Por qué es importante distinguir entre tener depresión y estar triste
En una época en la que, por desgracia, es habitual que se patologicen experiencias humanas que son perfectamente normales, hay muchas personas que confunden la tristeza con la depresión.
Algunas de estas personas consideran que este tipo de “etiquetas” relacionadas con el mundo de la salud mental son solo eso, etiquetas, y que por eso, no merece la pena detenerse a pensar mucho en si conviene llamar de una u otra forma a cómo nos sentimos.
Sin embargo, en ámbito de la psicología y la psiquiatría se pone esfuerzo en delimitar conceptualmente los procesos mentales y comportamentales, y esto se ve claramente a la hora de establecer una línea entre los trastornos del estado de ánimo como la depresión y emociones como la tristeza. Veamos por qué es importante conocer esta clase de diferencias.
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Distinguiendo entre un trastorno y una emoción
¿Qué es la depresión? La depresión mayor es un trastorno psicológico, es decir, que aparece en los manuales diagnósticos utilizados en el mundo de la salud metal, como el DSM-5 (etiquetado oficialmente como “trastorno depresivo mayor”). De hecho, es una de las enfermedades mentales más comunes, estando presente en aproximadamente el 2% de la población mundial. Además, se estima que entre el 7 y el 22% de las personas desarrollará esta alteración en algún momento de su vida.
Pero la depresión no es solo una psicopatología muy extendida, sino que además es una de las más peligrosas. Aunque no degenera en todos los casos en una depresión mayor severa, en caso de que se desarrolle hasta llegar a ser muy intensa, hace que la persona que la sufre experimente ideación suicida de manera habitual, fantaseando con quitarse la vida y, en muchas ocasiones, intentando suicidarse.
Es por eso que cada vez se crean más campañas de concienciación en salud mental para que al detectar los primeros síntomas, las personas acudan cuanto antes a terapia para que a través del apoyo profesional, puedan superar el trastorno y volver a tener una calidad de vida adecuada.
¿Y qué es la tristeza? Es, como ya adelanté antes, una emoción humana. Esto significa, entre otras cosas, que está presente en la vida de todas las personas sin alteraciones psicológicas, y que de hecho, la incapacidad para sentirla es una señal de que es necesario realizar una exploración médica y/o neuropsicológica.
Es cierto que normalmente cuando estamos tristes preferiríamos no estarlo porque es una experiencia desagradable, pero si ampliamos el foco nos damos cuenta de que este elemento de nuestro lado emocional tiene funciones importantes. De hecho, todas las emociones básicas que sentimos están ahí por una razón, hasta el punto de que las podemos encontrar en prácticamente todas las especies de mamíferos. La tristeza nos motiva a repetir las acciones que nos alejan de ella y evitar aquellas que nos conducen a esta emoción.
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La importancia de diferenciar entre tristeza y depresión
Ahora que ya hemos visto a grandes rasgos qué son la depresión y la tristeza, ya podemos entender por qué es fundamental distinguir entre ambas. La depresión, como problema de salud mental, es un aspecto que requiere de apoyo profesional mediante un tratamiento o combinación de tratamientos. En cambio, la tristeza ni siquiera es un problema de por sí; en todo caso, es una consecuencia de un problema por el que estamos pasando, y posiblemente ni siquiera es la más importante.
Además, mientras que la depresión es una señal de que algo va mal en nuestras vidas, la tristeza forma parte de la normalidad, del hecho de vivir y de exponernos a situaciones diversas al interactuar con el mundo y con los demás. Nadie debería plantearse no estar triste nunca, pero sí debería invertir esfuerzos en llevar un estilo de vida que minimice el riesgo de desarrollar depresión (un trastorno que, además, está presente a lo largo de los meses, mientras que solo estamos tristes durante unas horas o días).
La depresión, además, lleva a las personas a comportarse de una manera que alimenta el trastorno, generando un círculo vicioso; la tristeza no tiene este efecto, entre otras cosas porque su duración es menor y no llega a modificar de manera significativa los hábitos. Este es otro de los motivos por los que una intervención terapéutica temprana es importante en el caso de sufrir un trastorno depresivo.
Finalmente, también es fundamental conocer la distinción entre ambas cosas porque, más allá de los estereotipos, ni siquiera es cierto que todas las personas con depresión se sientan muy tristes. Algunas de ellas llegan a un estado de aplanamiento afectivo en el que sienten que nada les importa, y que por consiguiente ni siquiera sienten intensamente las emociones; en todo caso, quieren dejar de tener que afrontar situaciones cotidianas que las agotan psicológicamente y que las frustran. La depresión es un fenómeno que va más allá de una emoción en concreto.
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Mi nombre es Tomás Santa Cecilia y soy psicólogo experto en psicología cognitivo-conductual; atiendo a adultos y adolescentes ya sea en mi consulta de Madrid como a través de la modalidad online por videollamada.