Epigastralgia (dolor epigástrico): causas y tratamientos
La epigastralgia es uno de los dolores gastrointestinalesmás frecuentes. En la mayor parte de los casos se debe a indigestión, aunque también puede ser causado por enfermedades físicas, en especial la enfermedad por reflujo esofágico.
En este artículo analizaremos en qué consiste el dolor en el epigastrio, qué otros síntomas aparecen asociados a éste, cuáles son sus causas más habituales y qué tratamientos existen para combatirlo.
¿Qué es la epigastralgia?
El término “epigastralgia” se utiliza para designar el dolor que se produce en el epigastrio. Esta denominación se corresponde con la parte medial superior del abdomen, situada entre el ombligo y las costillas, detrás del esternón.
En la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10) la epigastralgia está recogida como “dolor en el epigastrio”. En este manual se la equipara a grandes rasgos con la indigestión o dispepsia, si bien existen muchas posibles causas para este tipo de dolor.
En particular la epigastralgia se relaciona con la enfermedad por reflujo esofágico, que provoca acidez y otros síntomas gastrointestinales. Aunque por sí mismo el dolor epigástrico no es considerado un síntoma severo, puede estar causado por esta y otras enfermedades que requieren intervención médica.
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Síntomas asociados
La epigastralgia es en sí misma un síntoma de distintas enfermedades y alteraciones pasajeras que afectan al estómago. Puede aparecer de forma aislada pero es muy habitual que se den simultáneamente otros síntomas gastrointestinales, que varían en función de las causas específicas del malestar.
Así, el dolor en el epigastrio va acompañado a menudo por los siguientes síntomas:
- Acidez, ardor o agrieras (pirosis)
- Hinchazón de estómago
- Sensación excesiva de llenura después de comer
- Eructos con o sin regurgitación de comida o líquido
- Pérdida de apetito
- Náuseas
- Vómitos
- Flatulencias
- Estreñimiento
- Diarrea
- Insomnio (como consecuencia de las molestias)
Causas de la epigastralgia
Las causas principales de la epigastralgia se relacionan con el sistema digestivo, si bien este síntoma puede deberse también a alteraciones en otras partes del cuerpo.
1. Dispepsia (indigestión)
“Dispepsia” es el término general con el que se denomina a cualquier trastorno que afecte a la digestión, de modo que es un síndrome muy frecuente en la población general y entre las personas que acuden a consulta médica. Además de epigastralgia puede provocar otros síntomas gastrointestinales, como acidez, náuseas y flatulencias.
Se trata de una alteración mayoritariamente benigna, que puede ser transitoria o crónica y que se debe por lo general a una alimentación poco saludable. Normalmente la indigestión se debe a la ingesta excesiva, siendo distintos tipos de alimentos más o menos susceptibles de provocar indigestión en cada persona.
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2. Enfermedad por reflujo esofágico
La enfermedad por reflujo esofágico hace que el ácido del estómago se dirija hacia el esófago, que conecta el estómago con la garganta; esto daña el esófago y la garganta, que no están protegidas por la mucosa estomacal.
Este trastorno puede provocar síntomas como epigastralgia, acidez, dificultades para respirar y para tragar, tos crónica y dolor en el pecho, que aparece como consecuencia de la inflamación del esófago.
3. Consumo de alcohol
El consumo de grandes cantidades de alcohol, sobre todo si se produce de forma crónica, irrita y daña el revestimiento del estómago, haciendo que este órgano se inflame y que sea más vulnerable al ácido que produce. De este modo puede aparecer el conjunto de síntomas gastrointestinales que hemos descrito previamente.
4. Embarazo
Durante el embarazo el feto oprime las paredes abdominales, lo cual puede provocar dolor en el epigastrio y en otras zonas del abdomen. Además los cambios hormonales que se producen en este periodo pueden causar reflujo ácido y otras alteraciones gastrointestinales, y por tanto epigastralgia.
5. Gastritis
La gastritis consiste en la inflamación de la mucosa gástrica, que protege el estómago del ácido digestivo. Como la epigastritis, puede estar causada por motivos muy diversos, desde la mala alimentación y el estrés psicofisiológico hasta infecciones o el abuso de determinadas sustancias.
6. Úlcera péptica
Las úlceras pépticas son lesiones que se producen en la mucosa que recubre el estómago. Aparecen cuando las defensas del sistema digestivo no son suficientes para controlar los agentes que lo agreden, principalmente infecciones de la bacteria Helicobacter pylori y el consumo excesivo y continuado de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
Tratamiento y manejo
El tratamiento más adecuado para la epigastralgia depende de la causa del dolor. El cambio de hábitos suele ser muy eficaz, especialmente a nivel alimentario; en concreto se recomienda reducir el consumo de grasas y la cantidad de comida que se ingiere por tal de que el estómago se encuentre en el mejor estado posible.
En algunos casos puede ser necesaria la intervención médica, principalmente si los síntomas son muy graves o la causa de la epigastralgia es una de las enfermedades que hemos mencionado en el apartado anterior, como la úlcera péptica y la enfermedad por reflujo esofágico.
A nivel sintomático se suele recomendar el consumo de omeprazol y otros medicamentos que reducen la producción de ácido gástrico, pero sólo si son recetados por médicos. En general la mejor forma de manejar la epigastralgia es adquirir hábitos más saludables de alimentación, ya que la indigestión es la causa más habitual de este problema.
Hay que tener precaución al consumir ibuprofeno y otros antiinflamatorios no esteroideos puesto que, como hemos dicho, pueden ser agresivos para el estómago. Si se están consumiendo estos medicamentos y aparecen síntomas de epigastralgia, probablemente sea más adecuado cambiar de analgésico.