar por trabajar turnos completos o medios según su conveniencia o posibilidades.
El empleo de medio tiempo es aquel en que se contrata a una persona para que ejecute una serie de funciones únicamente durante la mitad de la jornada usual de trabajo.
Este tipo de empleos son muy procurados por los aprendices, pasantes o estudiantes, que compatibilizan su actividad laboral con sus estudios para ganar un poco de experiencia y algunos ingresos económicos extra.
Por su parte, en el empleo de tiempo completo la persona es contratada para que realice un conjunto de labores durante la totalidad de la jornada laboral.
Vea también Día del trabajo.
Empleo formal e informal
Los empleos se pueden categorizar de dos maneras, en formales e informales.
Se denomina como empleo formal aquel que se encuentra formalizado mediante la celebración de un contrato de trabajo entre el trabajador y el empleador, y que se ajusta a los requerimientos de ley como el pago de impuestos, seguridad social, prestaciones, entre otros.
El empleo formal puede ejercerse tanto en el sector público como en el privado, y forma parte de las estadísticas oficiales sobre el empleo en general de un país.
El empleo informal, por otro lado, es un sector de la economía que se encuentra al margen del control tributario y que se caracteriza por comprender la actividad laboral de trabajadores independientes que incumplen la normativa legal, por ejemplo, vendedores ambulantes, trabajadoras del servicio doméstico, limpia vidrios, entre otros.
Un empleo informal no cuenta con la protección que estipula la ley para las relaciones laborales, de modo que no poseen protección social por parte del Estado y, tampoco son estables económicamente para quienes lo realizan.
Ahora bien, dependiendo de la legislación de cada país un trabajo informal puede ser considerado ilegal aun cuando no realice actividades directamente ilícitas.
No obstante, entre los trabajos informales considerados ilícitos están la venta de piratería, el tráfico de drogas o de armas, entre otros.
Vea también Empleo informal.