Perfil psicológico de Adolf Hitler: 9 rasgos de personalidad
Si alguien nos pregunta por el nombre de algunas de las personas que han generado más muertes a lo largo de la historia moderna, resulta fácil que venga a nuestra mente el nombre de Adolf Hitler.
Este militar y político alemán de origen austriaco, responsable del inicio de la Segunda Guerra Mundial y de la muerte de millones de personas bajo su mandato como Führer, ha sido una de las figuras históricas más temidas de la modernidad.
Las características de su personalidad y sus habilidades de liderazgo y manipulación, como por ejemplo podía observarse en su habilidad en el uso de la retórica y la oratoria, han sido objeto de estudio desde entonces. En este artículo intentaremos ofrecer el perfil psicológico de Hitler a partir de los perfiles realizados por Murray y la visualización de documentos gráficos y literarios.
- Quizás te interese: "Jack el Destripador: analizando la psicología del famoso criminal"
Adolf Hitler: dificultades de análisis
Establecer un perfil psicológico de una persona en concreto sin observar ni analizar su comportamiento y características de manera directa es complicado y poco efectivo, puesto que no se puede realizar una exploración psicológica real. Cualquier perfil psicológico llevado a cabo a una persona sin que haya mediado contacto entre profesional de la salud y el sujeto en cuestión es más impreciso, cosa que también ocurre en el momento de elaborar el perfil psicológico de una persona ya fallecida.
En el caso de Hitler, no existen pruebas de que sometiera a una evaluación psiquiátrica, y los profesionales que estuvieron en contacto directo con él fallecieron, probablemente siendo ejecutados por las SS o enviados a campos de concentración. La única manera de tratar de establecer algo semejante a un perfil psicológico es el análisis de sus discursos, sus actos y las ideas que transmitió a través de la escritura.
El perfil psicológico de Hitler
La personalidad de Adolf Hitler fue un aspecto que preocuparon en gran medida a diferentes gobiernos durante la Segunda Guerra Mundial. En la época en la que vivió, se encargó a diversos investigadores y expertos que establecieran un perfil psicológico del dictador. Concretamente destacan los realizados por Henry Murray para la Oficina de Servicios Estratégicos (Office of Strategic Services o OSS, precursora de la actual CIA) y por Joseph MacCurdy, estando ambos perfiles en consonancia.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que ninguno de los dos autores tuvieron un contacto directo con el analizado, de manera que los perfiles elaborados se realizaron a partir del análisis de diferentes materiales y no de la exploración del individuo.
Las principales características de personalidad de Adolf Hitler que pueden extraerse de estos informes, así como de las diferentes fuentes documentales tanto a nivel audiovisual como escrito, incluyen las siguientes consideraciones.
1. Egolatría y complejo de Mesías
En los diferentes discursos y documentos que se conservan del dictador, es posible observar como Adolf Hitler se consideraba una fuerza escogida para liderar Alemania y llevarla la victoria. Se consideraba a sí mismo una encarnación del bien, destinado a liderar a su pueblo.
Este hecho se vería favorecido por la adoración de gran parte del pueblo alemán durante su ascenso al poder. En la actualidad, podría llegar a considerarse que se trataba de un caso de delirio de autorreferencia.
2. Dificultades para la intimidad
La vida íntima de Hitler, al margen de su relación con Eva Braun, resulta poca conocida. Sin embargo, los registros de la época parecen indicar que si bien el dictador podía desplegar un gran encanto con los que le rodeaban y seguían, tenía severos problemas para establecer relaciones profundas, en parte por lo dificultoso que le suponía expresar sus sentimientos en lo relativo al afecto.
3. Sentimientos de inferioridad y autodesprecio
Los diferentes estudios y perfiles que se han llevado a cabo de su personalidad y de su historia indican que el dictador tenía un fuerte complejo de inferioridad, que a su vez le impulsaba a buscar la superioridad y la autoafirmación. De hecho, el informe elaborado por Murray destaca la presencia de una estructura yoica débil, posiblemente producto de los malos tratos a los que era sometido por parte de su padre.
