Qué es Ecuanimidad:
Se denomina como ecuanimidad al estado mental de una persona capaz de reflejar equilibrio y estabilidad emocional aun estando en medio de una situación extrema que pueda generar el desequilibrio psicológico.
La palabra ecuanimidad deriva del latín aequanimĭtas, -ātis, que significa ʽimparcialidadʼ.
En este sentido, la ecuanimidad se refiere a mantener una actitud equilibrada y constante a lo largo del tiempo, más allá de las circunstancias que nos rodean, bien sean positivas o negativas.
Por esta razón, se considera que la ecuanimidad es una virtud que pocos individuos poseen y ponen en práctica.
Las personas que se caracterizan por su ecuanimidad ante sus actividades diarias y vida personal, se consideran como individuos estables y constantes emocionalmente, así como, capaces de tomar decisiones correctas y asertivas ante diversas situaciones.
Esto es posible porque la ecuanimidad permite que las personas vean aquello que es realmente importante ante cualquier situación, sin dejarse llevar por las emociones que se encuentran alrededor.
Es decir, la ecuanimidad permite que la mente esté en calma y sea capaz de estar atenta a lo que realmente sucede en un lugar y momento determinado.
Por ello, poner en práctica una actitud ecuánime permite que las personas sean capaces de aceptar aquello que está ocurriendo porque les permite determinar qué es lo que realmente está sucediendo, más allá de lo bueno o malo que esto conlleve.
Esto es posible porque, simplemente, hay situaciones que son irreversibles y se deben aceptar tal como son. Es imposible tener todo bajo control.
La importancia de poner en práctica la ecuanimidad está en que permite que las personas puedan desapegarse del dolor y del sufrimiento, así como, de la felicidad extrema y del apego.
La ecuanimidad permite la liberación de ambos extremos y posibilita que el individuo lleve una vida calmada, equilibrada, constante a fin de poder comprender de mejor manera aquello que se está experimentando.
Por esta razón, también se asocia la ecuanimidad con la imparcialidad de juicio. Es decir, tener la capacidad de emitir un juicio equilibrado y justo desde la veracidad de los hechos y de las pruebas comprobatorias de lo ocurrido. La ecuanimidad es una virtud que se puede desarrollar en el área de la justicia.
Ecuanimidad, religiones y dogmas filosóficos
La ecuanimidad tiene que ver con el equilibrio y el alma en cuanto a diversas prácticas religiosas y posturas filosóficas que apuntan a que los individuos deben enfocarse en tener y mantener un estado mental y de ánimo estable a lo largo del tiempo.
Entre las creencias religiosas que consideran esencial la ecuanimidad están el cristianismo, el judaísmo y el islamismo, cada una con las particularidades que las definen y diferencian.
Estas prácticas religiosas buscan desarrollar entre las virtudes del ser humano la templanza y la capacidad de equilibrar las emociones a fin de llevar una vida más justa y de mayor aceptación de lo que sucede a nuestro alrededor.
Por su parte, el budismo, el hinduismo, el estoicismo, el yoga, entre otros, son dogmas filosóficos que practican y desarrollan la ecuanimidad como eje central de la vida y, de las acciones y decisiones que se llevan a cabo diariamente.
Esto tiene que ver con la necesidad de que las personas sean más contemplativas, compasivas, respetuosas, razonables y, ante todo, equilibradas en cuanto a lo que su cuerpo y mente desean ejecutar y reflejar al exterior.
Vea también Estoicismo.