Cómo superar el miedo a ir en bicicleta: 7 consejos
Montar en bicicleta puede llegar a ser tanto una afición como nuestro medio de transporte principal para las zonas urbanas. En muchas ciudades puede decirse tranquilamente que la bicicleta tiene más protagonismo que el automóvil, ya sea por falta de recursos y de infraestructura para vehículos mayores, o a causa de la concienciación en la importancia de contaminar lo mínimo posible.
Sin embargo, no todo el mundo es capaz de disfrutar del uso de esta útil herramienta para desplazarse. El miedo a montar en bicicleta es, para algunos, un obstáculo que impide progresar en la tarea de aprender a dominarla y mantener el equilibrio durante el tiempo suficiente.
En este artículo repasaremos varios consejos sobre cómo superar el miedo a ir en bicicleta, paso a paso y con algunos ejemplos.
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Cómo vencer al miedo a montar en bicicleta
Si quieres progresar a la hora de aprender a ir en bicicleta, o simplemente te gustaría perderle el miedo a la bicicleta y volver a montar en ella tal y como lo hacías antes, sigue estos consejos.
1. Proponte metas simples y realistas
Esto es muy importante para no frustrarse. La posibilidad de fijarnos metas más bien modestas y relativamente fáciles de alcanzar hace que tengamos más ganas de ir progresando, ya que de esa manera sabemos que podemos obtener una sensación de victoria de manera casi inmediata, o en cuestión de minutos.
En cambio, si solo nos fijamos la meta final, la veremos como algo inalcanzable, y en el mejor de los casos progresaremos más lentamente, mientras que en el peor, nos daremos por vencidos.
Así pues, la idea es dividir nuestro objetivo principal en varios sub-objetivos, de manera que en cada sesión de práctica podamos notar que mejoramos, aunque solo sea un poco.
2. Usar protecciones
Utilizar casco, rodilleras y guantes sin dedos (para mejorar el agarre en el manillar)no solo ofrece la evidente ventaja de disminuir nuestras posibilidades de recibir heridas. Además, tiene un potente efecto psicológico.
Si sentimos que tenemos la parte “física” del problema cubierta, de manera que es muy difícil hacerse daño, podremos concentrarnos más en lo que interesa. Es decir, nuestro foco atencional no se encontrará tan dividido en diferentes cosas que nos preocupan, y esto es muy ventajoso a la hora de perder el miedo a montar en bicicleta.
3. Asumir que tocará caerse alguna vez
Es importante quitarle importancia a la idea de caerse, algo que tarde o temprano puede pasar. Sin embargo, la bicicleta está diseñada de un modo que si no se va a una gran velocidad y no se pasa por un terreno accidentado, es complicado lesionarse.
Siguiendo los consejos que veremos, los accidentes de este tipo más frecuentes tendrán que ver con la posibilidad de sentir algo de dolor al pisar mal, en el suelo para bajarse, o caerse y rascarse un poco los antebrazos (lo cual seguramente no será importante si llevas las protecciones adecuadas).
Así pues, a no ser que vayas muy rápido o vayas por zonas poco seguras, deberías tener en cuenta que la mayoría de pensamientos catastrofistas que puedas tener a causa del miedo a ir en bici son muy poco realistas, una mala descripción de cómo funciona la realidad.
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4. Buscar a alguien que nos acompañe
Tener a alguien que nos ayude estando cerca es muy útil. No solo puede ayudarnos en situaciones en las que estamos a punto de caer por una pérdida del equilibrio; además, su presencia nos tranquiliza, y puede encargarse de llevar encima cosas que no necesitamos a la hora de practicar y que entorpecerían nuestra marcha.
5. Buscar un suelo blando, pero no demasiado
Por razones obvias, es bueno elegir superficies llanas que sean más bien blandas. Sin embargo, debes tener en cuenta que es mejor evitar zonas de césped, por muy corto que esté, ya que puede desestabilizar la bicicleta debido a las partes irregulares que se esconden en su superficie, y a la mala adherencia a las ruedas que ofrece, por el otro.
Así, zonas de tierra son ideales, siempre que esta no se componga por piedrecitas afiladas y lo suficientemente grandes como para causarte rascadas importantes.
6. Evitar zonas con obstáculos físicos o visuales
A la hora de perderle el miedo a la bicicleta y empezar a habituarse a utilizarla, muchas personas se centran en elegir lugares para practicar que no tengan obstáculos capaces de bloquear las ruedas.
Sin embargo, las barreras visuales también son muy relevantes. Si practicas en un lugar libre de estos últimos, esto te permitirá concentrarte con una mayor felicidad, y el temor a herirse quedará mitigado, además de reducir las posibilidades de tener accidentes.
7. Mirar a un punto fijo
Este es uno de los consejos con mayor importancia. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de entrar en un estado de ansiedad al no saber hacia dónde mirar debido a los posibles riesgos de caerse, lo cual es significativo, porque al montar en bicicleta la mirada es muy importante y la cabeza es una de las pocas partes del cuerpo que podemos mover a partir de casi la totalidad de su rango de movimiento.