Alfred Delp: biografía de este filósofo jesuita
El periodo de la Segunda Guerra Mundial es uno de los más turbulentos que ha conocido la humanidad en toda su historia.
Esta época ha dejado multitud de figuras para la posteridad, y la de Alfred Delp es una de ellas. Con estas líneas podremos profundizar en su vida y descubrir cuál fue su relevancia a lo largo de este conflicto, así como en el resto de etapas de su vida, que igualmente repasaremos. Aquí encontrarás una biografía de Alfred Delp en formato resumido.
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Breve biografía de Alfred Delp
Alfred Delp nació en el año 1907, en la ciudad de Mannheim, dentro del Gran Ducado de Baden, que por aquel entonces formaba parte del Imperio Alemán, en la región suroeste del mismo. Su progenitor era de confesión protestante, mientras que su madre era católica. Esto supuso un relativo conflicto, pues recibió el bautismo del Catolicismo, pero también fue confirmado como protestante.
Sin embargo, tras un incidente con el pastor luterano de su iglesia, decidió de una vez por todas acogerse a la confesión católica, recibiendo los sacramentos de la Primera Comunión y de la Confirmación. Fue precisamente el sacerdote de esta iglesia el que se percató de la facilidad para el aprendizaje de Alfred Delp y se encargó de facilitarle el acceso a la institución de Goethe Schule, en la ciudad de Dieburg.
El hecho de haber pertenecido a ambas ramas del Cristianismo, es decir, el Catolicismo y el Protestantismo, le convirtió en una figura clave para la mediación entre ambas posturas, que en algunos momentos de la historia ha llegado a ser muy tirante.
La vida de Alfred Delp en el Goethe Schule continuó teniendo una gran influencia religiosa católica, esta vez ejercida por el Jugendbund Neudeutschland, una agrupación de estudiantes de dicha confesión. Permaneció en esta escuela hasta completar sus estudios, siendo el primero de su promoción. Fue entonces cuando decidió dar un paso más en su implicación religiosa, uniéndose a la Compañía de Jesús, es decir, a los jesuitas.
Al mismo tiempo, se matriculó en la carrera de filosofía, en la universidad de Pullach. Nada más terminar dichos estudios, comenzó a trabajar como profesor deportivo y prefecto para la escuela jesuita Stella Matutina Kolleg, situada en Feldkirch, en territorio austriaco. Corría el año 1933, justo la fecha en la que el régimen nacionalsocialista ascendió al poder en este país.
La llegada del régimen nazi provocó que muchos estudiantes decidieran abandonar el país. Multitud de alumnos de la Stella Matutina Kolleg, junto con diferentes profesores y con el propio Alfred Delp, decidieron trasladarse hasta la región de la Selva Negra, donde fundaron una nueva escuela, llamada Kolleg St. Blasien. Esta institución acogió a tres centenares de estudiantes que habían abandonado Austria.
Alfred Delp decidió, tras estos acontecimientos, formarse en teología. Para ello se trasladó a Valkenburg aan de Geul, en Limburgo, perteneciente a los Países Bajos, y posteriormente a Frankfurt, otra vez en Alemania, donde pudo terminar los estudios teológicos.
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Carrera como sacerdote
Ya formado como filósofo y teólogo, Alfred Delp publicó la que sería su primera obra, "Trágica existencia", en el año 1935. Este volumen es de corte humanista y religioso, y actualiza los principios de la doctrina existencialista que proponía Martin Heidegger.
Llegado el año 1937, tuvo lugar otro de los hitos en la vida de este autor: fue ordenado sacerdote. El rito tuvo lugar en la ciudad alemana de Munich. Precisamente en la universidad de esta ciudad, solicitó el acceso para cursar los estudios concernientes al doctorado en filosofía. Sin embargo, la matriculación le fue denegada por un conflicto político.
Para 1939, Alfred Delp estaba volcado en la publicación de artículos para la revista Stimmen der Zeit, o lo que es lo mismo, "Voces de los tiempos". Se trataba de una publicación adherida a la Compañía de Jesús. Pero este fue el año en el que, ya con el régimen nazi controlando Alemania y Austria, estalló la Segunda Guerra Mundial.
En el año 1941, las autoridades nacionalsocialistas decidieron clausurar dicha revista, por lo que ahí terminó su labor como redactor. Poco tiempo después le fue asignado el cargo de rector para la iglesia de Saint Georg y la parroquia de Heilig Blut, en Múnich. Fue en su labor sacerdotal en dichas iglesias donde comenzó su labor más importante: la de la resistencia frente a la barbarie nazi.
El Círculo Kreisau
Alfred Delp comenzó a trabajar en secreto para ayudar a personas judías que llegaban a sus parroquias en busca de una vía para lograr abandonar el territorio alemán. Delp era uno de los partícipes en lograr ese objetivo, a través de diferentes lugares de la frontera suiza. Y es que los jesuitas supusieron, abiertamente, uno de los bastiones de la resistencia frente al gobierno nazi.
