Las 9 claves psicológicas para gestionar los problemas familiares
La terapia familiar es la rama de la psicología aplicada que se encarga de estudiar e intervenir en las dinámicas de comunicación e interacción disfuncionales entre padres y madres, hijos, abuelos, tíos... Por ejemplo, riñas que se alargan durante años, falta de comunicación, desatención a las necesidades de una parte de la familia, y más.
Por eso, desde hace décadas, los profesionales de la psicología familiar han establecido una serie de pautas de conducta y claves psicológicas que pueden ser de gran ayuda para superar los problemas familiares.
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Las claves para afrontar y manejar los problemas familiares
Ten en cuenta estas recomendaciones para abordar los problemas familiares por falta de comunicación, discusiones, etc.
1. Gestionar las discusiones
Las discusiones familiares son obstáculos muy habituales a los que deben hacer frente la mayoría de las familias en todo el mundo y en ocasiones se tiende a evitarlas en lugar de enfrentarlas y gestionarlas con éxito.
La evitación puede parecer una forma sencilla de convivir en familia pero a largo plazo no resulta la más eficaz, ya que lo único que se consigue es acumular malestar que tarde o temprano acabará saliendo a la superficie a lo largo del día a día y la convivencia diaria.
Es por eso que los expertos en psicología familiar recomiendan gestionar siempre cualquier tipo de discusión que pueda generarse y hablar de los temas que sean necesarios abordar sin ocultarlos.
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2. Elegir el momento adecuado para hablar sobre los problemas
Como en cualquier otra relación entre personas, resulta de gran importancia elegir siempre el momento y el lugar más adecuados para tratar temas delicados, o para solventar discusiones de todo tipo.
Es por eso que normalmente se recomienda gestionar este tipo de problemas cuando se disponga del tiempo necesario para hacerlo y cuando todos los miembros de la familia estén disponibles para hablar durante el tiempo que sea menester.
De igual manera, también puede ser recomendable no tratar temas sensibles cuando los ánimos estén muy caldeados y esperar a que todas las personas implicadas en el conflicto se encuentren en disposición de hablar tranquilamente y sin echar más leña a la discusión previa.
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3. Permitir expresarse a todo el mundo
Para lograr gestionar con éxito cualquier problema que tenga lugar en el ámbito familiar es muy importante asegurarse siempre de que todas las partes implicadas tengan libertad para explicar su versión del conflicto.
Permitir expresarse a todos los miembros de la familia contribuye de manera muy notable a acercar posturas, ya que cada persona sentirá que sus planteamientos son escuchados por los otros miembros.
Si cada persona expone su versión de manera tranquila y respetuosa, se podrá llegar tarde o temprano a un consenso generalizado entre todas las partes que satisfaga a los implicados.
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4. Valorar la opinión de todo el mundo
Otra de las claves esenciales ante un conflicto familiar es el respeto hacia las opiniones de todos y cada uno de los miembros de la unidad familiar, incluso de los más pequeños.
En familias con niños pequeños también es importante tener en cuenta su opinión o puntos de vista ante lo sucedido con el objetivo de que se sientan integrados y que su opinión es valorada entre los demás miembros, algo que sin duda contribuirá al desarrollo de su personalidad y su intelecto.
Aunque a veces no terminen de comprender lo que ocurre, también resulta muy positivo preguntar a los niños sobre cómo se han sentido ante la discusión o el conflicto que ha tenido lugar en la familia.
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5. Poner en práctica habilidades comunicativas
Comos se ha indicado, la comunicación es esencial para resolver cualquier tipo de conflicto familiar, y más aún los es la forma y el estilo comunicativo que empleamos para relacionarnos con otros miembros de la familia.
Los profesionales de la psicología llevan décadas estudiando las diferentes capacidades y aptitudes que existen para lograr una comunicación exitosa, es decir, las llamadas habilidades comunicativas.
Las principales habilidades comunicativas son la escucha activa, la empatía, la validación emocional, la resolución de conflictos, el respeto y la capacidad de gestionar correctamente el lenguaje verbal y el no verbal.
6. Disculparse
Saber disculparse cuando uno se ha equivocado es esencial para el correcto funcionamiento de cualquier relación humana y también en el caso de los conflictos familiares.
Las disculpas sinceras son un signo de respeto y consideración hacia otra persona que ha sido agraviada. Sin embargo, también debe recordarse que toda disculpa debe ir siempre acompañada de actos de reparación del daño causado (que lo reparen total o parcialmente).
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7. Seguir los protocolos en casos de maltrato
En los casos en los que se produce un caso de maltrato intrafamiliar debe tener prioridad la seguridad e integridad física de la víctima, por encima de cualquier “reparación” de las relaciones familiares dañadas.
Es por eso que ante este tipo de casos deben seguirse siempre los protocolos establecidos, protegiendo siempre a la víctima y haciendo partícipe a las autoridades judiciales, policiales y médicas que sean necesarias.
8. Acudir a terapia
Acudir a un psicólogo o profesional especializado en terapia familiar es una de las mejores decisiones que se pueden tomar cuando exista un conflicto grave en la familia o bien cuando sea difícil lograr una solución al problema.
Un terapeuta experto en este ámbito sabrá identificar patrones de conducta negativos, poner el foco en las causas del problema y será capaz de concebir el problema con perspectiva.
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9. Pasar más tiempo juntos
Los profesionales de la psicología recomiendan que la mejor manera de solucionar conflictos o problemas familiares frecuentes consiste en pasar más tiempo juntos en familia.
Esta es una buena forma de fortalecer los lazos de unión entre seres queridos y puede llevarse a cabo compartiendo actividades de ocio o dedicando los fines de semana a realizar actividades en familia.
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