Qué es la Desobediencia civil:
La desobediencia civil es definida como cualquier acto que sea considerado ilegal en el Estado que se ejerce con la intención de generar un cambio en alguna ley, programa o decisiones de gobierno.
La desobediencia civil se caracteriza por ser público, no violenta, consciente y política.
Las definiciones de desobediencia civil han sido inspirados por la primera definición de tal por el filósofo americano Hugo Adam Bedau (1926-2012) en su ensayo On civil desobedience traducido al español como “Sobre la desobediencia civil” publicado en 1963 en Journal of philosophy (Diario de filosofía).
Hugo Adam Bedau define la desobediencia civil estrictamente como un acto público ilegal, no violento, consciente, realizados para frustrar por lo menos una ley, un programa o una decisión gubernamental.
Otros autores introducen en la desobediencia civil en un sentido de justicia para la mayoría ya que estos actos buscan inducir un cambio en políticas políticas, jurídicas o económicas impuestas por el gobierno mediante protestas que reflejan un valor común entre los ciudadanos, como es el caso de las sociedades civiles.
Vea también Sociedades civiles.
La desobediencia civil puede dividirse en dos tipos: la directa y la indirecta. La desobediencia civil directa se refiere a actos que violen una norma jurídica porque es considerada injusta mientras que la desobediencia civil indirecta es la que viola leyes válidas como una forma de transmitir un sentimiento de protesta a cambio de no tener medios directos para violar las decisiones de gobierno que son considerados realmente injustos como, por ejemplo, la desobediencia a las leyes del tránsito.
La desobediencia civil directa como, por ejemplo, las protestas y manifestaciones públicas, según el filósofo y sociólogo alemán Jürgen Habermas (1929-), se encuentran dentro del marco de un Estado democrático ya que muestra una voluntad política colectiva que busca modificar de una manera no convencional las normas jurídicas.