Claves para gestionar desde casa los trastornos de aprendizaje más comunes
La gestión de los deberes y tareas escolares en el hogar, en sí mismo, ya puede crear tensiones y mal ambiente familiar, pues genera una disposición problemática por parte de muchos niños.
Pero... ¿qué ocurre si a esta situación, a veces ya polémica, le añadimos de base algún tipo de dificultad de aprendizaje? Es de esperar que, como padres, el reto se haga aún más grande.
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¿Qué se considera un trastorno de aprendizaje (TA)?
Cuando hablamos de dificultades en el proceso de aprendizaje de algún niño, nos referimos a la existencia de un trastorno de aprendizaje (TA).
Estos trastornos son entendidos como la incapacidad persistente, inesperada y específica para adquirir de forma eficiente determinadas habilidades académicas (ya sea lectura, escritura, cálculo, dibujo, etc.), y que ocurren a pesar de que el niño tenga una inteligencia normal, siga una escolarización adecuada y su entorno socio-cultural sea favorable.
Consejos ante los trastornos de aprendizaje más comunes
Repasemos los principales TA, especificando las pautas que se deberían seguir en cada uno de ellos durante el tiempo de estudio y deberes, consejos que se pueden aplicar igualmente ante un eventual confinamiento o ai cuarentena.
Dislexia
La dislexia es el trastorno de aprendizaje más frecuente, y consiste en una alteración del neurodesarrollo que genera problemas en el aprendizaje, el uso del lenguaje, la lectura y la escritura, al verse alterados los procesos y habilidades de consciencia fonológica, memoria verbal y velocidad de procesamiento verbal.
Los niños que desarrollan dislexia requieren una buena adaptación metodológica escolar, pues estas dificultades que presentan hacen que necesiten un soporte para aprender y seguir el ritmo académico requerido para su edad.
Las medidas más comunes que podemos adoptar desde casa son las siguientes.
1. Darle tiempo
Hay que darle tiempo, aceptando el hecho de que un/a niño/a con dificultades específicas de aprendizaje puede tardar hasta tres veces más en aprender y que se cansará rápidamente.
2. Facilitarle apoyo
Aunque presente cierta autonomía, es importante que se coloque en un lugar próximo a nosotros, donde pueda recibir nuestra atención, control y supervisión.
3. No dar por sentado que lo entiende todo
Deberemos comprobar que ha entendido el enunciado y lo que debe hacer, explicándoselo verbalmente si es necesario.
4. Explorar diferentes medios de aprendizaje
Siempre que se pueda, tenemos que ahondar en el aprendizaje y la evaluación oral de los conocimientos. Si el medio de la información más eficaz para el niño es el lenguaje hablado, también será el mejor medio para aprender.
5. No le exigiremos una ortografía perfecta
Esto es muy complejo para un niño con dislexia. Del mismo modo, tampoco es justo penalizarlo por ello ni focalizar sus errores.
6. No darle todo el peso de la corrección
No le dejaremos nunca corregir un escrito por sí solo.
7. Facilitarle los textos de aprendizaje
Cuando deba estudiar, debemos facilitarle el material por escrito, un texto seguro, y no dejar nunca que estudie de sus apuntes, su precisión puede ser desastrosa y los resultados frustrantes.
Discalculia
Este TA provoca una dificultad para adquirir habilidades matemáticas, comprender la funcionalidad del lenguaje numérico, la memorización de procedimientos básicos y la interpretación de problemas matemáticos.
Los niños que lo presentan tendrán afectaciones en muchas de las actividades cotidianas, ya que las matemáticas son necesarias para la correcta interpretación de las escalas de tiempo, direcciones, el manejo de recursos monetarios y hasta para cocinar, por lo que una detección temprana y un tratamiento adecuado serán imprescindibles para desarrollar habilidades básicas que puedan ayudarles en su día a día.
En este sentido, como padres podemos ayudar de las siguientes maneras.
