Qué es A Dios rogando y con el mazo dando:

"A Dios rogando y con el mazo dando" es un refrán que invoca la importancia de trabajar y esforzarse para conseguir lo deseado, al mismo tiempo que se invoca la ayuda de la gracia divina.

Si bien parte del principio de que la gracia divina o los buenos deseos son necesarios para encontrar aliento, es cierto también que nada ocurrirá sin el esfuerzo humano. En otras palabras, la gracia, la suerte o la fortuna nada pueden hacer si la voluntad humana no hace su parte.

La palabra mazo refiere a un instrumento de trabajo que se utilizaba en labores como la carpintería o la albañilería. Así, en este dicho "con el mazo dando" es una imagen de trabajo y esfuerzo a partir del cual se genera una obra. Nada tiene que ver con el sentido de combate. Por lo tanto, la frase "con el mazo dando" no sebe interpretarse como una indicación de violencia, tal como algunas personas, inclusive políticos, erróneamente concluyen.

Así, la expresión popular es la sabia expresión del equilibrio entre espiritualidad y acción. Mientras la persona ha de tener la mirada puesta en el horizonte que ansía, al mismo tiempo deberá mantenerse activa para conquistar poco a poco las metas propuestas. De este modo, fe, esperanza, ideal o sueño se entrelazan con el trabajo y la fuerza de voluntad del que tiene un propósito.

Existe una variante en la cual el sentido varía apenas un poco: "A Dios rogando y con el macho dando". En este contexto, la palabra macho se refiere al mulo o a la caballería, y la frase resulta de una adaptación surgida en el campo para dar a entender la necesidad de salir pronto de un camino que puede resultar peligroso.

Una expresión equivalente puede ser "A quien madruga, Dios le ayuda". También puede mencionarse "Ayúdate que yo te ayudaré".

Ver también A quien madruga, Dios le ayuda.