¿Por qué los hombres despiertan con una erección?
Existen muchas falacias y mitos acerca del por qué los hombres se despiertan ocasionalmente con una erección, y sin embargo, no tiene que ver ni con emociones reprimidas que supuestamente se expresan durante los sueños ni por el hecho de haber tenido sueños especialmente estimulantes sexualmente.
La erección matutina, conocida clínicamente como tumescencia peneal nocturna, es un fenómeno fisiológico que está cubierto de tabúes y vergüenza y que, sin embargo, nos habla sobre el funcionamiento normal del sistema nervioso en los hombres. A continuación veremos por qué se produce.
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Desmontado el mito de la tumescencia peneal nocturna
Pese a que los hombres piensan una media de 30 veces al día en sexo, y acostumbran a dar más importancia a la frecuencia con la que tienen relaciones íntimas, la erección matutina no se debe exactamente al deseo sexual, ni tampoco se experimenta por medio de un sueño erótico. Su origen tiene que ver con algunos procesos inconscientes y fisiológicos que aparecen mientras se duerme.
Así pues, en la gran mayoría de casos se trata de un mecanismo físico natural que consiste en la relajación muscular de los cuerpos cavernosos y las arterias del interior del miembro reproductor, permitiendo una mayor afluencia de sangre y oxígeno.
De esta manera, el pene crece de tamaño de una manera voluminosa, pasando de los 7 u 8 centímetros en estado normal a los 14 o 15 centímetros en estado de erección. Este proceso es una buena señal de salud y regeneración, ya que ayuda a la revitalización de los tejidos del órgano genital, conservando así un óptimo funcionamiento.
¿Cuándo ocurre realmente la erección?
Al contrario de lo que se suele comentar, las erecciones matutinas no aparecen en el momento de despertarse, sino que se suceden durante la noche, con una frecuencia variable de entre 4 o 5 veces y una duración dispar entre los 20 y 45 minutos. Las erecciones coinciden directamente con la fase de sueño REM, una de las 5 etapas del sueño conocida como “sueño de movimientos oculares rápidos”. En ella, es posible que las personas se despierten durante durante unos pocos segundos debido a una alta actividad fisiológica, a pesar de que estos lapsos son tan cortos que casi nunca nos acordamos de haberlos experimentado.
Además, en la fase REM el tono muscular se reduce drásticamente, lo que significa que la mayoría de nuestros músculos quedan momentáneamente “desconectados” del cerebro y se relajan del todo; paralelamente a esto, la actividad fisiológica aumenta, lo cual explica que el flujo de sangre que va al pene aumente.
Por otra parte, durante el sueño se multiplican los niveles de testosterona, alcanzando su máximo durante la primera hora de la mañana. Este hecho, sumado a la acumulación de orina en la vejiga, estimula levemente la erección.
¿Debe preocuparnos la erección matutina?
Como ya hemos comentado anteriormente, esta es otra de las preocupaciones que confunden mucho a algunos hombres. Algunos lo ven como un problema, pero en realidad es una buena señal.
Cualquier persona que goce de un buen estado de salud experimentará erecciones con bastante constancia a lo largo del sueño. El máximo exponente de este fenómeno se cumple en las edades de la adolescencia, entre los 13 y 15 años, etapa en la que el sexo masculino pasa más del 35% del sueño en estado de erección.
La ausencia de este tipo de despertares suele ser síntoma directo de una mala función eréctil asociada normalmente a unos malos hábitos cotidianos (comer mal, vida sedentaria, fumar) o a otro tipo de dolencias de más gravedad que requerirán tratamiento médico.
Consideraciones al problema
Dedicamos esta última sección para los individuos que sufren problemas de erección o lo que es lo mismo, no experimenten con mucha frecuencia las erección matinal.
Y es que la pérdida de erección súbita puede asociarse a la edad o la psicología personal de cada hombre, y también suele ser muy común con aquellos machos que tengan más de 40 años.
Tal y como afirman algunos psicólogos clínicos y sexólogos, a medida que nos hacemos mayores vamos perdiendo capacidad sexual. Esto implica, entre otras cosas, que las paredes cavernosas van viendo cómo disminuye su capacidad de esponjamiento, lo cual hace que la erección sea menos potente y menos frecuente.
Como dato de interés, se ha llegado a la conclusión de que hasta la edad de 50 años aproximadamente, el 80% de los casos en los problemas de erección tienen un origen psicológico. Depresiones, estrés, baja autoestima o la poca experiencia y dificultad en mantener relaciones con el sexo opuesto están dentro del abanico de estos problemas.
Para los expertos la solución es relativamente sencilla. Una de ellas es aceptar la limitación eréctil, aceptar la incapacidad, no someterse a la presión de uno mismo ni a la de otras personas. Paradójicamente, esto puede ayudar a que el problema desaparezca.
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