Qué es El tiempo lo cura todo:
El refrán “el tiempo lo cura todo” significa que algunos problemas solo se arreglan con el paso del tiempo, sea porque la situación se reacomode por sí misma o sea porque las personas se adapten progresivamente a los cambios.
Este dicho se usa cuando los males son espirituales, morales o afectivos, pues en estos casos la voluntad humana es impotente, y solo se puede esperar que el paso del tiempo permita retomar el equilibrio emocional.
El uso del verbo curar, que implica la existencia de una enfermedad (de un mal), es una imagen literaria de la liberación, el alivio o el consuelo. El tiempo es el médico que ofrece el tratamiento a estos males, por medio de la acumulación de nuevas experiencias y el procesamiento de información pertinente a lo largo de etapas sucesivas.
Los casos de desamor, las despedidas, la muerte de un ser querido, un fracaso imponderable, etc., son ejemplos de algunas de situaciones donde este refrán puede ser usado.
En cierto sentido, el adagio popular capta simbólicamente el germen de lo que hoy los psicólogos llaman las “etapas del duelo”. Esto es: la negación, la ira, la negociación, la depresión y la aceptación. Solo después de que se cumplan estas etapas, la persona puede sentirse libre de su aflicción.
Sin rigor científico, pero con la sabiduría que brota de la experiencia y la sedimentación cultural, este refrán sintetiza el mismo concepto.
Una variante conocida es: “el tiempo todo lo cura y todo lo muda”. Algunos refranes con sentido equivalente o similar pueden ser los siguientes: “No hay mal que el tiempo no alivie su tormento” o “No hay mal que por bien no venga”.
Vea también No hay mal que por bien no venga.