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La Teoría de las Necesidades Complementarias de Robert Winch


Robert Winch fue un sociólogo estadounidense que en los años 50 del siglo XX desarrolló una teoría conocida como “teoría de las necesidades complementarias” con el fin de explicar los factores que influyen en la atracción entre dos personas para que llegasen a afianzarse como pareja sentimental.

La teoría de las necesidades complementarias de Robert Winch surgió a raíz de un estudio suyo en el que trató de investigar las formas en las que se producía una complementariedad entre las 25 parejas que participaron en el estudio. En ella determinó que para que dos personas se enamoren hasta el punto de verse mutuamente como la pareja idónea debían complementarse teniendo en cuenta una serie de factores que detallaremos más adelante.

¿Qué es la Teoría de las Necesidades Complementarias?

La teoría de las necesidades complementarias de Robert Winch, ubicada dentro de los ámbitos de la sociología y de la psicología social y orientada en el estudio de la formación de parejas, fue desarrollada a partir de un estudio que Winch realizó con 25 parejas con el fin de investigar las formas en que se producía una complementariedad en la selección de parejas.

El primer paso en este proceso de selección de una potencial pareja es mediante citas entre ambos miembros, una vez que previamente hayan concertado hacer esa cita por la atracción inicial que pudiera haber entre ambos.

Los siguientes pasos de formación de una pareja se darían por medio de una serie de citas entre ambos miembros a lo largo del tiempo que facilitasen el enamoramiento entre ambos, siendo el paso previo al establecimiento de una relación sentimental.

El propio Winch propuso que, además de ser las citas el paso previo para el enamoramiento, lo más común para conocer a esa potencial pareja con la que podamos tener mayor complementariedad es que se dé dentro de los entornos en los que nos movemos habitualmente.

Para que este paso llegue a darse, según la teoría de la complementariedad una persona elige a quién querría que fuese su pareja fijándose en alguien que tenga unas necesidades que sean complementarias a las suyas; por lo tanto, si cada miembro de la potencial pareja viese en el otro que hubiera una complementariedad consigo mismo, ambos querrían dar el paso definitivo de formar una pareja sentimental.

Enamoramiento en citas

En el desarrollo de la teoría de las necesidades complementarias, Winch también observó que las personas evaluadas, además de elegir a personas complementarias a ellas en cuanto a gustos, valores y aficiones como potencial pareja, también se fijaban en otros factores como la religión, la raza, la clase social, el nivel de estudios, lugar de residencia, etc. Según esta teoría, cuando estos factores que acabamos de enumerar sean comunes o al menos bastante similares, facilitan que dos personas pudieran llegar a formar pareja.

En la teoría de las necesidades complementarias se ha calificado a esas personas que encajan dentro de los factores complementarios para una persona como el “campo de candidatos a cónyuge elegibles”, pudiendo ser una de estas personas alguien que vemos en el día a día (por ejemplo, el camarero de la cafetería donde solemos tomar el café cada mañana, una compañera de clase o de trabajo, alguien que va al mismo gimnasio que nosotros, etc.).

La idea de los polos opuestos

Es bastante frecuente escuchar la idea de que “los polos opuestos se atraen”, siendo un tema que Robert Winch también investigó. Si bien es cierto que pueden atraerse, no con ello quiere decir que vaya a ser duradero. Aunque tampoco vamos a decir que dos personas que sean bastante diferentes no puedan llegar a tener una relación duradera, puesto que poniendo ambos de su parte podrían llegar a encontrar algún punto en común y además hay otros factores que quizás sean más importantes para que una relación funcione a largo plazo, como pueden ser la confianza, el apoyo y el respeto mutuo.

Lo mismo ocurre en el lado contrario, y es que aunque dos personas coincidan en la mayoría de los factores que consideran importantes para querer formar pareja, no significa que el éxito esté garantizado y es que como bien sabemos, en el terreno de la relaciones no es todo sota, caballo y rey, sino que es algo mucho más complejo y hay diversos factores que influyen en que una relación vaya a funcionar o no.

Con respecto a la idea de que los polos opuestos se atraen, la teoría de las necesidades complementarias viene a decir que es la complementariedad lo que facilita que una relación funcione, de manera que cada miembro de la pareja sea el soporte del otro cuando lo necesite (por ejemplo, cuando uno llegue de mal humor por haber tenido un duro día en el trabajo pueda estar el otro ahí para apaciguarla, cuando una persona esté furiosa por algún motivo que su pareja esté ahí para poner freno y ayudarla a pensar con claridad antes de actuar o que puedan darse ánimos mutuamente).

