Qué es Caridad:

Como caridad se conoce la actitud de quien obra desinteresadamente, en favor del prójimo, sin esperar nada a cambio. Como tal, puede entenderse como sinónimo de altruismo, filantropía, generosidad o solidaridad. La palabra proviene del latín carĭtas, caritātis.

En este sentido, la caridad es aplicable a las distintas acciones solidarias mediante las cuales se brinda apoyo a quienes lo necesitan. Ofrecer comida y refugio a los sin techo, proporcionar ropa a las víctimas de un desastre natural, donar cierta cantidad de dinero a fundaciones benéficas, son todas acciones de caridad.

La caridad está muy asociada a los valores que preconiza la religión cristiana, fundamentalmente el del amor al prójimo. Sin embargo, la caridad se expresa básicamente en la disposición de ayudar y apoyar al otro, al más necesitado, sin esperar recompensa.

En inglés, caridad puede traducirse como charity. Por ejemplo: “The charity provides practical help for homeless people” (la caridad ofrece ayuda práctica para las personas sin hogar).

Caridad en la Biblia

En la Biblia, la caridad se la describe de la siguiente forma: “La caridad es sufrida, es benigna; la caridad no tiene envidia, la caridad no es jactanciosa, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; no se goza en la injusticia, mas se goza en la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta” (1 Corintios 13: 4-7).

En este sentido, la caridad se encuentra en el núcleo de la moral cristiana y se fundamenta en el amor a Dios y al prójimo. Está ya presente en los mandamientos de la ley de Dios: “Ama a Dios por sobre todas las cosas”, y en la prédica de Jesucristo: “Amaos los unos a los otros” (Juan: XIII: 34)

Vea también Virtudes teologales.

Caridad en el cristianismo

En la religión cristiana, la caridad es considerada la más importante de las tres virtudes teologales, por encima de la fe y la esperanza. Como tal, el objeto de la caridad es el amor a Dios por sobre todas las cosas, lo cual también se traduce en el amor al prójimo. La caridad exige la práctica del bien; es desinteresada y generosa, y proporciona al espíritu los sentimientos de gozo, paz y misericordia.

La caridad es fundamental para la vida del cristiano pues, tal como se predica en el catecismo de la Iglesia católica, en ella está la esencia del cristianismo y de las enseñanzas de Jesucristo. En este sentido, no es posible vivir una vida cristiana haciendo a un lado la caridad.