Tanto es así, que supuso las represalias de dicho régimen contra sacerdotes y otros miembros de la organización, como más adelante veremos que le sucedería al propio Alfred Delp. Los nazis tomaron los templos religiosos, saqueándolos. Además, comenzaron a vigilar de cerca a todos los jesuitas, coartando su actividad para que no pudieran participar en la resistencia.
Aún así, eran muchos los que continuaban obrando en la clandestinidad. Uno de ellos era Augustin Rösch. jefe de provincia de la congregación jesuita, y de quien dependía Alfred Delp. Fue Augustin el que le descubrió el llamado Círculo Kreisau, un movimiento organizado para conspirar contra el gobierno nazi.
Estaba dirigido por Helmuth James von Moltke, y conformado por veinticinco miembros, en su mayoría nobles o religiosos. Este grupo de personas trataba de idear una alternativa de gobierno al nacionalsocialismo y de preparar ese cambio, sin caer en tácticas violentas para lograr dicho objetivo. Era el año 1942.
La importancia de Alfred Delp dentro del Círculo Kreisau era la de enseñar la doctrina de la enseñanza social católica. Igualmente, era el nexo entre este grupo y algunas de las autoridades del Catolicismo que igualmente tenían interés en derribar el gobierno nazi. Algunos de ellos eran Johannes Dietz, obispo de Fulda, o Konrad von Preysing, arzobispo de Berlín.
Pero, el 20 de julio de 1944, tuvo lugar un atentado en el que un grupo de conspiradores trataron de asesinar a Adolf Hitler. Este acto fallido provocó que la Gestapo, la policía del régimen, actuara despiadadamente contra todo atisbo de resistencia. Fue así como detuvieron a diferentes miembros del Círculo Kreisau, entre los que se encontraba Alfred Delp.
Detención y últimos días
Alfred Delp fue arrestado el 28 de julio, solo una semana después del atentado. Delp no fue uno de los conspiradores implicados en el intento de asesinato, pero eso no importó. Se le encarceló en la prisión de Tegel, situada en Berlín, la capital alemana. Este hecho no hizo que dejara de ejercer su actividad religiosa. Por el contrario, comenzó a decir misa dentro de la institución.
Durante la estancia en la prisión de Tegel, además, comenzó un periodo de reflexión acerca de diferentes cuestiones religiosas. También redactó diferentes epístolas. Logró enviar todas estas obras a un lugar seguro antes de que tuviera lugar el juicio en el que se conocería su sentencia.
A finales de 1944, tuvo una visita muy especial en la prisión. Franz von Tattenbach, por mediación de Augustin Rösch, fue a ver a Alfred Delp para que le diera los votos perpetuos de los jesuitas, un acto que le llenó de gozo, tal y como escribió posteriormente. Este acto religioso no estaba permitido, pero los guardias de la prisión no percibieron lo que estaba ocurriendo.
En los primeros días de enero de 1945, tuvo lugar el proceso judicial en el que se estudió el caso de Alfred Delp y de otros detenidos, acusados de conspiración y resistencia. Entre ellos se encontraba el propio Helmuth James von Moltke, líder del Círculo Kreisau. Todas estas personas fueron declaradas culpables de alta traición. La sentencia para todos ellos fue la más dura posible: la muerte.
A pesar de que se había constatado que Alfred Delp no tuvo nada que ver en el atentado contra la vida del Führer, igualmente se le consideró un traidor por pertenecer al movimiento conspirador del Círculo Kreisau. además de religioso jesuita, y por lo tanto fue declarado culpable y condenado a morir, junto al resto de sus compañeros.
Se le ofreció un trato: la libertad, a cambio de abandonar la congregación religiosa de la Compañía de Jesús. Delp lo rechazó. Prefirió morir antes que ceder a la presión de los nazis. Finalmente, el día 2 de febrero de 1945, Alfred Delp, al igual que el resto de condenados, murió ahorcado, en la prisión de Plötzensee de Berlín. Su cuerpo se incineró y las cenizas fueron arrojadas al alcantarillado.
Referencias bibliográficas:
- Delp, A. (2006). Advent of the Heart: Seasonal Sermons and Prison Writings 1941-1944. Ignatius Press. San Francisco.
- Holland, C. (1962). The role of the Kreisau Circle in the German opposition against Hitler. Lehigh Preserve Institutional Repository.
- Phayer, M. (1993). The catholic resistance circle in Berlin and German catholic bishops during the Holocaust. Holocaust and Genocide Studies.
- Pörnbacher, H. (1990). The Kreisau Circle. Portrait of a Resistance Group. Philosophy and History.