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Ansiedad Generalizada: vivir en la continua preocupación


El Trastorno de Ansiedad Generalizada se caracteriza por la presencia de una preocupación constante y de una ansiedad sin motivos aparentes. A diferencia de otros tipos de ansiedad, las causas no se identifican fácilmente.

En este artículo veremos en qué consiste la Ansiedad Generalizada, y cómo reconocerla.

¿Qué es la Ansiedad Generalizada?

La Ansiedad Generalizada presenta un patrón diferente en los hábitos y rutinas diarias de las personas; está presente en el ámbito laboral, familiar, académico, de salud, social, etc. Surge con la manifestación de una preocupación excesiva que maximiza la importancia de los problemas y nos hace ver problemas graves al analizar cualquier situación que otras personas considerarían normales, dando mayor peso al acontecimiento del que realmente tiene.

Es posible que los síntomas estén explicados por la influencia de algún medicamento, por el consumo de drogas o fármacos específicos, como medicación a alguna enfermedad física. En este caso no se diagnostica el Trastorno de Ansiedad Generalizada. A menudo la Ansiedad Generalizada está presente en otros trastornos del estado de ánimo.

Preocupación constante

La preocupación es la inquietud que se tiene ante una determina circunstancia. Por ejemplo, que estés preocupado por los pagos y gastos del mes, por conseguir un mejor trabajo, por aprobar un examen en la universidad, etc.

Sin embargo, la preocupación llega a ser patológica cuando se ve afectado el bienestar y la capacidad de gestionar los imprevistos, y más aún de prepararse para ellos. Es un malestar que viene acompañado de manifestaciones físicas y emocionales que resultan desproporcionadas ante la magnitud del problema que se afronta.

Es decir, podrás estar preocupado por cosas de la rutina diaria, pero si únicamente haces pronósticos son catastróficos y la inquietud atormenta, la ansiedad se desborda y resulta patológica.

Cuando la ansiedad es patológica, las respuestas son exageradas y sus efectos tienen mayor intensidad y duración, se focaliza la atención en el miedo a las consecuencias y no a la amenaza en sí. Existe una presión irreal donde se maximizan los problemas y se bloquea la capacidad para resolverlos, debido a que la ansiedad afecta a la capacidad de razonamiento y el uso de las herramientas para afrontar situaciones. La ansiedad patológica se presenta en todos los trastornos de ansiedad.

Síntomas

Algunos de los síntomas más frecuentes de la Ansiedad Generalizada son:

  • Inquietud constante.
  • Irritabilidad.
  • Tensión muscular.
  • Fatiga.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Trastornos del sueño.
  • Deterioro social en las relaciones interpersonales en todas las áreas de desarrollo de la persona.
  • Despersonalización.
  • Miedo a perder el control.

Y los síntomas físicos más úsales son:

  • Palpitaciones.
  • Sudoración.
  • Taquicardia sensación de ahogo.
  • Dificultad para respirar.
  • Náuseas.
  • Escalofríos.
  • Dificultad para relajarse.

Estos síntomas dificultan el rendimiento de la persona en las actividades normales de la vida. Los síntomas se presentan de formas diferentes para cada individuo, lo que se mantiene para todos es que la Ansiedad Generalizada es una forma de interactuar con el mundo e interpretarlo desde una visión ansiosa, que no va relacionada con algún miedo en particular como en las fobias o trastornos de pánico, sino que está presente en todos los escenarios de nuestras vidas.

Causas

Las causas de aparición del Trastorno de Ansiedad Generalizada pueden ser las vivencias traumáticas, factores de personalidad, predisposición genética ante el estrés o el entorno donde nos desarrollamos. Sin embargo, las estimaciones objetivas de las causas dependerán de cada persona.

En algunos casos características de personalidad como la dependencia influyen en la aparición del Trastorno de Ansiedad Generalizada, ya que en la dependencia se requiere de la aprobación de otros para la toma de decisiones y surgen dificultades para asumir responsabilidades por sí solos, que traen como consecuencia la ansiedad.

Por tanto, es importante identificar todos los aspectos involucrados para determinar el origen del diagnóstico y si se trata únicamente de Ansiedad Generalizada, ya que en la mayoría de los casos está asociada a otros trastornos.

Ansiedad adaptativa

La ansiedad es una conducta adaptativa y se activa cuando percibimos peligro o amenaza; la reacción genera un efecto en nuestro cuerpo y mente que nos predispone a adaptarnos a los retos.

Es natural que estemos en estado de alerta cuando vivimos una situación que no es óptima, aunque no implique peligro. Por ejemplo, al cruzar la calle estas en estado de alerta ante los vehículos a nuestro alrededor; pero eso no debe producir otros síntomas que agudicen y maximicen una situación rutinaria.

Debería resultar natural que seamos capaces de afrontar situaciones nuevas o desconocidas donde hagamos un análisis que contribuye a mejor gestionar la preocupación y nerviosismo para evitar sentirnos desbordados.

Por el contario, si sufres un Trastorno de Ansiedad Generalizada, estarás sintiendo constantemente miedo durante la realización de sus actividades normales del día, te preocuparas en exceso y presentarás los síntomas físicos antes mencionados.

Psicoterapia

Si presentas síntomas frecuentes de ansiedad y sientes que te impiden realizar actividades y perjudican tus interacciones en diferentes ámbitos de la vida, ello quiere decir que estás presentando características del Trastorno de Ansiedad Generalizada, por lo cual debes consultar a un psicólogo, quien podrá darte herramientas terapéuticas para poder aprender a regular tu ansiedad.