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Cómo ayudar a un adolescente con depresión: 5 consejos prácticos


La adolescencia es una época turbulenta en la que pueden aparecer una serie de trastornos psicológicos, como es la depresión.

En esta situación, los padres sufren por no poder ayudar a sus hijos tanto como les gustaría. Para ello, aquí veremos una serie de consejos sobre cómo ayudar a un adolescente con depresión que ayudarán a las familias a afrontar este fenómeno psicológica.

Consejos para saber cómo ayudar a un adolescente con depresión

Muchos padres se preguntan cómo ayudar a un adolescente con depresión pero, para ello, lo primero que debemos hacer es profundizar en la propia definición de esta patología y las implicaciones que lleva aparejadas.

La depresión es un trastorno mental que se caracteriza por un estado constante de tristeza y apatía, y que puede tener origen en un suceso concreto o bien en un cúmulo de vivencias y características de la persona que han propiciado que la depresión se desencadene.

Una vez somos conscientes de la situación a la que nos enfrentamos, podremos aplicar todos los consejos aquí reunidos para poder hacer frente a la problemática de una forma efectiva, proporcionándole a nuestro hijo todos los recursos que está necesitando para sobreponerse al estado en el que, por desgracia, se ha sumido. Algunas personas encontrarán más utilidad en unos consejos en concreto mientras que otros lo harán en los restantes, ya que cada caso es personal y único.

Lo importante es contar con un abanico de alternativas para encontrar nuevos métodos de ayuda o bien algunos complementarios a los que ya veníamos aplicando, para que cada persona pueda seleccionar uno, varios o incluso todos, en función de sus necesidades. Vamos, por lo tanto, a comenzar a desarrollar cada uno de los consejos de esta lista para saber cómo ayudar a un adolescente con depresión.

1. Ser consciente del problema

Es evidente que todas las personas tienen días mejores y días peores en cuanto al ánimo se refiere, e incluso se pueden tener rachas más o menos largas en las que predomina la tristeza, la alegría u otras emociones. Esto se ve todavía más acentuado en los adolescentes, que debido a todos los cambios que están sufriendo a nivel físico y psicológico tienen más propensión a experimentar esos cambios de humor, a veces muy repentinos y explosivos.

Así que, como padres, podemos estar habituados a ver situaciones similares con nuestro hijo adolescente y corremos el riesgo de que la situación empeore y no sepamos darle la importancia que se merece. Esto puede suceder, en primer lugar, porque no seamos capaces de darnos cuenta que lo que le está pasando a nuestro hijo es algo más que un simple episodio de tristeza. Pero puede ocurrir algo más grave, y es que nos demos cuenta de la situación pero no le demos la importancia que merece, pensando que ya se le pasará.

Y es que, uno de los problemas que conllevan los trastornos psicológicos es que muchas veces se cae en el error de pensar que se resolverán por sí mismos. Y, aunque a veces pueden remitir por la propia resiliencia de la persona, lo lógico es que sean tratados al igual que se haría con un problema orgánico, como una contusión, una rotura de un hueso, un problema digestivo o de cualquier otra índole. De ahí la importancia del siguiente consejo sobre cómo ayudar a un adolescente con depresión.

2. Buscar ayuda profesional

Como anticipábamos, otra de las claves para poder enfrentarse a una situación tan seria como es la de un estado depresivo en nuestro hijo adolescente, es la de valorar su estado como es necesario, y para ello la opción más sensata es recurrir a un profesional, experto conocedor de esta problemática, como es un psicólogo o bien un psiquiatra.

Gracias a sus conocimientos podrá evaluar si la situación que está experimentando tu hijo es compatible con la de una depresión y por lo tanto podrá proponer el tratamiento adecuado.

Es cierto que, por diferentes circunstancias, algunas personas no solicitan ayuda psicológica mientras sufren de depresión, bien porque desconocen las funciones de esta figura, bien por el estigma social que aún hoy existe respecto a la salud mental, bien porque prefieren explorar otras alternativas, bien porque no tienen los medios para acceder a dicha ayuda, etc. Cada situación es muy personal y no se puede juzgar a la ligera las decisiones de cada uno.

Lo que es cierto es que en algunos casos se puede llegar a superar una depresión sin la ayuda de un psicólogo pero con su ayuda facilitaremos que el proceso sea menos extendido en el tiempo, que la persona adquiera cuanto antes las herramientas para avanzar en su estado y mejorar, y que el impacto en su vida sea el menor posible. De ahí que uno de los mejores consejos sobre cómo ayudar a un adolescente con depresión sea el encontrar un profesional que le dé las pautas requeridas para superar el problema cuanto antes.

