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Trastornos emocionales: tipos, síntomas y causas


¿Qué son los trastornos emocionales y cómo podemos detectarlos? A lo largo de las últimas décadas, este tipo de afectaciones han sido incluidas y repensadas en el DSM (Manual de Diagnóstico de Trastornos Mentales).

En este artículo vamos a explicar cada uno de estos trastornos emocionales, qué síntomas y causas tiene cada uno y cómo pueden gestionarse a través de terapia o con sencillos consejos psicológicos.

Trastornos emocionales más comunes

Vamos a conocer este tipo de trastornos según su frecuencia, así como sus características más destacables.

1. Trastorno depresivo mayor

Uno de los trastornos del estado de ánimo más reconocibles, y que requiere de una intervención psicológica y psiquiátrica en la mayoría de casos.

Síntomas

Para ser diagnosticado con depresión mayor, el profesional de la salud mental deberá percibir por lo menos cinco de los siguientes síntomas, y por un periodo mínimo de dos semanas:

  • Estado depresivo (ánimo bajo) durante la mayor parte de la jornada
  • Desinterés e incapacidad para sentir placer (anhedonia) en todas o casi todas las facetas diarias, y la mayor parte de días.
  • Descenso del peso corporal de forma abrupta (más de un 5% del peso en 30 días), o bien pérdida o aumento exagerado del apetito la mayor parte de días.
  • Dificultades para dormir (insomnio) o sueño excesivo (hipersomnia) casi cada día
  • Agitación o lentitud psicomotora la mayoría de días
  • Baja energía la mayoría de días
  • Sensación de inutilidad, de culpa o de agotamiento existencial la mayoría de días.
  • Descenso de la capacidad para mantener la concentración, para tomar decisiones…
  • Ideación suicida, pensamientos intrusivos sobre la muerte
  • Es un trastorno que debe ser tratado por médicos y profesionales de la salud mental. Su aparición promedio se sitúa en torno a los 25 años de edad.

2. Trastorno distímico

La distimia es otro trastorno del estado de ánimo relacionado directamente con la depresión. Para ser diagnosticado con distimia, el paciente tiene que mostrar un ánimo depresivo durante la mayor parte de la jornada y por un período de dos años como mínimo, sin existir ningún lapso de dos meses en que su ánimo recupere la normalidad.

Síntomas

Dos o más de los siguientes síntomas deben aparecer durante el período de dos años:

  • Pérdida o aumento inusual del apetito
  • Dificultades para dormir (insomnio) o hipersomnia (sueño excesivo)
  • Apatía y baja energía
  • Problemas de autoestima
  • Problemas para concentrarse y tomar decisiones
  • Existe una edad promedio en que el individuo suele presentar la primera etapa de distimia: en torno a los 20 años.

3. Trastorno bipolar

El trastorno bipolar, también conocido como bipolaridad, es la predisposición a sufrir episodios de manía alternados con etapas de depresión mayor. Estos vaivenes en el estado de ánimo conducen a estados de euforia y actividad frenética en períodos de tiempo largos, para luego caer en la apatía y la desesperación.

Hay dos tipos de trastorno bipolar: el I y el II. Se distinguen en una característica del episodio maníaco. En el trastorno bipolar I, son intermitentes los episodios maníacos completos con las etapas de bajo estado de ánimo. Sin embargo, en el trastorno bipolar II son intermitentes los episodios hipomaníacos (más leves que los maníacos) y los episodios de depresión.

Síntomas

Sea como sea, los síntomas de ambos subtipos son estos:

  • Aparición de uno o más episodios de depresión mayor
  • Aparición de, por lo menos, un episodio maníaco (en el trastorno bipolar II).
  • Aparición de, por lo menos, un episodio hipomaníaco (en el trastorno bipolar I).

4. Trastorno ciclotímico

El trastorno ciclotímico es una alteración parecida al trastorno bipolar II. Se distingue porque sus episodios son más leves, aunque su duración en el tiempo es más prolongada.

Síntomas

Los síntomas que advierten de la llegada de este trastorno son los siguientes:

  • Diversas etapas de síntomas hipomaníacos
  • Diversas etapas de síntomas de depresión, pero sin cumplir los criterios de una depresión mayor propiamente dicha
  • Aproximadamente un 30% de los pacientes acaban derivando a un trastorno bipolar
  • Distintas investigaciones señalan que la edad promedio en que aparece el trastorno ciclotímico es temprana, entre los 12 y los 15 años

Causas de los trastornos emocionales

En la comunidad científica y académica existen distintos puntos de vista y polémicas en torno a cuáles son las causas más frecuentes de los trastornos emocionales. Sin embargo, sí que hay varios factores que pueden influir en su aparición.