También resulta en parte revelador que la raza aria que preconizaba gozaba de características de las que él mismo carecía, cosa que parece favorecer la idea de la existencia de una autoestima baja y de sentimientos de inferioridad.
4. Desprecio hacia la debilidad
Asociado al rasgo anterior encontramos la presencia de un desprecio a la debilidad. Este desprecio hacia quienes consideraba inferiores puede observarse en sus actos y la eliminación sistemática de quienes en la época eran considerados débiles, como las pacientes psiquiátricos y los discapacitados intelectuales.
5. Perseverancia
Los diferentes registros y comunicados parecen indicar que Hitler era especialmente tenaz y obcecado en lo que se refería a sus objetivos, y le costaba mucho admitir la derrota. De hecho, el informe de Murray indicaba que existía la probabilidad de que el dictador se suicidara en caso de perder la guerra.
6. Carisma y capacidad de manipulación
Una de las facetas de la personalidad más conocidas de Adolf Hitler es su elevada capacidad de carisma. El dictador alemán despertaba pasiones entre sus tropas y entre las masas, como puede verse en los diversos documentos gráficos de sus discursos y el comportamiento y lealtad acérrima hacia su figura por parte de la mayor parte de sus tropas.
Asimismo, destaca su habilidad para convencer y manipular tanto a las masas como a los individuos de su postura y la veracidad de sus palabras.
- Artículo relacionado: "Las personas manipuladoras tienen estos 5 rasgos en común"
7. Teatralidad
Adolf Hitler poseía una gran capacidad de teatralización y al dramatismo, cosa que favorecía que pudiera llegar fácilmente al pueblo y ayudaba a convencer a los demás de sus puntos de vista.
8. Obsesión por el poder
Como ocurre con otros muchos dictadores, el poder era importante para Hitler. La creación de organizaciones como la Gestapo para mantener la obediencia de la población y la eliminación de disidentes son pruebas de ello. Del mismo modo se puede observar en su política expansionista, invadiendo diferentes países como Polonia o intentando atacar Rusia. En el libro que escribió durante su estancia en prisión, Mein Kampf, llegó a escribir que su partido no estaba para servir a las masas, sino para doblegarlas.
9. Poca capacidad empatía
La poca o nula capacidad para identificarse con los pueblos sometidos y la propuesta de diversos planes de exterminio para diversos tipos de población como los judíos, homosexuales, gitanos, población con problemas psiquiátricos y disidentes demuestran una poca o nula capacidad de empatía.
- Quizás te interese: "Empatía, mucho más que ponerse en el lugar del otro"
Psicopatologías asociadas al dictador
Las diferentes características de personalidad junto a la atrocidad de sus actos han hecho que a lo largo de la historia se le hayan atribuido a Hitler diversos trastornos mentales. El informe de Murray hablaba de esquizofrenia, neurosis e histeria, entre otros términos.
Otros autores reflejan que Hitler pudo haber padecido alteraciones debido al consumo de sustancias, a una esquizofrenia paranoide, a un trastorno bipolar o incluso al síndrome de Asperger. También se le asocian diferentes parafilias como el sadomasoquismo. Las características de personalidad antes descritas pueden tener cierta vinculación con la existencia de un cierto grado de psicopatía, dado que se cumplen características típicas de este tipo de sujetos, pero también es muy posible que sean pura propaganda para desprestigiar su figura aprovechando los estigmas que pesaban sobre las personas con trastornos mentales.
En cualquier caso, hay que tener en cuenta que ninguna de estas consideraciones puede considerarse como probada ni afirmarse con rotundidad, ya que como hemos dicho parten del análisis de sucesos y documentos sin haber mantenido un contacto real con el analizado. Asimismo, se corre el riesgo de minimizar la responsabilidad del sujeto, así como de trivializar algo tan grave como el genocidio masivo cometido por el líder del nazismo.