Qué son Cilios:
Los cilios son una serie de prolongaciones móviles, cortas y numerosas, de la membrana plasmática que recubren la superficie celular de algunos organismos eucariotas.
Los cilios tienen una estructura interna formada por proteínas y microtúbulos que permiten el movimiento de la célula y el transporte de materiales sobre los epitelios, así como, el desplazamiento de fluidos tanto en el tracto respiratorio como en el sistema reproductor.
Los movimientos de los cilios son rítmicos y coordinados, se pueden ilustrar como el movimiento que realizan los trigales cuando son agitados por el viento. Este movimiento es posible porque los cilios reciben energía de las proteínas en forma de ATP, y permiten el transporte de células unicelulares y de partículas.
Los cilios realizan varias funciones importantes gracias a sus movimientos rítmicos como, por ejemplo, la protección en contra del ataque de microorganismos en el tracto respiratorio al permitir la expulsión de las partículas acumuladas en la mucosa, como el polvo.
Asimismo, en el sistema reproductor los cilios posibilitan el desplazamiento del óvulo desde las trompas de Falopio hasta el útero. También mueven el agua alrededor de las branquias, entre otros.
Por otra parte, los cilios comparten algunas características con los flagelos, que son unas estructuras poco numerosas (1 o 2) en las células de los organismos eucariotas, que permiten su movimiento, sin embargo, son estructura con funciones diferentes.
Función de los cilios
Los cilios son estructuras que pueden moverse y permiten el desplazamiento de diversos fluidos y partículas, de allí que pueden realizar las siguientes funciones:
- Generar pequeñas corrientes de movimiento cerca de la membrana plasmática que atraen alimento.
- Regular el sistema nervioso.
- Permitir el desplazamiento de fluidos.
- Permitir el desplazamiento de partículas ubicadas en su superficie.
- Permitir la propulsión de organismos unicelulares protistas.
- Permitir el desplazamiento de las mucosas en las vías respiratorias.
- Permitir el desplazamiento de los gametos en el sistema reproductor.
- Regular el balance hídrico de los órganos excretores.
- Filtrar las partículas que pasan por las branquias.
Estructura de los cilios
Los cilios tienen un diámetro aproximado de 0.25 μm y una longitud entre 5 y 50 μm. A continuación se presenta cómo están estructurados los cilios:
Axonema o tallo: están compuestos por dos microtúbulos centrales simples que se encuentran rodeados por 9 dobletes de microtúbulos exteriores, esta disposición se conoce como (9+2). Los microtúbulos permiten el movimiento de los cilios y están asociados a unas proteínas llamadas motores moleculares (kinesina y dineína).
Los dobletes de los microtúbulos centrales contienen nexina. Por su parte, en los 9 dobletes de microtúbulos exteriores se pueden distinguir dos microtúblulos:
- El microtúbulo A: contiene 13 protofilamentos y está completo. De este microtúbulo se unen dos brazos con proteína dineína al microtúbulo B. Esta unión permite el movimiento de los cilios.
- El microtúbulo B: contiene 10 protofilamentos, de los cuales comparte tres con el microtúbulo A.
Zona de transición: se produce un cambio en la estructura del axonema de (9+2) con la estructura del corpúsculo basal (9+0). En este proceso desaparecen los microtúbulos centrales, por lo que los dobletes externos pasan a ser tripletes.
Corpúsculo basal o centriolo: se ubica debajo de la membrana citoplasmática. Contiene nueve tripletes y carece del par de los microtúbulos centrales, es decir (9+0). Es un cilindro que se encuentra en la base del cilio y permite la unión del axonema con la célula, así como, la organización de los microtúbulos.
Por lo general, los microtúbulos se encuentran anclados al corpúsculo basal por las raíces ciliares que se extienden hacia el interior de la célula, lo que le da mayor estabilidad a los movimientos de batida de los cilios.
Vea también Microtúbulos.