Estos trastornos mentales son multicausales. Esto es, no aparecen por culpa de un solo factor, sino que es la adición de varios factores los que pueden llegar a causar el trastorno.

1. Genética

Si existen antecedentes en la familia de personas que han sufrido trastornos emocionales, esto puede indicar una predisposición biológica y genética. Distintas investigaciones concluyen que las personas con familiares que han sufrido trastornos del estado de ánimo tienen entre 2 y 3 veces más probabilidades de sufrir el mismo trastorno psicológico (Gershon, 1990).

Sin embargo, también hay casos en que se desarrolla un trastorno sin que existan o se puedan comprobar antecedentes familiares. Por este mismo motivo muchos expertos indican que hay factores ambientales y psicosociales que pueden estar íntimamente vinculados a la aparición de enfermedades como la depresión.

2. Bioquímica

El cerebro y su bioquímica interna tiene unos efectos determinantes en la aparición (o no) de los trastornos emocionales.

  • Neurotransmisores: los estudios demuestran que los bajos niveles de la hormona serotonina en personas que sufren depresión. Este neurotransmisor regula nuestras emociones, y cuando tenemos los niveles bajos tendemos a mostrarnos más inestables y vulnerables.
  • Sistema endocrino: varias investigaciones apuntan al vínculo entre la aparición de la depresión y la hormona cortisol. Esta hormona aumenta en los momentos de estrés y, por lo visto, también es inusualmente alta en las personas afectadas por trastornos del estado de ánimo.

3. Estrés y episodios traumáticos

Más del 60% de trastornos emocionales surgen tras una mala experiencia psicológica. Los traumas psicológicos y el estrés están detrás de la mayoría de trastornos psicológicos.

Cuando a un paciente de depresión se le pregunta por los acontecimientos vitales acaecidos justo antes de caer en un estado depresivo, muchos de ellos refieren haber sufrido una ruptura amorosa, haber tenido un hijo, haber sido despedido del trabajo, haber iniciado una carrera universitaria…

Con esto no hay que entender que el trastorno emocional aparece únicamente por ese trauma psicológico, sino que la persona ya tenía una predisposición a padecer un trastorno del estado de ánimo, y el estrés ha acelerado los mecanismos que conducen a él.

4. Personalidad

Ciertos individuos tienen pensamientos negativos recurrentes, autoestima baja, locus de control externo y tienden a preocuparse excesivamente por las circunstancias que les presenta la vida. Este tipo de personalidad les hace más propensas a sufrir un trastorno emocional.

Son individuos que incurren en un sesgo cognitivo muy común: la inferencia arbitraria. Es decir, tienden a destacar los factores negativos de una situación o circunstancia por encima de los positivos. Además, cometen sobregeneralización, es decir, sacan conclusiones de corte general ante situaciones puntuales y negativas que les hayan ocurrido.

Tratamiento

Existen varias formas de tratar los trastornos emocionales.

1. Antidepresivos

Existen tres tipos de fármacos que se usan para aliviar la depresión: los antidepresivos tricíclicos, los inhibidores de monoaminooxidasa (MAO) y los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS).

Estos medicamentos actúan en el cerebro y regulan los neurotransmisores, lo que lleva a que el estado de ánimo del paciente mejore en la mayoría de casos. De todos modos, este tipo de tratamiento farmacológico ha de ser recetado por un médico psiquiatra, quien hará un seguimiento sobre la evolución del paciente.

2. Litio

El litio es una sal común que se emplea como medicamento que regula el estado de ánimo, principalmente en los episodios maníacos del trastorno bipolar. En cualquier caso, tiene efectos secundarios más severos comparados con otros fármacos que combaten la depresión.

En casos de bipolaridad, también es frecuente la administración de ciertos antidepresivos con el fin de aliviar los episodios de bajo estado de ánimo. Asimismo, antipsicóticos como el haloperidol pueden ser también recetados si su reacción al litio no ha sido la esperada.

3. Terapia psicológica

La terapia psicológica es muy efectiva a la hora de gestionar los episodios de depresión y trastorno bipolar. En algunos casos, especialmente en el trastorno bipolar, la psicoterapia ha de realizarse de forma paralela al tratamiento farmacológico.

Referencias bibliográficas:

  • Cooper, R. (2014). Diagnosing the Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders: Fifth Edition.
  • Harris, R. (2012). Cuestión de confianza. Del miedo a la libertad. Santander: Sal Terrae.
  • Wykes, T. (2011). Diagnósticos hacia el DSM V (en inglés). Journal of Mental health.