La trampa del ego
¿Qué secretos esconde nuestra mente? ¿Crees que eres realmente libre de decisión? ¿Vives en una cárcel mental? ¿Te cuesta mucho salir de tus pensamientos en bucle?
Si quieres descubrir las respuestas a estas preguntas, no dejes de leer este artículo donde explico como funciona la mente humana y en específico nuestro ego.
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Empecemos por lo más básico: ¿qué es el ego?
¿Has escuchado alguna vez la frase “esta persona tiene mucho ego" o "se le ha subido el ego”? Cuando se dice esto... ¿A qué crees que se está refiriendo quien lo dice?
Vale, ya me imagino tu respuesta. Quizás pienses que esa persona se lo tiene muy creído o que es muy arrogante, ¿estoy en lo cierto?
Y si, generalmente el comportamiento de esta persona está regido por un ego que juega el papel de un personaje que se cree superior a los demás. Pero esta no es la única estructura del ego que existe; por ejemplo, si una persona se siente inferior a los demás, esto también es un papel que juega su ego.
Digamos que el ego es cualquier personaje que opera en nuestra mente y con el cual la mayoría de las personas nos sentimos identificadas. Este ego siempre se va a presentar con sentimientos de culpa, sufrimiento y lucha.
El ego es esa vocecilla que te dice nunca lo conseguirás, que siempre te pasa lo mismo, que nunca vas a encontrar una pareja que te quiera por como eres, que no lo intentes, que eres demasiado viejo para cambiar de carrera, que sigas como estás porque total nunca consigues nada... Y la lista es interminable.
Y a veces existen diferentes vocecillas en la mente que intentan solaparse la una a la otra: cuando una te dice que no vas a poder, la otra le dice "pues claro que podrás, si tú eres el mejor y además no necesitas de nadie para lograr el éxito".
El ego siempre quiere más, siempre va a tener multitud de necesidades y de exigencias para que te sientas incompleta/o e insuficiente.
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¿Cómo se estructura el ego en la mente del humano?
El ego no es ni bueno ni malo; de hecho, tiene su parte de utilidad. En la etapa de la niñez nos sirve para sobrevivir emocionalmente, por lo que es necesario en nuestro proceso de desarrollo.
El problema existe cuando ya crecemos y nos identificamos plenamente con ese personaje que nos perturba constantemente y pensamos que somos él.
Digamos que el ego tiene diferentes fases y que existen diferentes estructuras del ego dependiendo del modelo mental de la persona o de su personalidad. Esto se estudia en la teoría del eneagrama con los diferentes eneatipos que lo conforman y que explican al detalle cómo opera el ego en la mente humana. Este modelo dice que cada persona nace con un eneatipo predominante y con ello una herida de nacimiento la cual tendrá que sanar desde la fortaleza del ser para así poder avanzar en su evolución; esto explica cómo dos hermanos pueden tener una personalidad muy diferente, aunque se hayan recibido el mismo tipo de educación.
Cuando tomamos una decisión basada en el miedo la estamos tomando desde la perspectiva del ego; sin embargo, cuando se toma una decisión desde lo que es mejor para tu ser, la estás tomando desde el amor, la paz interior y la serenidad. Esta es una forma muy buena de identificar desde donde tomamos las decisiones y con ello poder reflexionar antes de precipitarnos.
No se trata de eliminar al ego de nuestra vida, ignorarlo o evitarlo, sino de llegar a un punto en el que lo puedes aceptar porque has hecho ese trabajo de autoconocimiento y ya no te perturbas ni te identificas con él.
Trabajando con el ego
Existen varias técnicas para ser conscientes de nuestro ego y no darle tanta importancia en nuestro día a día; una de ellas es simplemente cerrar los ojos durante 5 minutos al día y concentrarte en cualquier ruido externo sin juzgarlo, o simplemente te puedes concentrar en tu respiración.
Seguramente te puedas agobiar al principio si esto no lo has hecho nunca, y lo quieras dejar, pero piensa que realmente quien te incita a dejarlo no eres tú, sino tu ego diciéndote que tú no vales para la meditación y que esto no sirve para nada.
Pero si realmente quieres llegar a comprender cómo funciona la naturaleza de la mente y trabajar en el dominio mental o la liberación de esta, la mejor manera es conociendo al “enemigo” muy de cerca. Para ello lo único que tienes que hacer es observar los pensamientos de tu mente y volver al presente cada vez que caigas en sus redes.
Espero que te haya gustado este artículo y que a partir de ahora entiendas que el ego es solo un personaje, un mecanismo de protección, una máscara, pero que tú eres mucho más que ese personaje, y que simplemente con ser ya estás completa y, por lo tanto, eres suficiente.
Me gustaría terminar el artículo con esta frase de Sri Sri Ravi Shankar que invita a reflexionar “Nada en el mundo puede molestarte más que tu propia mente. De hecho, los otros parece que te estén molestando, pero no son los otros, es tu propia mente”.