Como podemos apreciar, la teoría de las necesidades complementarias parte de una idea intermedia a la de los polos opuestos y de aquellas que afirman que las personas que coinciden en todo van a tener éxito como pareja; es decir, que tener ciertos gustos, valores e incluso religión o estatus social, favorece que dos personas pudiesen mostrar interés mutuo pero también es importante que se complemente, ya que si coinciden en todo y no encuentran una complementariedad, es posible que la relación no dure tanto como se pensaba al principio.

La teoría de las necesidades complementarias afirma que es esa complementariedad entre dos personas lo que favorece que se fortalezcan sus vínculos como pareja, por lo que además de ser importantes los factores comunes para que haya una atracción entre ambos, también jueguen a favor las diferencias que tengan ambos, de manera que sirvan para que ambos se complementen. Y es que es muy frecuente que una persona se sienta atraída por otra que tenga unos rasgos diferentes a los suyos (por ejemplo, una persona tímida que se siente atraída por otra persona extrovertida y viceversa).

Algunos ejemplos de personas que pudieran llegar a formar pareja según la teoría de las necesidades complementarias serían los siguientes: una persona segura con otra insegura, una persona soñadora con otra que se centre más en el lado realista de las cosas, una persona cariñosa y otra que sea más fría, una persona insegura con otra que sea más resolutiva, etc. Es decir, que la complementariedad vendría a darse, según esta teoría, en factores de la personalidad o formas de actuar, habiendo unos factores comunes previos como los valores, las creencias, etc.

En definitiva, es la retroalimentación mutua lo que puede favorecer que una relación funcione a largo plazo, siendo ambos miembros unos aliados en el sentido de que cada miembro sea el soporte de las inquietudes del otro y que lo mismo ocurra al revés, pudiendo conseguirse esto a través de la escucha activa, de manera que sepan cómo pueden apoyarse el uno en el otro, cuando sea necesario, y también saber cuándo la otra persona necesita ayuda para saber cómo actuar en cada momento con el fin de poder brindar ese apoyo.

Principales factores que influyen en la atracción entre dos personas

Ahora que hemos visto a grandes rasgos en qué consiste la teoría de la necesidades complementarias vamos a explicar algunos factores importantes para que se dé la atracción mutua entre dos personas según diversas teorías del campo de la psicología social.

1. La semejanza dentro de la atracción entre dos personas

La teoría del equilibrio de Heider afirma que dos personas que sean semejantes en diversos factores se sentirán más atraídas entre sí que con otras con las que presentan más diferencias que semejanzas, estableciendo un principio de semejanza según el cual las personas que son semejantes pueden formar un sistema que esté equilibrado y en armonía, mientras que lo contrario podría causarles malestar a nivel psicológico.

Por otro lado, una gran parte de las investigaciones realizadas en las últimas décadas dentro del ámbito de la psicología social sobre la atracción entre dos personas afirman que las personas tienden a sentirse más atraídas por otras que sean semejantes a ellas en cuanto a una serie de características, actitudes, valores y creencias.

Esa afirmación realizada en la psicología social sería un punto que hay en común con la teoría de las necesidades complementarias de Winch, puesto que esta teoría también afirmaba que las personas tendían a sentirse atraídas por otras que fuesen semejantes a ellas en cuanto a una serie de factores, aunque luego difieran en cuanto a distintos rasgos de la personalidad y la forma de ser, siendo esto lo que forma esa complementariedad de la que hablaba en su teoría.

2. La familiaridad en la atracción entre dos personas

De acuerdo con algunas teorías de la psicología social acerca de la atracción interpersonal, las personas suelen sentirse más atraídas hacia otras que les resulten familiares antes que otras que nos resultan desconocidas, pudiendo estar también respaldada esta idea por por el efecto de la mera exposición. Además, las personas tienden a fijarse más en quienes viven más cerca de ellas, lo que favorece el establecimiento de un vínculo sentimental.

En este sentido, la teoría de las necesidades complementarias también afirmó que era una factor muy importante el hecho de que ambas personas residirán en la misma localidad o que al menos sus lugares de residencia no se encuentren a una distancia considerable.