Cómo saber cuándo sufres un problema de estrés laboral por exceso de tareas
Son muchas las personas que padecen un exceso de estrés laboral en las sociedades occidentales modernas. Se trata de una afectación que puede ser causada en parte por las altas exigencias en el trabajo, una discordancia entre la cantidad de trabajo que debe llevarse a cabo y los propios recursos de la persona. Además, en muchos casos, la persona que la sufre no es plenamente consciente de que está desbordada por sus responsabilidades, lo cual perpetúa el problema.
Las manifestaciones del estrés laboral generado por sobrecarga de trabajo son variadas, y todas ellas pueden afectar en la persona tanto a nivel emocional, cognitivo o físico. Conocerlas de primera mano nos puede ayudar a detectar este fenómeno en nuestra vida diaria y ponerle remedio cuanto antes.
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Conoce las 10 señales propias del estrés laboral por exceso de tareas
Lo cierto es que el exceso de estrés laboral constituye una alteración que, de no ser tratada, puede convertirse en una verdadera causa de malestar y sufrimiento en el trabajador o trabajadora, y que incrementa el riesgo de desarrollar psicopatologías severas.
Si te interesa conocer las señales de alerta vinculadas a un exceso de responsabilidades laborales capaz de generar problemas de estrés, sigue leyendo. Eso sí, ten en cuenta que cada una de ellas por sí sola no es un motivo suficiente para asumir que este es el tipo de problema que sufres, y que el diagnóstico definitivo solo puede ser realizado por profesionales de la salud mental; sin embargo, tener una visión global de estos elementos te ayudará a comprender lo que te ocurre.
1. Falta de concentración
La falta de concentración es uno de los indicadores cognitivos más habituales del estrés y la ansiedad. Y es que los pensamientos intrusivos relacionados con aquello que nos preocupa “tiran de nuestra atención” constantemente, lo cual entorpece la realización de cualquier tarea medianamente compleja.
Esta es una de las señales de estrés más definitorias e influyentes en la persona, puesto que una merma de las capacidades cognitivas o intelectuales afectará negativamente también a nivel emocional, psicológico o social.
Otras experiencias relacionadas con la falta de atención son la reducción en la eficacia para solucionar problemas, disminución del campo de percepción, olvidos frecuentes y menos efectividad en los procesos de toma de decisiones.
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2. Reacciones psicosomáticas
Un elevado nivel de estrés laboral también suele ser el responsable de la aparición de una serie de alteraciones orgánicas muy notables en el cuerpo de la persona, con causas psicológicas, que a su vez impiden la realización del trabajo en condiciones óptimas.
Algunas de estas señales psicosomáticas son: dolor de cabeza, tensión muscular, aumento del ritmo cardíaco, respiración superficial y acelerada, fatiga crónica, aumento de la presión sanguínea o alteraciones en los patrones de sueño.
Si estos fenómenos psicosomáticos han surgido poco después de que te hayas responsabilizado de más tareas, es muy probable que tu problema sea un exceso de estrés causado por una cantidad poco razonable de objetivos laborales.
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3. Manifestaciones emocionales
Además de las consecuencias físicas y en el rendimiento cognitivo, el estrés es causante de una serie de manifestaciones emocionales diversas y vinculadas a la rumiación psicológica: la predisposición a “darle vueltas” una idea una y otra vez, sin poder escapar de ella.
Son muchas las señales emocionales que indican la presencia de estrés laboral en una persona, entre las más importantes destacan: un aumento de la irritabilidad, mayor sensibilidad a los estímulos y a las distracciones, cambios de humor repentinos, un sentimiento de angustia muy habitual y tendencia a buscar activamente distracciones que nos permitan dejar de pensar en lo que nos preocupa.
Las señales propias del estrés laboral que hemos visto hasta ahora suelen aparecer de manera conjunta y retroalimentarse entre ellas. Es decir, un déficit en las habilidades cognitivas puede ocasionar dificultades a nivel emocional debido a la acumulación de tareas, que a su vez acarrea síntomas físicos por el constante estado de activación del sistema nervioso.
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4. Falta de una referencia clara sobre cuánto es ‘demasiado trabajo’
Otra de las posibles señales de alerta que pueden ser causantes de estrés laboral se produce cuando el empleado empieza a sentir que el trabajo le desborda y que no puede hacer nada para impedirlo, en parte porque no tiene una noción clara de cuál es la línea de tareas a realizar que no debe cruzar (o, si la tenía, la va moviendo constantemente sin basarse en un razonamiento consistente).
