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¿Cómo trabajar el duelo en la familia en psicoterapia?


El duelo es una experiencia tan dolorosa como compleja, sobre todo porque muchas veces, sobre todo en casos de muerte de seres queridos, el modo en el que lo experimentamos está ligado al contexto familiar.

Así pues... ¿cómo se aborda el duelo en las familias a través de la intervención psicoterapéutica? Veámoslo.

La intervención en casos de duelo en la familia

Primero tendría en cuenta de qué tipo de familia se trata, las edades de sus integrantes y los momentos de la vida de cada uno en la que el duelo los está atravesando. Tener en cuenta esta información es necesario para elaborar estrategias de cómo abordar la situación mediante la terapia psicológica.

También es necesario ver de qué tipo de duelo se trata, ya que si bien cada duelo es excepcionalmente difícil, son particularmente complicados según las circunstancias, edad del fallecido, vínculo y rol en la familia.

Los pasos a seguir

El primer paso es poder hablar de lo sucedido, las circunstancias, que los miembros de la familia puedan plasmar en palabras sus emociones y que cada persona pueda expresar cómo se siente. Si hubo posibilidad de despedirse en un procesamiento previo o si por el contrario fue abrupto. Si hubo velatorio, entierro, si su familia siente paz por la forma en que pudieron transitar estos rituales.

Todo esto parece muy común, pero durante la crisis del COVID-19 fue una gran carencia, y son prácticas que en nuestra sociedad para muchos son fundamentales para el procesamiento del duelo.

Poder transitar ese dolor también es clave. Traer fotos o elementos que hayan sido de esa persona a la sesión. Poder hablar a través de los recuerdos de lo que surja acerca de las prácticas familiares. Ver si esas prácticas pueden ser transferibles a alguien de la familia. Si hay voluntad de continuar esa tradición como un legado, o es algo que prefieren que muera con la persona.

Por otro lado, es fundamental revalorar el lugar de esa persona en la familia y concientizarse de que ya no estará. Ayudar a aceptar y entender que podemos recordarlo y rememorar esos momentos, que siempre estarán en nosotros. Conectar con los rasgos positivos de esa persona.

Duelo en familia

También es importante dejar entrar la tristeza para que los familiares puedan percibir esa pérdida, darle lugar. Leer cuentos que ayuden a elaborar estos sentimientos de soledad, desamparo, desgarro, aceptación de la angustia.

Suele ser útil crear un álbum de fotos digital o impresa, como un libro, con los momentos compartidos más destacados. Conversar sobre ellos. Que cada uno pueda compartir cómo lo recuerdan.

El reto de superar la pérdida en familia

Además, es importante lograr un proyecto de familia e individual para que sus miembros, de ahí en adelante, puedan crear nuevas metas y prácticas que los impulsen a seguir adelante y a fortalecer sus vínculos familiares.

Otra medida recomendada es promover, si se trata de madres que pierden un hijo, el vínculo con Renacer o con Luz del Cielo, que son instituciones que trabajan con madres que han perdido a sus hijos. Esto genera un mayor sentimiento de pertenencia, aceptación, convalidación y un mejor procesamiento del duelo al ser personas que pasan por la misma situación.

Además, para pasar página es bueno buscar la manera de que en nombre del fallecido se hagan donaciones de ropa, mobiliario, artículos personales que no quieran quedarse los familiares. En general ayuda a liberar tensión y angustia el retribuir a otros algo de la persona perdida.

En general, otra de las estrategias recomendadas es buscar prácticas de sostén que puedan fortalecer a la familia. Ya sean sociales, religiosas, familiares, que permitan sentirse amparados y contenidos en el procesamiento del duelo.

La importancia de cuidar de la salud física y mental

Es necesario evitar, salvo que se haga complicado, la recomendación de psicofármacos que sólo posponen la elaboración del duelo. Además, es importante evitar que los familiares caiga en en el exceso de conductas para evitar procesar el duelo, como el exceso de trabajo, o las conductas maniacas o autoagresivas. Trabajar la culpa y la aceptación.

También hay que impulsar estrategias para buscar que se generen prácticas saludables. Los duelos traen nuevos comienzos, por lo que es bueno promocionar proyectos pendientes o modificar conductas que fueran desfavorables. Generar cohesión familiar y valoración de sus miembros.