Qué es A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga:
"A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga" es un refrán que surge del imaginario religioso cristiano. Se usa para enseñar a mantener la calma en aquellas situaciones en que de nada vale resistirse.
Desde el punto de vista espiritual, parte del principio de que las cosas que pasan, o bien son la voluntad de Dios, o bien Dios las ha permitido. En consecuencia, tal como San Pedro no puede más que obedecer, la persona debe aceptar su suerte y pedir la bendición de San Pedro.
La invocación de San Pedro tiene pleno sentido en el dicho, ya que este santo tuvo que aprender a obedecer a Dios, pero además, según la creencia religiosa, San Pedro recibió de Jesús la encomienda de ser cabeza de la Iglesia, pueblo de Dios.
Sin embargo, en algunas variantes, el nombre de san Pedro es sustituido por algún santo patrono. Por ejemplo: "A quien Dios se la diere, San Antón se la bendiga".
En todo caso, al invocar el refrán, la persona encuentra la calma necesaria para afrontar la realidad como ella se presenta, sin pretender resistir lo inevitable. Este refrán no debe ser entendido como derrotista. Por el contrario, invita a asumir una actitud positiva frente a la suerte.
Quien lo invoca, sabe que aunque no pueda evitar las circunstancias poco favorables, puede sacar de ellas el mejor provecho al comportarse con valentía y madurez.
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