Las 12 características de las personas responsables
La responsabilidad y los rasgos que conllevan son algo muy valorado por la sociedad. Un estudiante responsable es uno que saca buenas notas y hace los deberes cuando toca; un trabajador responsable es un empleado con excelente productividad y eficacia.
Ser una persona responsable es, en muchas ocasiones, sinónimo de persona exitosa. Trabajar bien, esmerarse tanto en lo laboral como en lo personal y ser muy meticuloso en lo que se dice y se hace trae más ventajas que inconvenientes, muchas más ventajas.
La responsabilidad no solo se encuentra en los genes, sino también es algo que se puede aprender y perfeccionar. Puede ser que a ti te interese convertirse en una persona responsable. Si es así, te invitamos a leer cuáles son las características que definen a este tipo de personas.
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¿Cuáles son las características de una persona responsable?
La responsabilidad es un concepto que puede tener múltiples significados según a quién le preguntemos y teniendo en cuenta el contexto y la circunstancia, variando mucho en ámbitos tales como el moral, el civil o el penal. Aplicado a las personas, a su comportamiento y personalidad, podemos decir que ser personas responsables es ser individuos en los demás confían, comportándose de forma fiable con las relaciones familiares, amistades, laborales y con uno mismo.
Podríamos decir que las personas responsables son individuos que actúan de manera equilibrada y reflexiva, con plena conciencia de sus comportamientos y sus decisiones, sabiendo que su acciones traen consigo consecuencias, tanto para ellos como para los demás. Ser responsable de sí mismo implica aprender a manejar la vida de forma autónoma, actuando de forma muy meditada y racional, sabiendo que nadie mejor que nosotros mismos sabe lo que es bueno para nosotros mismos.
La responsabilidad es también una cuestión de trabajo, mostrándose tanto con los jefes como con los propios colegas. Ser responsable en el puesto de trabajo es fundamental para conservarlo. Trabajar desorganizada e irresponsable incrementa el riesgo de ser despedidos, además de que es perjudicial para el resto de empleados que tienen que soportar las consecuencias de nuestra mala praxis laboral en caso de darse. Todo jefe espera de sus empleados un comportamiento maduro, responsable y meticuloso.
También se es responsable para con la sociedad. Ser una persona responsable significa comportarse socialmente de una manera adecuada, mostrando respeto por los demás, por el lugar donde se vive y todo lo que tenga que ver con el tejido social. Una buena forma de ser responsable con nuestro entorno social es seguir la regla de oro: tratar a los demás como queremos ser tratados.
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Principales rasgos de las personas responsables
Podemos destacar como principales características de las personas responsables las siguientes actitudes.
1. No ponen excusas innecesarias
Las personas responsables no ponen excusas innecesarias. De hecho, ser responsable implica no engañar a los demás ni autoengañarse con argumentos totalmente falsos o irreales para justificar faltas, olvidos, accidentes y fallos. El uso abusivo de excusas para justificar qué se hace y qué se deja de hacer es una clara muestra de irresponsabilidad.
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2. No le echan la culpa a los demás
Usar chivos expiatorios es justo lo contrario a ser responsable. Las personas responsables no desvían la culpa a los demás, es decir, no desvían la responsabilidad de sus actos a terceros para evitar hacerle frente a sus acciones o suavizar sus faltas. Asumen la responsabilidad de sus gestos y se enfrentan a las consecuencias.
3. Piensan antes de actuar
Las personas responsables piensan en las consecuencias antes de actuar, reflexionando sobre la posibilidad de daños o perjuicio hacia sí mismo o demás si obra de una determinada forma.
Dentro de este rasgo, podemos destacar que las personas responsables no son solo consecuentes con lo que hacen, sino también con lo que dicen. Este tipo de personas saben que las palabras que usa pueden afectar de una u otra forma a quienes se las dicen, con lo cual sopesa y medita profundamente lo que dice antes de decirlo.
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4. No procrastinan
A mayor responsabilidad, menor procrastinación. Las personas responsables se ponen a trabajar cuanto más pronto pueden y evitan posponer sus obligaciones. Toman decisiones y las llevan a cabo: actúan.
5. Evitan las quejas que no llevan a nada
La queja puede resultarnos útil si sirve para que quienes pueden cambiar las cosas, las cambien. Ahora, quejarnos demasiado puede agotarnos psicológicamente y hacer que no avancemos, quedándonos atrapados en la irónica comodidad de ver los muchos errores de alguien o algo pero haciendo absolutamente nada para remediarlo.
Las personas responsables no se comportan así. Si ven que hay algo que pueden cambiar, en vez de quejarse para ver si con un poco de suerte alguien hace algo, ellas se adelantan y miran a ver qué pueden hacer. Hacen un esfuerzo activo para aprender a manejar los problemas que se les presentan.
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6. Son conscientes con su entorno
Las personas con alta responsabilidad son profundamente conscientes de sí mismas y del entorno que les rodea, comprendiendo y mejorando la relación entre ambos de forma activa para sacarle el máximo provecho.
7. Practican el autoconocimiento
Uno muy difícilmente puede ser responsable si no se conoce. El autoconocimiento es un aspecto clave en las personas con alta responsabilidad, un ejercicio de introspección para conocerse mejor, especialmente en términos psicológicos. Implica saber cómo reaccionamos ante una determinada situación, qué estrategias podemos aplicar para mejorarla y qué habilidades disponemos para poder relacionarnos mejor con nuestros iguales.
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8. Son persistentes
El sentido de compromiso de las personas con alta responsabilidad las lleva a perseverar hasta conseguir los objetivos que se proponen. Tienen en cuenta las circunstancias y los medios en los que se ven inmersos, pero aún así hacen todo lo posible para conseguir superar la adversidad y las limitaciones que puedan haber por el camino hasta cumplir con aquello que sienten que es su deber o meta personal.
9. Altamente planificadores
Una característica importante de las personas responsables es que se anticipan y planifican ante posibles inconvenientes que se pueden encontrar por el camino. Se anticipan a posibles problemas que puedan tener para que, si se dan, dispongan de un plan B y poder seguir avanzando de una u otra forma.
10. La puntualidad circula por sus venas
Rara vez una persona que dice ser responsable llega tarde. La puntualidad y la responsabilidad van de la mano, y no únicamente en lo que a citas o quedar con los amigos se refiere. Las personas responsables cumplen con sus obligaciones a tiempo, evitando a toda costa los retrasos y, aún así, se asegura de que su trabajo es de la más alta calidad.
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11. Dedicación y esmero
Relacionado con el punto anterior, las personas responsables hacen sus quehaceres con los niveles de calidad más altos posibles. Se esfuerzan por superarse a sí mismas, dedicándole energías y tiempo a la consecución de sus obligaciones y metas personales, esmerándose todo lo humanamente posible.
12. Tocadas por el éxito
Las personas responsables suelen tener mucho éxito, pues los rasgos propios de la responsabilidad son social, laboral, familiar y personalmente muy solicitados y valorados. Las personas responsables son buenas estudiantes, trabajadoras, deseosas por aprender y mejorar, lo que hace que tengan cierta predisposición a obtener logros. No descansan hasta conseguir algo, aunque eso implique sacrificar su tiempo de ocio e, incluso, de descanso.
Su constancia se convierte en éxito, lo cual hace que se ganen la admiración y el respaldo de quienes les rodean.