Qué es Ágora:

Como ágora se denomina el espacio urbano que estaba concebido como centro social, político y administrativo en las ciudades de la Antigua Grecia. Etimológicamente, la palabra proviene del griego ἀγορά (agorá), que deriva del verbo de ἀγείρω (agueíro), que significa ‘reunir’.

El ágora, en este sentido, hacía las veces de las plazas públicas actuales. Allí los ciudadanos acudían para debatir y discutir los diversos temas que afectaban su vida cotidiana, así como para abastecerse de víveres para su consumo personal.

En torno al ágora, por otro lado, se situaban los edificios más importantes de la ciudad: oficinas administrativas, tribunales, lugares para la reunión de consejos ciudadanos y para el culto religioso, así como los baños públicos y el mercado. Además, se encontraba rodeada por soportales, que brindaban protección de la lluvia y el sol.

El ágora se encontraba en la parte baja del centro urbano, a diferencia del acrópolis, que se ubicaba en la colina más alta de la ciudad. A partir del siglo VIII, el ágora desplazó en importancia al acrópolis y se constituyó como auténtico núcleo de crecimiento urbano y centro de reunión para los ciudadanos griegos.

Para los romanos, por su parte, era el foro el que hacía las veces del ágora como centro de reunión social, política y administrativa de la ciudad.

Dentro del ámbito de la arquitectura y el urbanismo, por otro lado, como ágora se denomina la plaza donde confluye la vida social, política, económica, cultural y religiosa de la ciudad.

La importancia del ágora, en este sentido, radica precisamente en que se constituye como un espacio de interacción e intercambio social y centro neurálgico de la vida urbana en la ciudad.

Por otro lado, como ágora también se denominaba el tipo de asamblea que se celebraba en el ágora.

Agorafobia

Como agorafobia se denomina el trastorno ansioso caracterizado por el miedo hacia los espacios abiertos, como plazas, calles o lugares abiertos y despejados, propensos a aglomeraciones o de los cuales no se puede escapar o no se puede disponer de ayuda. Los agorafóbicos, en este sentido, son personas susceptibles de sufrir ansiedad o ataques de pánico cuando se encuentran en lugares abiertos. De allí que se ansiedad se manifieste en sensaciones de asfixia, sofoco, desmayo, escalofríos, taquicardia, temblores, fatiga, náuseas, entre otras cosas.