Qué es De facto:
De facto es una locución latina que significa, literalmente, ‘de hecho’. Como tal, se refiere a toda aquella situación que se ha producido por la fuerza de los hechos, es decir, sin ajustarse a la normativa jurídica vigente.
Así, una situación de facto es aquella que, si bien existe o tiene lugar en la realidad concreta, no ha sido reconocida mediante un acto formal o por una autoridad competente.
Por ejemplo, si una persona ejerce un cargo pero no tiene reconocimiento formal, ni ha sido designado por una autoridad, ni tiene un contrato ajustado a la normativa para el caso, entonces está ejerciendo el cargo de facto.
Lo mismo puede ocurrir con un país que ha declarado su independencia, pero no goza del reconocimiento formal por parte de la comunidad internacional, pese a ejercer efectivamente el poder.
Situación similar y, además, muy común, es la de la unión de hecho, es decir, una pareja que vive en unión estable y funciona en los más variados aspectos de la vida familiar y social como un matrimonio, pese a no tener el reconocimiento legal de un matrimonio.
Vea también Pareja de hecho.
De facto y de iure
De facto significa ‘de hecho’, es decir, que no tiene reconocimiento jurídico o que se ha instaurado por la fuerza de los hechos. En este sentido, es un concepto legal que se opone a de iure o de jure, que significa ‘de derecho’, lo que quiere decir que está sujeto a la normativa jurídica vigente. Así, una situación de iure es aquella reconocida por derecho, o por una autoridad competente o un acuerdo o acto formal. No obstante, esto no supone que las situaciones de iure tengan necesariamente que corresponderse con una situación real, pues una persona nombrada para un cargo de iure puede no ejercerlo por diferentes motivos, o un país independiente de iure puede resultar no serlo en realidad, pues funciona como un Estado satélite de otro.
Gobierno de facto
Como gobierno de facto se denomina aquel que se establece en un país o ejerce sus funciones por la vía de los hechos, es decir: detenta y ejerce el poder con todos los mecanismos que le son propios sin que hayan mediado las formalidades legales que le hubieran otorgado legitimidad jurídica. En este sentido, un gobierno de facto puede acceder al poder de dos formas: por el uso de la fuerza, tras un golpe de Estado, o tomando el mando tras producirse un vacío de poder. Así, un gobierno de facto es todo aquel que se instaura o se ejerce al margen de la legalidad o fuera del derecho.