1. Respetando su nivel de desarrollo
Es decir, adaptando los aprendizajes matemáticos a su capacidad e ir de los aspectos más concretos a los más abstractos, de lo experimental a la numeración y las operaciones matemáticas en proceso ascendiente de dificultad.
2. Ser creativos y diseñar situaciones de aprendizaje manipulativas
Estas situaciones permitirán aprender a través de la experimentación y los sentidos, desde una perspectiva más práctica.
3. Priorizar la comprensión de los conceptos
La comprensión es más importante que los procesos de mecanización y automatización.
4. Remarcar mucho la asociación del número con la cantidad que representa
Esto puede hacerse utilizando gráficos, piezas, objetos manipulables, etc.
5. Reforzar la realización de ejercicios de seriación y orden numérico
Estas actividades ayudan a que se consoliden los progresos de aprendizaje.
6. Practicar el cálculo mental a diario
Sumas, restas, multiplicaciones y divisiones. Teniendo en cuenta el momento de aprendizaje en el que está.
7. Trabajar la correspondencia del lenguaje matemático y las operaciones necesarias para resolver un problema
Animarlo a visualizar los problemas, por ejemplo, dibujándolos.
8. Utilizar recursos informáticos
Esto permitirá hacer el aprendizaje más atractivo.
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
Este trastorno del neurodesarrollo se incluye, a menudo, dentro de los TA, pues las dificultades atencionales que lo acompañan crean problemas para desarrollar nuevos aprendizajes académicos.
Se caracteriza por provocar hiperactividad, impulsividad y déficit de atención, aunque no todos los síntomas se manifiestan en todos los afectados, ni lo hacen con la misma intensidad. Aunque muchos de estos comportamientos son normales en la mayoría de los niños, en aquéllos sin TDAH tienden a disminuir con la edad cuando pasan de educación infantil a primaria.
En estos casos es recomendable seguir estas pautas.
1. Garantizar un entorno educativo estructurado, previsible y ordenado
Esto hará que se minimicen las probabilidades de que aparezcan distracciones.
2. Elaborar una rutina diaria, un horario visual
Este horario fraccionará el día y le permitirá al niño ubicar diferentes actividades.
3. Crear un espacio de deberes sin distracciones
Este espacio debe contar con una buena iluminación y únicamente debe tener el material requerido para la tarea.
4. Aprovechar la primera mitad del día
En la primera mitad del día es cuando los niños muestran una mayor capacidad de concentración y atención, pues su rutina diaria los ha acostumbrado a que así sea desde su escolarización. La franja horaria de la mañana es la ideal para realizar las tareas escolares, sobre todo en el caso de los niños con TDAH. Esto debemos tenerlo en cuenta para los fines de semana o para un eventual confinamiento.
5. Utilizar listas de secuenciación, esquemas y mapas conceptuales
Estos recursos le ayudarán a aprender de manera ordenada y estructurada.
6. Explicar las tareas con pequeñas instrucciones
Además, debemos asegurarnos de que lo ha entendido.
7. Supervisar de forma discreta la realización de la actividad
No hay que darle la sensación de que ejercemos presión.
8. Si una tarea es muy densa, fraccionarla y dividirla en pequeñas partes
En educación primaria, no se debería superar el máximo de 45 minutos de tareas escolares y, si hay mucha dificultad, se pueden hacer pequeñas pausas cada 20 minutos aproximadamente.
9. Permitirle movilidad en la silla previo pacto
Podemos permitirle movilidad en la silla de estudio en determinados momentos, que pueden ser pactados previamente.
10. Darle indicaciones claras
Hay que proporcionarle explicaciones e instrucciones claras, lentas y con más repetición.
11. Tener paciencia
Es necesario comprender su patrón de conducta para ayudarle, reforzando siempre sus buenas acciones y utilizando sus intereses para motivarlo/la.
Autora: Laia Portero Capilla, Responsable del Área de Psicopedagogía de PSICOTOOLS.
Referencias bibliográficas:
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