El término desertización se emplea para referirse al proceso natural por el cual un conjunto de organismos o biocenosis, pierde su humedad a partir del desgate de ciertos elementos necesarios para que se genere y mantenga la vida de diferentes seres vivos.
No se debe confundir desertización con el término desertificación, el cual consiste en el desgaste constante y vida útil de la tierra a consecuencia de las diversas actividades del hombre que generan contaminación e importantes variaciones climáticas.
La desertización es un proceso que evoluciona de manera lenta, por ello generalmente las personas no lo perciben, ya que pueden pasar muchos años hasta que sea realmente perceptible y notorio el efecto del mismo.
La desertización es consecuencia directa de los cambios climáticos y de la escasez de diversos elementos naturales, en especial de la falta de aguay de la humedad, así como del viento.
Las largas temporadas de sequía también forman parte de los efectos que aceleran la desertización gracias a las escazas o nulas cantidades de lluvia y la erosión del suelo por la escasez de plantas y animales.
En consecuencia, esta situación favorece la ampliación de las zonas desérticas, así como la extinción de diversas especies o, por el contrario, acelera en otras los procesos evolutivos y de adaptación.
El cambio climático, los altos niveles de contaminación ambiental y la falta de consciencia del ser humano acerca de este grave problema, son factores que aceleran el proceso de desertización.
Este fenómeno no es propio de una zona o región ya que ocurre en las diversas extensiones del planeta y afecta a todos los seres vivos y su desarrollo.
Por otra parte, también se considera como desertización las glaciaciones que han existido en la Tierra antes de la aparición del ser humano, las cuales han sido analizadas por científicos y revelan la imposibilidad de haber un espacio de tierra fértil para los seres vivos en esas condiciones climáticas.
Causas de la desertización
Existen diversas causas naturales por las cuales se genera o se acelera el proceso de desertización en diversas zonas o regiones del mundo. Sin embargo, la principal causa de todas es la falta de agua, elemento natural y vital para el desarrollo de cualquier ser vivo.
Los largos períodos de sequía también forman parte de las causas que aceleran la desertización, en especial en las zonas áridas que cada vez son más secas, en donde los desiertos ganan terreno y los procesos de erosión de la tierra se aceleran.
También son parte de las causas de la desertización las diversas actividades propias del planeta como los fenómenos geológicos y biológicos, así como los diferentes tipos de suelo y formaciones terrestres que forman parte de los procesos geomorfológicos que experimenta constantemente la Tierra.
Vea también: Erosión