Una obra de teatro es una representación escénica de una historia basada en hechos reales o ficticios. Las primeras obras de teatro se realizaron en la Antigua Grecia, y cumplían con unas características específicas como unidad de tiempo y espacio, es decir, que toda la acción representada en la escena ocurría en el mismo lugar y en la misma secuencia temporal. Aunque este concepto ha variado con el tiempo, las obras de teatro comparten aún una serie de características específicas. Veamos algunas.

Principio de la cuarta pared

En término generales, las obras de teatro se rigen por el principio de la cuarta pared. Se trata de una pared imaginaria que separa la escena de la audiencia. Los personajes (actores) se comportan como si la audiencia no estuviera presente y toda la realidad se circunscribiera a lo que ocurre en la escena.

El principio de la cuarta pared es especialmente característico del teatro moderno y, por extensión, se aplica también en el cine y la televisión de ficción. Sin embargo, algunas tendencias o movimientos del teatro rompen deliberadamente este principio. Esto se puede lograr de varias maneras. Por ejemplo, hablando/interactuando con el público o mostrando los mecanismos de la representación escénica que normalmente permanecen ocultos.

Propósito deliberado

Cada obra de teatro sigue un propósito deliberado de acuerdo a su género, propósito que ha sido previamente concebido por el dramaturgo.

Las obras de teatro de comedia suelen tener como propósito hacer crítica social, liberar el malestar colectivo o entretener, por medio de recursos como la parodia, el malentendido (llamado quid pro quo, que quiere decir ''sustituir algo por otra cosa''), etc.

Por su parte, la tragedia busca la catarsis de la audiencia, es decir, la purificación mediante el llanto o la conmiseración.

El drama, en la que pueden combinarse elementos cómicos con elementos trágicos, suele procurar la reflexión crítica sobre los temas abordados.

Vea también el significado de Quid pro quo.

Carácter interdisciplinario

Las obras de teatro son de carácter interdisciplinario. En ellas se combinan elementos literarios, dramáticos, musicales y plásticos.

Representación basada en un texto dramático

Las obras de teatro tienen como punto de inicio un elemento lingüístico: el texto dramático. Este texto también recibe el nombre de guion o libreto teatral, y quien lo escribe es llamado dramaturgo. El texto dramático sigue unas características específicas en cuanto a la forma y en cuanto a la trama.

Elementos de un texto dramático

Un texto dramático se conforma con personajes, acotaciones y diálogos o monólogos.

Personajes

Por personajes nos referimos a los seres animados que se representan en la obra de teatro, que intervienen en la obra por medio de los diálogos y las acciones. En un texto teatral, antes de dar inicio a la trama, el dramaturgo presenta una lista de todos los personajes que participan.

Acotaciones

Las acotaciones son indicaciones, instrucciones y sugerencias que el dramaturgo escribe en el texto teatral para indicar cómo debe ser representada la obra. Tales acotaciones dan información sobre el lugar y tiempo de la representación, las acciones esenciales de los personajes y, en algunos casos, elementos de gestualidad.

Diálogos o monólogos

En el teatro, la trama se va construyendo a través de los parlamentos entre los personajes, se trate de diálogo o monólogo. Esto se debe a que, por norma general, no existe el narrador en el teatro.

Puede darse el caso de que un texto teatral no incluya parlamentos de ninguna naturaleza, y que se focalice, estrictamente, en las acciones ejecutadas por uno o los intérpretes. Esto puede tener que ver con el género (por ejemplo, teatro de mimos) o, simplemente, con la intención del dramaturgo. Por ejemplo: obra Acto sin palabras I y Acto sin palabras II, de Samuel Beckett).

Estructura de un texto dramático

Desde el punto de vista de la trama, un texto dramático se caracteriza por una estructura formada en actos y escenas. Veamos:

Acto

Un acto es una unidad narrativa coherente dentro de la trama. Su inicio y fin suele indicarse por medio del levantamiento y cierre del telón, o por medio de las luces. Normalmente, de un acto al otro hay un cambio dramático importante, que puede conllevar a la modificación del escenario. Algunas obras pueden estar conformadas por un único acto.

Escena

Las escenas son cada una de las partes en que está subdividido un acto. Son unidades mínimas de significación, que como cuadros van completando la comprensión de cada acto.

Vea también Teatro isabelino.

Uso de elementos extralingüísticos

Además del recurso literario que es la fuente primera de la representación escénica, el teatro también utiliza elementos extralingüísticos de manera característica, lo que lo distingue de la literatura narrativa.

Escenografía

La escenografía es el diseño de elementos que caracterizan el espacio escénico.

Utilería

La utilería son todos los objetos que son utilizados por los actores durante la representación.

Caracterización: vestuario y maquillaje

Cada obra de teatro lleva necesariamente una caracterización de los personajes, la cual se logra por medio del vestuario, el peinado y el maquillaje.

Iluminación

La iluminación teatral es esencial para ayudar a crear el ambiente y el carácter necesarios en cada escena y acto. Dentro del teatro existe la visibilidad selectiva, la revelación de la forma, el enfoque, el mood (iluminación adaptada a la emoción de la escena), composición (crear un efecto estético), entre otros recursos.

Música

La música en el teatro puede ser incidental o puede ser parte protagónica de la obra, como es el caso del teatro musical o de la ópera.

Trabajo en equipo

Una vez hecho el texto dramático, llevar una obra a la escena implica el trabajo de un equipo que involucra a:

  • Un director teatral: la persona responsable de orientar el concepto de la pieza, guiar a los actores y articular a todo el equipo de producción.
  • Los actores: profesionales que caractetizan los personajes.
  • El equipo de producción: asistentes de producción, luminitos, ingenieros de sonido, músicos, vestuaristas, escenógrafos, etc.

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