Esto sucede en muchas ocasiones cuando la persona emplea sus momentos de descanso para seguir adelantando el trabajo acumulado, que con el paso del tiempo acaba percibiendo como interminable pero a la vez inevitable.
En esta fase, la persona interpreta que ha perdido el control de la situación en el trabajo y se concibe impotente e incapaz a la hora de realizar con éxito sus obligaciones, otro de los indicadores clásicos y más identificativos del estrés laboral.
5. Imposibilidad de delegar tareas
La mayoría de empleados que no pueden delegar tareas en su trabajo porque no se quieren exponer al riesgo de que vaya mal algo que no controlan, acaban encargándose de todo ellos mismos, tanto de las tareas nuevas como de las anteriores, hecho que genera un desbordamiento emocional vinculado al estrés.
La posibilidad de delegar tareas a otras personas es uno de los mecanismos organizativos de cualquier empresa o grupo de trabajo, y gracias a él los empleados suelen ser capaces de ser más productivos y de trabajar en mejores condiciones, ordenando sus prioridades.
6. Pensar constantemente en el trabajo
Las personas que están pensando constante y únicamente en el trabajo, incluso en las horas libres, suelen presentar un caso de estrés laboral, por lo que es aconsejable que consulten con un especialista.
Normalmente, esta obsesión con las tareas y obligaciones propias del trabajo es causada por el estado de malestar que generan en la persona durante su jornada laboral, y no por lo ilusionante que resulta el trabajo. Y a menudo, dicho sufrimiento se traslada a todos los ámbitos de su vida, incluso a sus relaciones personales en casa y con los amigos.
7. Sacrificar horas de sueño
Algunos empleados deciden sacrificar demasiadas horas de sueño para adelantar trabajo acumulado, ya que esos periodos dedicados a dormir son percibidos erróneamente como tiempo perdido. Este mecanismo suele ser contraproducente, puesto que la falta de sueño siempre influye negativamente en la calidad del trabajo y en la gestión del tiempo.
En el momento en que esta práctica se vuelve muy habitual y afecta directamente al bienestar o la salud de la persona, es cuando podemos estar hablando de un caso de estrés laboral por exceso de trabajo.
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8. Autoengaño
El autoengaño es otro de los síntomas clásicos que se suelen presentar en las personas con problemas de estrés laboral y que a la vez mezclan su faceta profesional con la personal.
Muchas personas que padecen esta afectación suelen consolarse a sí mismas pensando que en el futuro van a tener menos trabajo y que la saturación de tareas que viven en la actualidad es transitoria.
Este fenómeno suele generar estados de frustración o alteraciones emocionales de todo tipo cuando la persona se da cuenta de que ese pensamiento de autoengaño sobre la mejora en el trabajo no era más que una ilusión.
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9. Consideración del consumo de estimulantes por motivos laborales
El consumo de sustancias estimulantes como el café o el té en el trabajo es una práctica totalmente normalizada y muy popular que llevan a cabo diariamente millones de personas en sus ámbitos de trabajo.
No obstante, cuando la persona se empieza a plantear el uso de psicoestimulantes que entran dentro de la categoría de drogas para trabajar a un mayor ritmo y poder llegar a realizar todas las tareas, seguramente estamos ante un caso de estrés laboral por exceso de trabajo.
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10. Problemas sociales
Las manifestaciones emocionales, cognitivas o físicas provocadas por el estrés laboral suelen ocasionar también en el ámbito de las relaciones sociales, tanto dentro como fuera del trabajo.
Las personas que padecen estrés laboral se vuelven más irritables también en su vida diaria, hecho que afecta negativamente a sus relaciones sociales o afectivas, incluso llegando a acabar con ellas.
La solución pasa por la psicoterapia
La psicoterapia es una de las soluciones más eficaces para ayudar a la persona a superar el estrés laboral y los expertos en salud mental.
En caso de tener estrés laboral, un psicoterapeuta te podrá ayudar a manejar tanto tus emociones como tus hábitos vinculados a la gestión del trabajo, así como identificando las causas concretas del problema, proporcionando pautas de organización, hábitos saludables y herramientas de estructuración de las tareas y establecimiento de límites adaptados a las capacidades de cada persona.
Si te interesa disponer de servicios de psicoterapia, ponte en contacto conmigo; mi nombre es Javier Ares y ofrezco la posibilidad de realizar sesiones presenciales u online por videollamada.