Qué es la Célula:
La célula es la unidad básica, estructural y funcional de los seres vivos. En su interior se encuentran los componentes esenciales que hacen posible que los organismos se desarrollen adecuadamente y cumplan con sus funciones esenciales: respiración, nutrición, reproducción, etc.
En biología, las células se clasifican en dos grandes tipos: eucariotas, que son las que poseen núcleo celular y células procariotas, que no poseen núcleo celular. A su vez, las células eucariotas pueden ser de tipo animal o vegetal.
Las células tienen una estructura básica compuesta por una membrana celular, el citoplasma que contiene los componentes de la célula y el material genético. Este último puede estar concentrado en el núcleo, como en las células eucariotas o disperso en el citoplasma, como en las células procariotas.
El adecuado funcionamiento de la célula le permite cumplir con sus tareas básicas: interactuar con el ambiente, reproducirse para dar lugar a nuevas células y nutrirse para obtener la energía que necesita para funcionar. ¿Por qué es importante eso? Porque la célula es la unidad básica que hace posible la vida. Si no puede cumplir sus funciones vitales puede comprometer el desarrollo del organismo del cual forma parte.
La estructura, características y funciones de las células comienzan a ser definidas con la teoría celular propuesta en 1839 por Matthias Jakob Shleiden y Theodor Schwann. Ambos afirmaron que todos los organismos están conformados por células, las cuales derivan de otra célula precedente.
La palabra célula viene del latín cellula, que significa “pequeña celda”. El término fue utilizado por primera vez en el área de la biología por el naturalista Robert Hooke en el siglo XVII. Hooke notó que, al microscopio, diversos organismos mostraban unas estructuras parecidas a la celda de un panal de abejas, y de allí surgió el uso del término.
Características de las células
Las células, independientemente de su tipo, contienen material genético, un interior acuoso, una membrana protectora y son capaces de evolucionar, entre otras características comunes.
- Contienen ADN y ARN: El ADN o ácido desoxirribonucleico contiene información sobre el funcionamiento de las células y la transmisión hereditaria de ciertas características de los organismos. Mientras que el ARN o ácido ribonucleico es el componente que ayuda a que las instrucciones del ADN sean comprendidas por las células.
- Su interior contiene fluidos: el interior de las células está formado en gran parte por citosol, un fluido compuesto por agua, proteínas y ADN. Este líquido rodea a todas las estructuras celulares pero no penetra en ellas.
- Tienen una membrana protectora: su función es proteger las estructuras internas y al mismo tiempo permitir la comunicación con el medio exterior.
- Responden a estímulos: las células son capaces de reaccionar a estímulos generados por hormonas, neurotransmisores o de otras células cercanas, gracias a los receptores que contienen en su membrana protectora.
- Evolucionan: las células pueden modificarse para favorecer la adaptación de los organismos a nuevos entornos. Por ejemplo, las células de una especie de alga de agua dulce pueden evolucionar para adaptarse a un aumento de la salinidad en el agua.
- Pueden cambiar: las células pueden sufrir cambios en su composición o estructura según la función que vayan a ejecutar en el organismo. Este proceso se conoce como diferenciación celular. Por ejemplo, una célula ósea (encargada de la formación de huesos) tendrá una estructura distinta a una célula muscular.
Partes de la célula
La célula tiene tres componentes básicos y algunos de ellos alojan a otras estructuras especializadas:
Membrana plasmática: llamada membrana celular en células animales y pared celular en células vegetales. Protege a la célula y al mismo tiempo permite el contacto con el exterior.
Núcleo celular: se encuentra presente solo en las células eucariotas y es donde se aloja el material genético (ADN). Las células procariotas no tienen núcleo, así que su material genético está disperso.
Citoplasma: es el líquido donde flotan todos los elementos particulares de cada célula (ADN, mitocondrias, ribosomas, etc). En el citoplasma de las células eucariotas se encuentran otras estructuras especializadas de la célula llamadas orgánulos. Algunas de ellas son:
- Aparato de Golgi: sintetiza los compuestos creados por la célula y los distribuye en el citoplasma.
- Mitocondrias: es el orgánulo donde se produce la energía que requiere la célula para cumplir con sus funciones.
- Ribosomas: es el lugar donde la célula sintetiza las proteínas.
- Retículo endoplasmático: puede ser de dos tipos. El retículo rugoso sintetiza proteínas y el retículo plano sintetiza las grasas.
- Perixosomas: se encargan de degradar peróxido de hidrógeno (de allí su nombre) y de oxidar ácidos grasos.
- Lisosomas: es donde se produce la digestión o degradación de restos celulares.
- Cloroplastos: son orgánulos exclusivos de las células vegetales y se encargan del proceso de fotosíntesis.
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Tipos de célula
Existen dos grandes tipos de células según la presencia o no de un núcleo celular: eucariotas y procariotas.
Células eucariotas
Las células eucariotas son aquellas que tienen un núcleo celular definido. Este núcleo celular se encuentra dentro de una envoltura nuclear donde se mantiene la integridad del material genético (ADN).
Los organismos formados por estas células reciben el nombre de "eucariontes" y son pluricelulares, es decir, tienen más de una célula. Es el caso del ser humano, los animales o las plantas.
A su vez, las células eucariotas pueden ser de dos tipos:
Célula animal: es un tipo de célula eucariota que forma los diferentes tejidos de los animales (músculos, huesos, neuronas, etc). La célula animal está compuesta por membrana celular, el citoplasma en donde se encuentran los orgánulos y el núcleo celular.
Célula vegetal: es un tipo de célula eucariota que forma las diferentes estructuras de las plantas. Se diferencia de la célula animal en que además de la membrana tiene otra estructura protectora llamada pared celular. Además, tiene cloroplastos, que son las estructuras donde se genera la clorofila, el componente indispensable para la fotosíntesis.
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Células procariotas
Las células procariotas son aquellas que no poseen núcleo definido, por lo cual el material genético se encuentra disperso por el citoplasma. Se caracterizan porque su ADN y estructura son mucho más simples que los de las células eucariotas.
Los organismos formados por este tipo de células son denominados como “procariontes” y son organismos unicelulares, es decir, solo tienen una célula, como las bacterias y las arqueas.
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Función de la célula
La célula cumple tres funciones vitales: interactúa con su medio ambiente, se reproduce y se nutre para obtener energía. Estas funciones son esenciales no solo para su supervivencia, sino para el correcto funcionamiento de los seres vivos de los cuales forma parte.
Función de relación
Las células relacionan a los seres vivos con el medio ambiente que los rodea. Lo hacen a través del reconocimiento y reacción a los estímulos externos (medio ambiente) o internos (otras células o componentes del organismo).
Función de reproducción
Para generar nuevas células, estas deben reproducirse. Y lo hacen mediante la mitosis, que es cuando la célula genera dos nuevas células idénticas, o por meiosis, cuando la célula genera cuatro nuevas células diferentes.
Función de nutrición
La célula necesita nutrirse de materia orgánica para obtener energía. Cuando produce su propia materia orgánica a partir de materia inorgánica (dióxido de carbono, agua, sales minerales) se llama célula autótrofa, y es el caso de algunos tipos de bacterias, algas y plantas.
Y si la célula obtiene la materia orgánica de otros organismos, entonces es una célula heterótrofa. Es el caso de las células de los animales, el ser humano, los hongos y algunos tipos de bacterias.
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