Síndrome de Sudeck: síntomas, causas y tratamiento
Dentro del infinito listado de enfermedades raras conocidas, se encuentran algunas tan misteriosas para la comunidad científica como el síndrome de Sudeck, cuyo primer registro data de 1864.
A lo largo de este artículo describiremos en qué consiste este extraño síndrome que origina un inmenso dolor en quien lo parece. Asimismo, hablaremos de sus síntomas, sus posibles causas y de su tratamiento.
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¿Qué es el síndrome de Sudeck?
La enfermedad de Sudeck, también conocida como síndrome de dolor general complejo (SDRC), es una enfermedad caracterizada por ser bastante dolorosa que afecta a una o más extremidades corporales.
Esta afección tiende a originarse tras algún tipo de lesión u operación, y se distingue por ser un síndrome, multisintomático y multisistémico. El grado de dolor y la evolución del síndrome de Sudeck no tiene porqué corresponder a la magnitud de la lesión que lo desencadena.
Es vital que este extraño síndrome sea diagnosticado durante la etapa más temprana posible. De lo contrario, podría acabar extendiéndose a todas las extremidades, haciendo su recuperación mucho más dolorosa y difícil.
Dado los altos niveles de dolor que provoca esta enfermedad, la persona puede llegar a manifestar serias alteraciones psicológicas, dependencia farmacológica o, incluso, desarrollar una completa invalidez.
Otro factor que hace a esta enfermedad tan incapacitante para la persona que la padece es que su transcurso es totalmente imprevisible y puede variar de manera exagerada entre una persona y otra.
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Sintomatología y cuadro clínico
Como se menciona anteriormente, la enfermedad de Sudeck posee una gran variedad de características clínicas. Esta sintomatología incluye dolor o cambios en la piel y en los huesos. A continuación, pasamos a describir cada uno de estos síntomas clínicos:
1. Dolor
Este síndrome tiene la singularidad de que la persona experimenta un dolor de proporciones desmesuradas en comparación con la magnitud de la lesión o daño que las provoca.
Además, puede acompañarse de dificultades en la movilidad que aparecen tras la lesión. Uno de los primeros síntomas que aparecen en los pacientes de síndrome de Sudeck es un dolor severo, constante, profundo y ardiente.
Finalmente, cualquier tipo de roce, sea de la intensidad que sea, es experimentado como una sensación dolorosa del más alto nivel.
2. Alteraciones cutáneas
La dermis puede presentar síntomas de distrofia o atrofia, así como sequedad con o sin descamación. Asimismo, la actividad simpática anormal que provoca esta enfermedad puede relacionarse con alteraciones en la pigmentación de la piel, en la temperatura de esta y en los niveles de sudoración.
3. Alteraciones óseas
El síndrome de Sudeck puede generar desgaste óseo u osteoporosis en las articulaciones. Este desgaste puede observarse mediante radiografías y escáneres de los huesos.
4. Afecciones motrices
Las personas afectadas por esta enfermedad experimentan grandes dificultades para realizar cualquier tipo de movimiento. Estas dificultades vienen ocasionadas por el intenso dolor que experimentan debido al aumento del tono muscular.
Como consecuencia los pacientes tienden a disminuir sus movimientos generando así una atrofia muscular difusa. Otras síntomas motrices son los temblores o movimientos reflejos involuntarios.
5. Inflamación
En la mayoría de los casos los pacientes presentan una inflamación localizada en el lugar en el que se genera el dolor.
Todos estos síntomas tienden a localizarse en el lugar de la lesión. No obstante, en la medida en la que la enfermedad evoluciona, toda esta sintomatología comenzará a extenderse. Existen 3 patrones que describen la propagación de la enfermedad:
- Patrón de tipo continuo: los síntomas se extienden de manera ascendente. Por ejemplo, desde la muñeca hasta el hombro.
- Patrón de tipo imagen en espejo: propagación hacia la extremidad opuesta.
- Patrón de tipo independiente: en este caso los síntomas se extienden hacia una zona distante del cuerpo.
Causas y factores de riesgo
Las causas de la enfermedad de Sudeck son por ahora desconocidas. Por lo tanto, todavía no se comprende por qué el sistema simpático se mantiene en modo hiperactivo constantemente.
Algunas teorías hipotetizan que esta hiperactividad origina una respuesta inflamatoria que provoca espasmos constantes en el lugar de la lesión. Asimismo, estos espasmos pueden hacer que el dolor aumente cada vez más, convirtiéndose así en un círculo continuo de malestar.
A pesar de que se desconocen las causas, existen una serie de factores de riesgo que se asocian al síndrome de Sudeck. Estos son:
- Cirugías previas
- Infecciones.
- Afecciones de la columna.
- Trastornos idiopáticos.
- Lesiones neurológicas tanto centrales como periféricas.
- Enfermedades cardiovasculares.
- Traumatismos previos, traumatismos de repetición o trastornos por movimientos repetitivos.
Diagnóstico
Dado que no existen pruebas diagnósticas específicas para el síndrome de Sudeck, es necesario realizar un diagnóstico diferencial en el que se descarte cualquier otro trastorno de sintomatología similar.
A raíz de esto, el diagnóstico se realizará principalmente mediante la observación de signos y síntomas. Algunas de las pruebas que se pueden llevar a cabo para intentar diagnosticar esta enfermedad son:
1. Radiografías
Mediante el uso de radiografías se puede identificar una clase de osteoporosis moteada característica de este síndrome.
2. Resonancia magnética nuclear
Esta es una prueba útil para la detección temprana del síndrome de Sudeck, sobretodo cuando la lesión está localizada a la altura de la cadera.
3. Termografía
La termografía es una prueba en la que mediante la utilización de una cámara especializada se puede medir el calor emitido por el cuerpo.
4. Análisis de laboratorio
Mediante analíticas sanguíneas y de orina se evaluará la presencia de hipertrigliceridemia, hiperuricemia, hipercalciuria e hidroxiprolinuria.
Tratamiento
El objetivo más importante en el tratamiento del síndrome de Sudeck es conseguir que el paciente utilice la extremidad afectada.
Mediante la utilización de medicamentos, terapia física o bloqueos nerviosos, se pretende conseguir que el dolor disminuya. Asimismo, la intervención con fisioterapia enseñará al paciente a usar su extremidad afectada en sus actividades del día a día.
Ejercicios físicos como la natación o cualquier otra actividad acuática, han mostrado ser de gran eficacia en pacientes afectados de las extremidades inferiores.
El acompañamiento psicológico es de vital importancia en el tratamiento del síndrome de Sudeck. Su objetivo es reforzar los aspectos mentales o psicológicos de la enfermedad, así como motivar al paciente para llevar a cabo las técnicas de manejo del dolor.
Si este tratamiento consigue llevarse a cabo durante las primeras etapas de la enfermedad, la probabilidad de remisión completa es de aproximadamente del 85%. En los casos en los que la enfermedad no reciba el tratamiento adecuado, esta puede llevar a convertirse en crónica.