3. Apoyo incondicional

El apoyo incondicional es algo que los padres deberían ofrecer a sus hijos en cualquier situación, pero con más razón cuando se trata de un tema tan delicado como una psicopatología, y la depresión lo es.

Una persona sumida en un estado de depresión es como un náufrago flotando a la deriva en el mar. Puede que tenga suerte y encuentre una tabla a la que agarrarse y llegar a tierra pronto, pero desde luego todo será más fácil si cuenta con alguien que le tienda la mano y le rescate.

El apoyo siempre es importante, pero todavía lo es más si proviene de las figuras de referencia, personalizadas en este caso por el padre, la madre o el tutor legal. Debido a las características de la depresión, es posible que el adolescente se muestre reacio a recibir la ayuda, que prefieran estar solos o que incluso se enfaden al intentar preocuparnos por ellos y saber qué necesitan, pero es importante que el apoyo no cese, aunque la respuesta no sea la que nos gustaría en un principio.

Por lo tanto, si pensamos en cómo ayudar a un adolescente con depresión, resulta fundamental el mantener la mano tendida en todo momento y darle a nuestro hijo todas los recursos que puede necesitar para, poco a poco, ir remontando en su estado de ánimo patológico hasta superar definitivamente la depresión. El papel del apoyo de los padres es fundamental en esta tarea y debemos ser conscientes de ello para aprovechar al máximo este valioso recurso.

4. Reparar las causas

El siguiente punto haría referencia a la reparación de aquellas situaciones que estarían originando el problema. Este consejo sobre cómo ayudar a un adolescente con depresión se podrá cumplir en algunos casos, pero no en todos, ya que ya hemos visto que este trastorno no siempre tiene un origen concreto, o al menos no es tan visible como podríamos pensar. Por ello debemos adaptarnos siempre a lo que sabemos y a las pautas que nos dé el terapeuta profesional al respecto.

Sin embargo, si es evidente que hay una situación que está perturbando el estado de ánimo de nuestro hijo hasta el punto de provocarle una depresión, deberemos actuar sobre ello. La casuística puede ser muy variada, y puede implicar desde problemas con su círculo de iguales, situaciones no deseadas en el colegio (como acoso escolar, o dificultades en los estudios), un duelo ante el divorcio de sus padres, el fallecimiento de un familiar cercano, o muchas otras situaciones.

Obviamente, algunos eventos serán más susceptibles de ser reparados que otros, pero lo importante es lo que hacemos sobre ellos, hacer que la situación tenga el mínimo impacto posible sobre nuestro hijo y, sobre todo, darle las herramientas para que pueda expresar cómo se siente al respecto, cuáles son sus necesidades y, como veíamos en el punto anterior, acompañarle en todo ese camino, hasta que logre sobreponerse, gracias a toda la ayuda recibida y sobre todo a su propio trabajo al respecto.

5. Apoyo de su círculo

Aunque la ayuda de los padres sea vital, muchas veces los adolescentes tienen más facilidad de escuchar a sus propios amigos.

Por ello, debemos valernos de esa herramienta y pedir también su colaboración a aquellas personas que integren el círculo de amistades más cercano de nuestro hijo, ya que ellos pueden tener más capacidad para “entregar el mensaje” y estar más cerca de él, y es que muchas veces los adolescentes tienden a mantener una distancia comunicativa con sus progenitores.

De esta forma lograremos dos cosas, en primer lugar, nuestro hijo contará con más personas apoyándole, que es lo que necesita en su situación, y en segundo, tendremos unos poderosos aliados para mejorar servir de enlace de comunicación entre él y nosotros, de manera bidireccional, y por lo tanto es un consejo nada desdeñable sobre cómo ayudar a un adolescente con depresión.

Referencias bibliográficas:

  • Barra, E., Cerna, R., Kramm, D., Véliz, V. (2006). Problemas de salud, estrés, afrontamiento, depresión y apoyo social en adolescentes. Terapia psicológica.
  • Leyva-Jiménez, R., Hernández-Juárez, A.M., López-Gaona, G. (2007). Depresión en adolescentes y funcionamiento familiar. Revista Médica del Instituto Mexicano del Seguro Social.
  • Pardo, G., Sandoval, A., Umbarila, D. (2004). Adolescencia y depresión. Revista colombiana de psicología.